Mario Picchi, fundador del Proyecto Hombre
La ONG naci¨® en Italia para ayudar y rehabilitar a drogadictos
"Ha muerto un gigante de la caridad". Con estas palabras, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, record¨® al sacerdote Mario Picchi, fallecido el 29 de mayo en el hospital Fatebenefratelli de la capital italiana. Ten¨ªa 80 a?os, llevaba 40 como impulsor y alma del Centro Italiano de Solidaridad (CeIS) y del Proyecto Hombre para la recuperaci¨®n humana y social de los j¨®venes drogadictos.
Esbelto, de mirada y modales francos, hab¨ªa nacido en Pav¨ªa (unos 50 kil¨®metros al sur de Mil¨¢n) en 1930. Fue ordenado sacerdote en 1957 y, al cabo de 10 a?os, fue convocado a Roma para desempe?ar el encargo de capell¨¢n en la Obra Pontificia de Asistencia. En aquel momento su vida cambi¨® para siempre y su servicio eclesi¨¢stico ya no abandon¨® nunca la labor activa en la sociedad. En 1968 empez¨® a reunir los primeros grupos de voluntariado, que se consolidaron a partir de 1970 en la dedicaci¨®n a los drogodependientes. Naci¨® as¨ª el Centro Italiano de Solidaridad (CeIS), que ha llegado a ser una de las experiencias m¨¢s significativas de la lucha contra las drogas en Italia y en el resto de Europa.
Gracias a este sacerdote naci¨® el Centro Italiano de Solidaridad
Le impulsaba el deseo de recuperaci¨®n de la dignidad humana
En aquellos primeros tiempos, se trataba de un peque?o zagu¨¢n siempre abierto hacia la calle, en la plaza Benedetto Cairoli, en el centro de Roma, en un palacio de la Santa Sede cedido por el papa Pablo VI. Picchi y su tropel de voluntarios -maestros, obreros, artistas, estudiantes, profesionales, ciudadanos de a pie- atend¨ªan a j¨®venes con dificultades. Marginados, vagabundos sin techo, sin familia, muchos enfermos por la adicci¨®n a las drogas. El local se encontraba justo en el coraz¨®n de la urbe eterna, entre Campo de Fiori, la plaza de Santa Mar¨ªa de Trastevere y la plaza de Espa?a. All¨ª se citaban y vivaqueaban camellos y toxic¨®manos. All¨ª, Don Picchi les acog¨ªa, escuchaba, les proporcionaba cuidados y formaci¨®n.
Desde los comienzos -como se lee en el estatuto del CeIS- los integrantes de esta organizaci¨®n intentaron vivir valores del voluntariado como gratuidad, solidaridad, justicia. En 1985, el Consejo Econ¨®mico y Social de las Naciones Unidas reconoci¨® el CeIS como organizaci¨®n no gubernamental. Don Picchi colabor¨® con la Uni¨®n Europea, con el Ministerio de Exteriores italiano y con varios pa¨ªses en proyectos contra la marginaci¨®n de los drogadictos. Sus programas terap¨¦uticos y educativos se inspiran en una filosof¨ªa de intervenci¨®n denominada Proyecto Hombre, que ha echado ra¨ªces tambi¨¦n en Espa?a. El hombre y su dignidad fueron el origen y el fin de la vida de Mario Picchi. El hombre, con sus debilidades, sus ca¨ªdas y sus infinitos recursos para volver, cada vez, a levantarse. Su trabajo, su misi¨®n y su obra editorial part¨ªan de ese mismo punto: un nuevo, consciente y convencido humanismo.
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