Un mes de penas y fatalidades
Los autos del 'caso G¨¹rtel' condicionan la agenda institucional de Camps - El ajuste presupuestario y la p¨¦rdida de las cajas lastran la gesti¨®n del Consell
Desde que el pasado 12 de mayo, el Tribunal Supremo reabriera el caso de los trajes, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se esfuerza diariamente por combatir la sensaci¨®n de que no est¨¢ al frente de un Gobierno agotado. Sin embargo, los autos judiciales relacionados con el caso G¨¹rtel y las graves consecuencias de la crisis econ¨®mica han condicionado como nunca la agenda p¨²blica del Consell, especialmente de su presidente y los tres vicepresidentes.
El Consell ya era consciente de su imagen de par¨¢lisis tras m¨¢s de un a?o de caso G¨¹rtel, con Camps pendiente de si volv¨ªa, o no, a la condici¨®n de imputado por un delito de cohecho pasivo impropio. As¨ª lo confirma, una orden del delegado del Consell en Alicante y vicesecretario general del PP regional, Jos¨¦ C¨ªscar, remitida a primeros de mayo a todos los ayuntamientos populares.
El Consell quiere saber todo lo que se puede inaugurar en los municipios
El final de las sesiones de control da un peque?o respiro a Camps
"Te ruego nos remitas a la mayor brevedad posible las obras terminadas y no inauguradas que hayan sido financiadas, subvencionadas o participadas de cualquier modo por la Generalitat", se?ala la orden, "A tales efectos, resulta indiferente que sean obras incluidas en el plan Confianza de la Generalitat o que formen parte de cualquier otro programa del Consell".
El resultado, por ahora, ha sido bastante magro. Las resoluciones judiciales contrarias a sus intereses y los duros ajustes econ¨®micos a los que se ha visto obligado el Consell han hecho que Camps sea incapaz de controlar la agenda pol¨ªtica. De hecho, el presidente de la Generalitat est¨¢ montado en una especie de monta?a rusa que le niega el sosiego necesario para retomar la iniciativa medi¨¢tica y arrancar su campa?a electoral m¨¢s larga y complicada.
"Los tiempos dif¨ªciles hay que tomarlos con ambici¨®n y con esperanza", se?al¨® Camps el viernes en su segunda visita en menos de un mes a la estaci¨®n de Los Luceros del TRAM de Alicante. Con las Cortes a punto de cerrar el periodo de sesiones -el pasado jueves se someti¨® a la ¨²ltima sesi¨®n de control de este periodo y no volver¨¢ al Parlamento hasta septiembre-, la agenda del jefe del Consell sigue pendiente de los juzgados y las dificultades econ¨®micas que le impiden relanzar la gesti¨®n.
En t¨¦rminos cuantitativos, el Consell ha mantenido un n¨²mero superior de convocatorias p¨²blicas al de otros gobiernos regionales como el de Madrid, Andaluc¨ªa y Arag¨®n. As¨ª, el Ejecutivo de Camps ha contabilizado 312 actos en el ¨²ltimo mes y medio, frente a los 232 del Gobierno andaluz, los 203 del aragon¨¦s o los 103 del madrile?o. El Gobierno catal¨¢n, a las puertas de los pr¨®ximos comicios auton¨®micos que celebrar¨¢ en oto?o, acumula 518 actos en el mismo periodo.
Un an¨¢lisis cualitativo de estos actos, revela que el presidente de la Generalitat mantiene una actividad muy superior a la de sus tres vicepresidentes, Vicente Rambla, Gerardo Camps y Juan Cotino. Un hecho coherente con la nueva estrategia adoptada por Camps tras conocer la sentencia del Tribunal Supremo que reabr¨ªa la causa de los trajes.
El jefe del Consell, hasta entonces esquivo con los medios de comunicaci¨®n, anunci¨® el pasado 12 de mayo que se defender¨ªa, personalmente, de las informaciones relacionadas con G¨¹rtel para rehabilitar su imagen. La promesa se ha cumplido, aunque a medias. Camps ha intentado mostrarse m¨¢s accesible, pero siempre en escenarios controlados, lo que le ha hecho concentrar los actos en el Palau de la Generalitat.
Una de las razones es que los acontecimientos apenas han dado tregua a un Camps cada vez m¨¢s dependiente de sus propias fuerzas. Si el pasado d¨ªa 12, Camps supo que el Supremo le devolv¨ªa la condici¨®n de imputado, cinco d¨ªas despu¨¦s el alto tribunal desvelaba que la decisi¨®n hab¨ªa sido adoptada por unanimidad de todos los magistrados.
Sin apenas respiro, el 24 de mayo, la CAM anunci¨® el acuerdo de fusi¨®n con Cajastur mediante un pacto que permite a la caja alicantina mantener su presencia, pero no controlar la entidad resultante. El presidente intent¨® amortiguar el varapalo dando el acuerdo por bueno, mientras manten¨ªa una reuni¨®n con los alcaldes de las tres capitales y la presidenta de la Federaci¨®n Valenciana de Municipios y Provincias para analizar las duras repercusiones del decreto de ajuste del Gobierno central.
Al d¨ªa siguiente, los tres vicepresidentes, cuyas figuras se han difuminado a medida que avanzaba el caso G¨¹rtel, alardearon de los logros realizados en esta legislatura. Y el azar les volvi¨® a jugar una mala pasada. Ese 26 de mayo, el juez del TSJ de Madrid Antonio Pedreira, que instruye el caso G¨¹rtel, anunciaba su decisi¨®n de inhibirse parcialmente en favor del TSJ de Valencia al hallar indicios de que cargos aforados del PP valenciano -entre ellos Vicente Rambla- pod¨ªan ser imputados de supuestos delitos como financiaci¨®n irregular, cohecho y delito electoral.
