La Iglesia cubana cree en una inminente liberaci¨®n de presos
Ra¨²l Castro recibe en La Habana al 'canciller' de la Santa Sede
El viaje a Cuba del canciller de la Santa Sede, Dominique Mamberti, concluy¨® ayer con un simb¨®lico encuentro con Ra¨²l Castro. La reuni¨®n con el presidente cubano fue el colof¨®n de una visita que ha servido de operaci¨®n de acompa?amiento diplom¨¢tico a la labor mediadora de la Iglesia cubana , y que deja el terreno preparado para lograr nuevos "frutos". Nadie sabe cu¨¢ndo se producir¨¢n las pr¨®ximas excarcelaciones de presos , ni cu¨¢ntos ser¨¢n, pero se da por seguro que habr¨¢ liberaciones y que ser¨¢ pronto.
El objetivo principal del viaje de Mamberti a La Habana no era lograr la excarcelaci¨®n de un grupo concreto de presos pol¨ªticos. M¨¢s bien, se trataba de respaldar a la Iglesia local y de fortalecer el in¨¦dito proceso de di¨¢logo abierto hace un mes por Castro y el cardenal Jaime Ortega. La mediaci¨®n de la jerarqu¨ªa cat¨®lica ha servido ya para que un prisionero de conciencia enfermo fuera liberado y para que otros 12 fuesen trasladados a c¨¢rceles cerca de sus hogares. Pero ahora se espera m¨¢s.
El r¨¦gimen y la Iglesia local quieren evitar cualquier injerencia extranjera
La lista de presos pol¨ªticos, que el Gobierno considera "mercenarios", es larga: son unos 190, de los cuales 55 son considerados por Amnist¨ªa Internacional prisioneros de conciencia, y 25 est¨¢n enfermos, seg¨²n datos del disidente Elizardo S¨¢nchez. Todos los ojos ahora est¨¢n puestos sobre ellos.
Desde el inicio, la jerarqu¨ªa cat¨®lica y el Gobierno han dejado claro un concepto: cualquier liberaci¨®n que se produzca ser¨¢ gracias a las gestiones de la Iglesia, no en atenci¨®n al Vaticano o a cualquier otro Gobierno extranjero. Se trata de un asunto "entre cubanos" y hay que verlo como un "proceso", recalcan ambas partes. "Di¨¢logo" es otra de las palabras clave.
"No hay soluci¨®n al problema de Cuba sin di¨¢logo", dec¨ªa ayer a EL PA?S el acad¨¦mico cubano-americano Carmelo Mesa-Lago, uno de los participantes en la X Semana Social Cat¨®lica, celebrada estos d¨ªas en La Habana. Este profesor em¨¦rito de la Universidad de Pittsburgh no viajaba a su pa¨ªs desde hace 20 a?os -por razones que s¨®lo el Gobierno conoce-, y su presencia en La Habana en s¨ª misma era noticia. Pero, m¨¢s a¨²n, lo eran sus opiniones.
Mesa-Lago se exili¨® en 1961 y en 1978 fue uno de los participantes en el famoso di¨¢logo humanitario con Fidel Castro, que al a?o siguiente permiti¨® la salida hacia Estados Unidos de 3.600 presos pol¨ªticos y abri¨® las puertas a las visitas de los emigrados. El actual di¨¢logo entre la Iglesia y el Gobierno de Ra¨²l Castro es, a su juicio, "importante" porque "abre una oportunidad" para Cuba en estos momentos cr¨ªticos. Si se logra romper la "inercia" y desatascar el problema de los presos, piensa, eso posibilitar¨ªa otros avances.
Para ¨¦l, lo sucedido durante la Semana Social Cat¨®lica ha sido un buen ensayo: una reuni¨®n de cubanos -residentes en la isla y en el exterior- que se sientan serenamente a debatir los problemas de Cuba y hablan de la necesidad de reformas o de la importancia de la tolerancia y la reconciliaci¨®n, es el principio del camino que m¨¢s tarde o m¨¢s temprano deber¨¢ andar el pa¨ªs.
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