Suspense y calculadora

El partido empez¨® muy pronto. Exactamente a las 16.00. Me he emplazado a observar si lo de Suiza y lo de Chile es tan amenazante como los especialistas en Bielsa anuncian. Les dir¨¦ que me lo he pasado bien, que el partido, en su intensidad, me ha hecho olvidar el sonido de las vuvuzelas de tal forma que se confirma que si el partido transmite emoci¨®n, uno (al menos yo) se olvida de todo lo de la parte externa al campo. Y el partido entre chilenos y suizos me ha tra¨ªdo suspense y muchas vibraciones. No ser¨ªa capaz de decir si el partido ha sido bueno o malo pero les confieso que me lo he pasado bien, no me he despegado de la pantalla y el ¨²nico momento en el que he hecho zapping, el ¨¢rbitro saud¨ª ha dejado a los suizos con uno menos.

No s¨¦ si en el autob¨²s de Espa?a hay alg¨²n jugador especialista en estad¨ªstica pero me imagino a Julio Salinas con su calculadora humana trabajando todas las opciones y las posibilidades que Espa?a deber¨ªa cumplir en esta segunda jornada para dejar el camino despejado a los cuartos de final. Y me imagino a alguna otra voz record¨¢ndole que lo primero es ganar, sumar tres puntos y recobrar las buenas sensaciones. Pero Julio insistir¨ªa en que tan importante como ganar es la diferencia de goles ya que esa nos abrir¨ªa un poquito m¨¢s esa puerta a octavos y no solo eso, sino que tendr¨ªamos la manilla de la puerta en la mano para ser nosotros los que nos situemos ante la ¨²ltima jornada con todo en la mano.

En eso nos entretendr¨ªamos mientras el autob¨²s nos acercase al estadio y en eso me he entretenido yo, sin saber si en los minutos finales del duelo entre chilenos y suizos nos interesaba que Suiza empatase o si era mejor que Chile lograse una mayor diferencia que emborronase el coeficiente de nuestros verdugos.

Y he recordado las palabras de aquel entrenador que siempre nos recordaba que antes del segundo gol hay que marcar el primero y que no hay nunca partido f¨¢cil en un Mundial. Pero la selecci¨®n ahuyenta r¨¢pido a todos los fantasmas, toma el pulso al Jabulami y comienza a hacer correr a Honduras detr¨¢s de la pelota. Ya s¨¦ que ahora vendr¨¢ quien nos diga que no son los hondure?os una potencia, pero sustos m¨¢s grandes ha habido en este Mundial. Seg¨²n discurr¨ªan los minutos volv¨ªa a sentir que Villa era capaz de todo, que Navas desbordaba con facilidad y que el f¨²tbol, sal¨ªa fluido, sencillo, simple, desde los jugadores del centro del campo. Me ha dado tiempo hasta para agradecer el detalle de Casillas de volver al verde en su camiseta, color que siempre me ha dado la sensaci¨®n de estar ligado a la buena fortuna. Y poco a poco me he ido centrando en volver a la calculadora para saber si nos interesaba marcar m¨¢s y dejar a Honduras fuera del Mundial o si nos interesa, por el contrario, que siga en la pomada y que en su encuentro con Suiza tengan a¨²n posibilidades para clasificarse.

Estoy seguro de que si llega a estar Salinas, all¨ª mismo, hubiera desplegado sus capacidades para el c¨¢lculo y nos hubiera dado el resultado perfecto. Pero hoy me voy a la cama con el regusto de haber vuelto a ver a la selecci¨®n que esperaba, con la sensaci¨®n de que tren espa?ol ha vuelto a la buena v¨ªa y de que, tal vez, son otros los que han empezado a manejar la calculadora para no verse las caras con los nuestros.