Caravaggio: ?hallazgo o turismo?
Un equipo de investigadores sostiene que ha identificado los restos del pintor y que este muri¨® en el fuerte espa?ol de Porto Ercole
El monumento a Caravaggio en Porto Ercole (Toscana) es un abigarrado conjunto escult¨®rico de hierro forjado. Contiene una espada enorme, los barrotes de una celda, una cruz de Malta, una manta extendida en el suelo, y en una esquina un monolito de piedra que no se sabe qu¨¦ hace ah¨ª. No resulta f¨¢cil encontrarle un atractivo. Pero la pieza tiene su sentido: est¨¢ situada sobre la fosa com¨²n donde en 1956 fueron hallados unos huesos humanos que ahora, tras un a?o de investigaci¨®n hist¨®rica combinada con pruebas de ADN y de carbono 14, parecen haber resuelto por fin un enigma de 400 a?os de edad.
Nadie sab¨ªa hasta ahora c¨®mo muri¨® y d¨®nde fue enterrado el tah¨²r, asesino y pendenciero genio del claroscuro (Mil¨¢n, 1571-1610). El desconocido historiador local de Porto Ercole, Alessandro Ferrini, un jubilado encantador que lleva a?os persiguiendo el rastro del pintor, ten¨ªa una teor¨ªa. Y seguramente es el que m¨¢s se ha acercado a la verdad.
Los huesos del pintor se encontraban en una fosa com¨²n
La ¨²ltima exposici¨®n de su obra fue visitada por 580.000 personas
Sus ¨²ltimos cuadros fueron dos de San Juan y una Magdalena
Alessandro Ferrini dio las pistas para encontrar los restos ¨®seos
Las pesquisas de este hombre modesto, ex capit¨¢n de la marina mercante que se define como "historiador diletante", dieron al equipo cient¨ªfico coordinado por el Indiana Jones italiano, Silvano Vinceti, una base s¨®lida para investigar.
"Gracias a ¨¦l pudimos encontrar el f¨¦mur, el trozo de cr¨¢neo, la mand¨ªbula y el trozo de calavera y confirmar tras realizar todas las pruebas cient¨ªficas que pertenec¨ªan a Caravaggio", explica Vinceti, que ha dirigido a un grupo de genetistas y antrop¨®logos por cuenta del Ministerio de Turismo italiano.
Porto Ercole es un lugar con historia : este peque?o puerto natural fue plaza militar espa?ola durante m¨¢s de dos siglos. Hoy viven aqu¨ª 3.200 personas y en sus muelles atracan m¨¢s de 1.000 yates y veleros. Solo hay un par de hoteles, pero har¨¢n falta m¨¢s si se queda finalmente aqu¨ª la reliquia de Caravaggio. De momento, el 3 de julio habr¨¢ una exposici¨®n temporal.
Mientras paseamos por la calle Caravaggio, Ferrini va contando los detalles de la historia. "La iglesia de San Sebasti¨¢n estaba justo en este punto", dice se?alando a la lavander¨ªa cercana al monumento. "Un d¨ªa encontr¨¦ en el archivo diocesano una carta del obispo fechada en 1629 que ordenaba al p¨¢rroco que sacaran los huesos de la iglesia y los pusieran en una fosa com¨²n. Ah¨ª encontramos los huesos".
Su hip¨®tesis sobre los ¨²ltimos d¨ªas de Caravaggio dar¨ªa para una gran novela. "Yo creo que muri¨® en el fuerte espa?ol de San Filippo tras un par de d¨ªas de agon¨ªa. En 1555, los espa?oles y los florentinos ocuparon el pueblo. Esto era como Gibraltar, estaba lleno de esp¨ªas y las barcas que iban de N¨¢poles a G¨¦nova paraban siempre aqu¨ª. El lunes 12 de julio de 1610 hab¨ªa tomado un velero en N¨¢poles. Iba cargado con sus cosas y sus cuadros", explica. "Iba a Roma, donde esperaba que el Papa le indultara de su condena a muerte. Los ¨²ltimos cuadros que hab¨ªa pintado en N¨¢poles, dos de san Juan y una Magdalena, eran el pago del indulto".
Pero Caravaggio no lleg¨® a Roma. "La primera parada desde N¨¢poles era Palo. Al llegar, Caravaggio fue arrestado y pas¨® dos d¨ªas en la c¨¢rcel. Los cuadros se quedaron a bordo. Pag¨® su libertad al carcelero. Al salir, pensando que el velero habr¨ªa seguido ruta hacia el norte, fue andando a Civitavecchia, y luego en barca hasta Porto Ercole. Debi¨® bajar en una playa cercana. Los guardias espa?oles lo encontraron y le llevaron al fuerte al ver que se trataba de un artista famoso y adem¨¢s Caballero del Rey espa?ol. Estaba muy enfermo, hac¨ªa mucho calor, y el d¨ªa 18 muri¨®. Probablemente de septicemia, a causa de la pu?alada que recibi¨® en la cara unas semanas antes".
Los marineros no fueron al norte. Volvieron a N¨¢poles con los cuadros y se los entregaron a la marquesa Sforza Colonna. No hay pruebas del desembarco de Caravaggio en Porto Ercole, su nombre no apareci¨® en el registro de defunciones. "Los espa?oles siempre anotaban todo, es muy raro que no lo hicieran", admite Ferrini. "La raz¨®n es que no quisieron decir que hab¨ªa muerto porque esperaban encontrar los cuadros en secreto".
?Suceder¨ªa as¨ª? ?Ser¨¢n ese f¨¦mur y ese cr¨¢neo de Caravaggio? Silvano Vinceti tiene la "certeza absoluta". Sus cient¨ªficos, un 85%. Claudio Strinatti, historiador del arte del Ministerio de Cultura e impulsor de la maravillosa exposici¨®n que han visto 580.000 personas en Roma, cree que es "conmovedor que en el 400? aniversario de su muerte el destino nos haya acercado a su cuerpo".
Habr¨¢ gente que dude. La pasi¨®n por Caravaggio es universal, 400 a?os son muchos y vendr¨¢n nuevas teor¨ªas. La pen¨²ltima es del historiador ingl¨¦s Graham Dixon. Su nuevo libro, que se publica ahora en Reino Unido, asegura que el pintor fue un proxeneta competente y que mat¨® a Ranuccio Tommasoni, otro chulo de mujeres, no por haber perdido un partido de pelota sino en un duelo de doble honor: por un asunto de cuernos y por otro de celos profesionales.
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