"Con los panfletos descubr¨ª mi talento como escritor"

Llega deprisa y sonriendo. No encontraba el restaurante, escondido tras unas escaleras. Se presta inmediatamente a los deseos del fot¨®grafo, al fin y al cabo ha ejercido de periodista y conoce bien sus necesidades. Por pura suerte, pura casualidad, seg¨²n se apresura a contar Robert Levering.

Ha venido a Madrid a poner nota a las mejores empresas para trabajar, aquellas por las que suspira cualquier empleado. Por primera vez, el instituto que fund¨® en 1991, Great Place to Work, ha entregado sus premios europeos en Madrid y, por supuesto, los espa?oles, arropado por la secretaria de Empleo, Maravillas Rojo. Y es que el ranking que elabora anualmente es una referencia internacional para evaluar las mejores pr¨¢cticas de las compa?¨ªas en materia de recursos humanos.

Pas¨® de denunciar la explotaci¨®n laboral a puntuar los mejores lugares para trabajar

Levering siempre ha seguido una m¨¢xima: implicarse en los cambios sociales. Y, a sus 65 a?os, puede decir que ha vivido desde las dos trincheras. En su juventud decidi¨® que iba a hacer carrera de su lucha contra la guerra de Vietnam y as¨ª lo hizo hasta que la guerra finaliz¨® y finaliz¨® su trabajo. Aunque no su batalla, que continu¨® al frente del movimiento que pretend¨ªa mejorar las condiciones de trabajo de los campesinos mexicanos llegados a California.

Mientras prueba la t¨ªpica croqueta de manzana del primer restaurante vegetariano de Madrid -sorprendente para los usos de este americano que vive en San Francisco y que, por supuesto, es practicante-, apela otra vez a la suerte, a la casualidad. As¨ª es como se dio cuenta de que ten¨ªa dotes para escribir, a trav¨¦s de los panfletos con los que difund¨ªa las denuncias del movimiento: "Descubr¨ª mi talento para el periodismo. Y empec¨¦ a cobrar en vez de a pagar por escribir". Fue contratado por varias revistas locales en las que se especializ¨® en temas laborales.

Y lleg¨® su gran reto. Un encargo que cambi¨® su trayectoria. "Acostumbrado a escribir sobre huelgas y despidos, me propusieron todo lo contrario. Ten¨ªa que buscar las empresas que se preocupasen por sus empleados, que fuesen buenos lugares para trabajar. Yo no las conoc¨ªa y me preguntaba si realmente exist¨ªan. Las busqu¨¦ y descubr¨ª compa?¨ªas muy distintas a las que conoc¨ªa. El libro fue un ¨¦xito y el punto de partida para la creaci¨®n del instituto", asegura Levering, que acaba de publicar el octavo de sus vol¨²menes.

Desde 1984 ha trabajado en la medici¨®n de los mejores ambientes laborales tanto en EE UU (la lista Great Place to Work aparece todos los a?os en Fortune), como en el resto del mundo. Un cuarto de siglo que le ha servido para comprobar que las empresas que aprecian a sus empleados siguen unas pautas comunes, independientemente del pa¨ªs o el sector en que trabajen, que se apoyan en la confianza, el respeto y la equidad. Comunicaci¨®n y reconocimiento con los empleados son las buenas pr¨¢cticas que ayudan a cualquier empresa a superar las crisis, dice.

Tras participar en innumerables manifestaciones y ser arrestado m¨¢s de 40 veces en su vida (la ¨²ltima en abril, por protestar frente a un laboratorio nuclear de San Francisco), hoy est¨¢ convencido de que el cambio social que persigue es que las empresas sean m¨¢s humanas. Al fin y al cabo, "la fuerza laboral mundial crece y es en el trabajo donde las personas pasan la mayor parte de su vida", concluye y acaba las acelgas persas que tanto ha disfrutado. "L¨¢stima que no haya tiempo para un postre".