Guerras del f¨²tbol
La televisi¨®n y el f¨²tbol son como la vaca y su amo. No pueden vivir el uno sin el otro. El arte del orde?o beneficia a ambos. La derrota de Espa?a contra Suiza fue seguida por casi 10 millones de espectadores en Telecinco, que es la cadena que orde?a los partidos de Espa?a por azares empresariales de nuestra telesfera. El locutor, m¨¢s que narrar las jugadas, daba ¨®rdenes por el micro. Lo habitual es o¨ªr: "Xavi pasa la pelota a Iniesta, este la cede en profundidad hacia Villa". Anteayer, cambi¨® el estilo: "Xavi, p¨¢sale a Iniesta, y t¨² d¨¢sela r¨¢pido a Villa". El comentario t¨¦cnico corri¨® a cargo de Camacho, que en un momento dado resumi¨® la frustraci¨®n t¨¢ctica de los aficionados con un: "Cago'n la leche". A la disputa de los granjeros por la vaca se le llama la guerra del f¨²tbol y salpica muy de cerca a la empresa de este peri¨®dico, que de vez en cuando nos da informaciones muy detalladas, pero que la mayor¨ªa de nosotros no entendemos ni aunque hagamos un m¨¢ster en empresariales. Eso s¨ª, nos basta una ojeada para saber que lo que est¨¢ en juego no es el f¨²tbol, sino la pasta que mueve. ?Se imaginan verles pegarse as¨ª por la informaci¨®n cultural?
Pero hay otras guerras del f¨²tbol. En Somalia, 10 personas fueron detenidas por ver el Argentina-Nigeria y dos hombres que miraban otro partido del Mundial en su casa de Mogadiscio fueron asesinadas el domingo. El portavoz del partido isl¨¢mico Hibuz-Islam, el jeque Mohammad Abdi Aros, ya lo adelant¨® a la BBC: "Advertimos a los j¨®venes que no se atrevan a mirar los partidos del Mundial. Es una p¨¦rdida de tiempo y dinero. No les servir¨¢ de nada ni obtendr¨¢n ninguna sabidur¨ªa por ver a locos correteando". Tambi¨¦n ha trascendido que Corea del Norte, que tiene siete jugadores militares, estaba pirateando la se?al sin pagar derechos. En cambio, no permit¨ªa que los partidos de su selecci¨®n se emitieran en directo, seguramente tambi¨¦n para proteger a los ciudadanos de posibles disgustos. As¨ª que un rasgo de libertad es poder decepcionarte a gusto, perder el tiempo, sacrificar tus neuronas in¨²tilmente viendo a tipos corretear. Ah, la vaca...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.