Con esta ca¨ªda en picado, Camps intent¨® remontar de nuevo publicitando uno de sus proyectos estrella: el nuevo hospital La Fe. Y acudi¨® a "la presentaci¨®n de la finalizaci¨®n de las obras". Un acto con el que se dio un peque?o respiro. En los d¨ªas siguientes Camps inaugur¨® la rehabilitaci¨®n del palacio de La Asegurada en Alicante, visit¨® las obras del TRAM y pidi¨® que se mostrasen, con balances, sus logros en esta legislatura y la anterior.
La realidad, en cambio, no le ha dado respiro. Si el paro baja, lo hace menos que en Espa?a. Bancaja se fusiona, como socio minoritario, con Caja Madrid y acaba con el sue?o de contar con una gran caja valenciana. En medio de este panorama, Camps decidi¨® marcharse de viaje oficial a Mosc¨² para tomar aire, mientras su vicepresidente econ¨®mico asum¨ªa en Valencia otro recorte del presupuesto de 1.000 millones de euros y a su consejero de Educaci¨®n le daban calabazas en la ¨²ltima evaluaci¨®n del Gobierno. Ahora, Camps solo conf¨ªa en que los tribunales le den un poco de tregua para intentar recomponer la figura.
El Consell busca recuperar su imagen entre los alcaldes del PP
El Consell se ha empe?ado en relanzar su imagen entre los alcaldes y portavoces del PP, muchos de los cuales no ocultan en privado su hast¨ªo por la falta de gesti¨®n y de recursos econ¨®micos en buena parte de las consejer¨ªas.
Con la intenci¨®n de contrarrestar el deterioro entre las propias filas, la direcci¨®n regional del PP y el coordinador entre el Consell y el partido, el vicepresidente Juan Cotino, arrancaron una campa?a el pasado 1 de junio para explicar la gesti¨®n del Ejecutivo valenciano.
As¨ª, la agenda popular ha incluido a lo largo de este mes reuniones de ¨¢mbito comarcal de los consejeros con alcaldes y portavoces del PP. La ¨²ltima, la celebrada el pasado viernes por la consejera de Bienestar Social, Ang¨¦lica Such, en Benidorm con los cargos de la comarca de La Marina Baixa.
En la rueda han entrado ya la consejera de Justicia, Paula S¨¢nchez de Le¨®n; el titular de Sanidad, Manuel Cervera; el de Infraestructuras, Mario Flores; el de Gobernaci¨®n, Seraf¨ªn Castellano; la de Cultura, Trini Mir¨®, y los vicepresidentes Juan Cotino y Vicente Rambla.
Lo sorprendente de la campa?a interna de los consejeros es que intercalan las reuniones de partido con la agenda oficial. As¨ª, en el ¨²ltimo mes, los titulares de distintos departamentos del Consell han mantenido a lo largo de la geograf¨ªa valenciana -Ayora, Morella, Mon¨°ver, Sueca, Gandia, Mislata, Almorad¨ª- reuniones matinales y vespertinas con alcaldes y portavoces del PP, en horarios en los que se supone que est¨¢n ocupados con la gesti¨®n de gobierno.
Encuentros que hasta ahora se hab¨ªan mantenido fuera del horario de gesti¨®n administrativa.
Una agenda oficial condicionada por G¨¹rtel y la crisis
- El presidente, entre el interior y el exterior: Desde que el Tribunal Supremo reabri¨® el asunto de los trajes el pasado 12 de junio, el jefe del Consell ha concentrado su actividad en el Palau de la Generalitat y en el extranjero. Ha mantenido 18 reuniones p¨²blicas -protocolarias y de trabajo-, asistido a la entrega de cuatro premios, acudido a cuatro jornadas y a dos conferencias y una procesi¨®n. Ha inagurado o visitado nueve obras (La Fe, el Palacio de la Asegurada y la estaci¨®n de los Luceros del TRAM), acudido a cuatro sesiones del Parlamento y viajado a Mosc¨² 3 d¨ªas.
- El vicepresidente primero, pendiente del comercio y la industria: En el ¨²ltimo mes, Vicente Rambla ha presidido los plenos de las 5 c¨¢maras de comercio valencianas y presentado su Estrategia Pol¨ªtica Industrial a patronos y sindicatos. Difuminado tras el auto de Pedreira -que lo vuelve a implicar en los esc¨¢ndalos de G¨¹rtel-, Rambla mantiene una agenda m¨¢s que discreta.
- Gerardo Camps, concentrado en su despacho. El vicepresidente econ¨®mico ha optado por delegar en su equipo la mayor¨ªa de la agenda p¨²blica de la Consejer¨ªa de Econom¨ªa, Hacienda y Empleo. Tan s¨®lo se ha dejado ver en el Consejo de Pol¨ªtica Econ¨®mica y Fiscal y en unos pocos actos p¨²blicos, como la presentaci¨®n de un libro, unos premios, o la firma de un convenio.
- El responsable del ¨¢rea social, con la mirada en el PP: Juan Cotino ha presentado planes, visitado obras y firmado convenios. Su agenda p¨²blica, de un perfil tan bajo que ha eludido presentar el decreto de medidas urban¨ªsticas, coincide con su pretensi¨®n de relanzar la imagen del Consell en el seno del PP. En este contexto, Cotino ha intentado sortear las cr¨ªticas de la oposici¨®n por las contrataciones de la Generalitat con Sedesa, la empresa de su familia.
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