Accidente h¨²ngaro
El temor a otro desastre como el de Grecia desaf¨ªa la estabilidad del sistema financiero europeo
Un nuevo accidente financiero se adivina por el este de Europa y amenaza con debilitar todav¨ªa un poco m¨¢s los mercados europeos. El nuevo Gobierno h¨²ngaro anunci¨® ayer que el Ejecutivo anterior hab¨ªa manipulado las cuentas p¨²blicas, afirmaci¨®n que dibuja una crisis de la solvencia financiera como si se tratara de una reedici¨®n del desastre de Grecia.
Tan delicada es la situaci¨®n que las autoridades econ¨®micas h¨²ngaras presentar¨¢n en un plazo de 72 horas un plan de choque para sanear las cuentas p¨²blicas. A pesar de que Hungr¨ªa no forma parte del euro y de que su peso relativo en la econom¨ªa de los 27 es reducido (el 0,8% del PIB total), la convulsi¨®n se extendi¨® inmediatamente por los mercados burs¨¢tiles, afectados tambi¨¦n por los rumores de graves dificultades en el negocio de derivados de Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale. El Ibex se hundi¨® el 3,8%, el Dax alem¨¢n cay¨® el 1,91% y Londres baj¨® el 1,63%.
Pero la presi¨®n mayor se est¨¢ ejerciendo sobre el diferencial de deuda. En el caso de Espa?a, est¨¢ en torno a los 200 puntos b¨¢sicos y la atm¨®sfera se hace m¨¢s irrespirable cada d¨ªa que pasa. El caso de Hungr¨ªa prueba que cualquier incidente excita el p¨¢nico de los inversores. Grecia y Hungr¨ªa repiten el terrible mensaje de que hay pa¨ªses que falsean sus finanzas p¨²blicas y de que otros Gobiernos europeos pueden haber hecho lo mismo. El caso de Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale reafirma ante los mercados que queda por reconocer un importante volumen de deuda y activos depreciados en las entidades financieras europeas.
Ambas incertidumbres confluyen inevitablemente sobre los bancos, cuyos balances est¨¢n en cuesti¨®n y cargan con la amenaza de una tasa o impuesto bancario en el ¨¢rea del euro. El entorno financiero europeo es hoy el peor de los conocidos desde la creaci¨®n de la moneda ¨²nica, hasta el punto de que cualquier alarma menor puede disparar el p¨¢nico; pero empeorar¨¢ un poco m¨¢s por el miedo a la exposici¨®n de la banca europea a la deuda h¨²ngara (en el caso de la banca espa?ola, la exposici¨®n total es de 1.137 millones de euros).
No existen remedios r¨¢pidos contra este desorden financiero p¨²blico y privado que seguir¨¢ castigando a las econom¨ªas perif¨¦ricas (Grecia, Portugal, Irlanda y Espa?a) incluso con m¨¢s dureza de lo que merecen tras los planes de ajuste del gasto aprobados por sus respectivos Gobiernos. No hay resortes de control econ¨®mico para garantizar por encima de cualquier sospecha la veracidad de las cuentas p¨²blicas o la salud de los balances bancarios; ni resortes de control pol¨ªtico que afronten las crisis de confianza en los activos nacionales como si fuesen una cuesti¨®n de confianza de toda Europa. La ¨²nica soluci¨®n, aunque llegue con retraso, es crear esos resortes unificados.
La lecci¨®n para Espa?a es que no solo se trata de acertar con el remedio a los riesgos conocidos, sino que los desconocidos e imprevistos, como este accidente h¨²ngaro, se encuentran al acecho.
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