Bielsa recela del 'Mago' Valdivia
El mayor talento de Chile no jugar¨¢ ante Suiza por su desidia defensiva
Jorge Mago Valdivia es uno de esos jugadores que sin el bal¨®n no es nadie. Si lo pierde, se despreocupa y se dedica a descansar. No tapa, ni presiona ni baja a ayudar a sus compa?eros. As¨ª sucedi¨® en el estreno de Chile en el torneo, en la victoria sobre Honduras (1-0), que ha desatado una ola de optimismo en el pa¨ªs. Ahora bien, si Valdivia agarra la pelota, es el m¨¢s dotado de la selecci¨®n chilena para colocarla donde le d¨¦ la gana, siempre en posiciones de gol para sus delanteros.
Eso, sin embargo, no compensa su falta de esp¨ªritu defensivo a juicio de un entrenador tan obsesionado con la solidaridad como Marcelo Bielsa, que hoy prescindir¨¢ ante Suiza de las genialidades de Valdivia a cambio del gol de Humberto Suazo, recuperado ya de las molestias en un hombro. No es que sean incompatibles, como demostraron en una etapa triunfal en el Colo-Colo. Pero Bielsa entiende que con un volante de creaci¨®n, Mati Fern¨¢ndez, tiene bastante.
El medio es un verso libre que se resiste a la consigna estajanovista de su seleccionador
En comparaci¨®n, Valdivia es m¨¢s veloz y su toque es m¨¢s depurado. Mati, en cambio, participa mucho m¨¢s en el juego de Chile y es m¨¢s tenaz persiguiendo el bal¨®n y mostr¨¢ndose a sus compa?eros. Es m¨¢s trabajador, en definitiva. Dentro de un conjunto tan disciplinado como Chile, Valdivia es un verso libre. Se queja si no le pasan la pelota y se resiste a la consigna estajanovista de su entrenador. Claro que Bielsa es quien lo recuper¨® recort¨¢ndole a 10 partidos una sanci¨®n de 20 por culpa de una juerga que organiz¨® junto a otros compa?eros de selecci¨®n en un hotel de Puerto Ordaz, en Venezuela, en una concentraci¨®n de la Copa Am¨¦rica de 2007.
Precisamente, Valdivia naci¨® en Maracay (Venezuela) en 1983, hijo de un empleado chileno de la l¨ªnea a¨¦rea Lan que hab¨ªa sido desplazado a esa ciudad. All¨ª residi¨® los primeros a?os jugando con una pelota de espuma y aficion¨¢ndose al b¨¦isbol; fue hincha de los Tigres de Aragua.
Pero su padre, Luis, siempre fue fan¨¢tico del Colo-Colo y all¨ª comenz¨® a formarse su ni?o Jorge antes de destacar en el Universidad de Concepci¨®n. Su paso de un a?o por el Rayo Vallecano (un gol en cinco partidos) result¨® frustrante. Lo mismo que la experiencia en el Servette, suizo. Pero, de vuelta al Colo-Colo, encontr¨® su h¨¢bitat natural con Claudio Borghi en el banquillo y Suazo en la punta del ataque.
En 2006 se midi¨® con los futbolistas de la Liga brasile?a, consiguiendo 22 goles en 82 partidos con el Palmeiras, y le lleg¨® la oferta de su vida desde los Emiratos ?rabes: el Al Ain, su actual club, pag¨® 10 millones por su fichaje. All¨ª purg¨® sus desmanes con la selecci¨®n antes de que Bielsa decidiera recuperarlo. Y, aunque hoy se siente en el banquillo, tanto Bielsa como ¨¦l saben que se trata de un jugador distinto de los dem¨¢s, un mago para hacer desaparecer del campo a la herm¨¦tica Suiza.
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