Despu¨¦s de la crisis, Catalu?a
Nuestra sociedad hipercomunicada es capaz de las mayores incomunicaciones. Apenas han suscitado informaciones y comentarios dos entrevistas, emitidas con poco m¨¢s de una semana de intervalo con motivo del octog¨¦simo cumplea?os de Jordi Pujol, presidente de Catalu?a desde 1980 hasta 2003. Se trata de dos documentos excepcionales, tanto la primera entrevista, emitida el 9 de junio en directo, como la segunda, un documental montado a partir de varias entrevistas realizadas desde principios de mayo y emitida este pasado jueves, ambas por TV-3. La duraci¨®n es similar, casi una hora, y similares los temas suscitados; pero son muy distintas en viveza y frescura, mayores en las preguntas y el talento period¨ªstico de Josep Cun¨ª, y en dramatismo y en lenguaje visual, extraordinarios en la realizada de Manuel Huerga, con preguntas de Miquel Calzada. Lo extra?o es que estos dos documentos, de valor noticioso pero tambi¨¦n hist¨®rico hayan conseguido limitar su repercusi¨®n a las p¨¢ginas y columnas de televisi¨®n.
Jordi Pujol celebra su su 80 aniversario con dos magn¨ªficas entrevistas en TV-3, llenas de sombras sobre el futuro
De las dos horas de conversaciones solo quiero destacar un hilo tem¨¢tico. Europa no tiene proyecto. El catalanismo ha agotado su camino. Espa?a es una naci¨®n fuerte y avasalladora que terminar¨¢ comi¨¦ndose a Catalu?a y su lengua. El independentismo merece una simpat¨ªa comprensiva e indulgente: pero hay pocas dudas sobre su irrealismo e inviabilidad pol¨ªtica, no econ¨®mica evidentemente. Pujol no quiere decir con todas las palabras todas estas cosas, duras como pedernal, porque no quiere convertirse en un personaje de la desesperanza. Pero eso es lo que se trasluce de sus palabras, y sobre todo de los funerales de Sefarad, el mito po¨¦tico creado por Salvador Espriu sobre una Espa?a reconciliada y plural, que anuncia y declara una y otra vez con palabras graves e incluso solemnes: "El camino est¨¢ cerrado"; "la soluci¨®n de Espriu y de Vicens Vives no ha funcionado, y ahora nos ofrecen que liquidemos esto de Catalu?a en 30 o 40 a?os"; "la respuesta que nos llega ahora desde Espa?a es que no somos nada, que Espa?a debe ser como Francia, una sola lengua y una sola cultura, el resto no existe".
No sabemos c¨®mo ser¨¢ el paisaje del mundo despu¨¦s de la crisis. Lo ¨²nico que conocemos es el grado de desconcierto y desorientaci¨®n, de la que son una medida estos dos magn¨ªficos documentos televisivos sobre Pujol. "Hay que encontrar de nuevo el camino", dice el presidente. "No tenemos una f¨®rmula de recambio a lo que inspir¨® y funcion¨® durante la transici¨®n", a?ade. El notario Juan Jos¨¦ Burniol, en sinton¨ªa con Pujol en esta cuesti¨®n, ha se?alado que ya no quedan m¨¢rgenes: o la Espa?a federal que la propia Espa?a real no admite o la independencia. Nadie, desde el campo nacionalista, apuesta ya por recuperar aquellos caminos del di¨¢logo y del respeto anhelados por Espriu en La Pell de Brau; tampoco o apenas desde fuera de Catalu?a, aclar¨¦moslo.
Pujol es un h¨¦roe de la retirada, como lo han sido los grandes pol¨ªticos del siglo XX. Artistas del repliegue desde posiciones ideol¨®gicas encastilladas hacia el pragmatismo. Pero en su caso con una paradoja: eran muy pocos los encastillados al principio; no tuvieron muchos problemas en someterse al realismo, que utilizaron, leg¨ªtimamente por supuesto, para acrecentar sus filas. Ahora son m¨¢s: Catalu?a se halla en una posici¨®n incomparablemente ventajosa con relaci¨®n a hace 50 a?os, cuando Pujol empez¨® sus combates, pero son muchos m¨¢s los decepcionados y embravecidos. Cabe preguntarse, por tanto, hasta qu¨¦ punto esta sensaci¨®n de fracaso es producto de la coyuntura o amenaza con quedar incrustada en las futuras relaciones entre catalanes y espa?oles.
Antoni Castells, consejero de Econom¨ªa y destacado dirigente del ala m¨¢s catalanista del PSC, proporcion¨® la semana pasada un inicio de respuesta al callej¨®n sin salida del nacionalismo en la jornada organizada por EL PA?S bajo el t¨ªtulo Catalunya despr¨¦s de la crisis. "Estamos a punto", dijo. Catalu?a se encuentra preparada como nadie m¨¢s en Espa?a para salir de la crisis y preparada para tirar de nuevo del crecimiento de Espa?a, con su econom¨ªa internacionalizada y sus exportaciones. No es verdad que est¨¦ perdiendo peso industrial en comparaci¨®n con Madrid, como dice el primer mandamiento de los decepcionados. Es la hora de Catalu?a y es la hora de la pol¨ªtica, remach¨® en un apasionado discurso con ecos del propio Pujol. Hay que volver a empezar. Sefarad est¨¢ viva. ?Despu¨¦s de la crisis? Catalu?a.
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