Enfermos de 'extranjeritis'

La campana, para Italia, sonaba desde hace m¨¢s de un a?o, pero todos han hecho como si no la escucharan. Un juego penoso en la Copa Confederaciones, tres goles encajados de golpe ante Nueva Zelanda, pero no, todos a decir que en el fondo aquello era normal, porque ya se sabe que Italia da el m¨¢ximo solo en las citas que cuentan de verdad. En tiempos m¨¢s cercanos, en los amistosos previos a la salida hacia Sud¨¢frica, la campana volvi¨® a sonar. Ni sombra de un juego coral, futbolistas que parec¨ªan que acababan de verse por primera vez en un terreno de juego, algunos fuera de sitio, pero de nuevo, todos tranquilos: solo en el Mundial, como ya hab¨ªa pasado en Espa?a 82 con Bearzot, y luego con el mismo Lippi en Alemania 2006, se ver¨ªa a la verdadera Italia. Que no se ha visto, ahora se puede decir, y los comentarios pasionales en los peri¨®dicos hablan de verg¨¹enza y deshonra. En realidad, los cr¨ªticos m¨¢s optimistas pronosticaban una salida de escena en los octavos: este equipo, de verdad, m¨¢s no pod¨ªa dar.

Solo se puede predicar, una vez m¨¢s, un poco de sentido com¨²n y m¨¢s atenci¨®n en los j¨®venes

Y aqu¨ª hay que decir que la satisfacci¨®n de ver a Francia, la vieja enemiga, caer eliminada ha durado muy poco, porque con les bleus han vuelto a casa tambi¨¦n los azzurri. De la final de Berl¨ªn solo quedan algunas part¨ªculas coloradas.

En la rueda de prensa posterior a la derrota contra Eslovaquia, Lippi ha asumido todas las responsabilidades. Era lo m¨ªnimo que pod¨ªa hacer, es m¨¢s, con aquellas palabras categ¨®ricas, ofreciendo el pecho a los fusiles, ha evitado preguntas m¨¢s espec¨ªficas y duras. A saber: ?Por qu¨¦ ha cambiado tres veces de dibujo t¨¢ctico en tres partidos? ?Por qu¨¦ ha dado confianza al in¨²til de Pepe y se la ha negado a Quagliarella que, en 45 minutos de partido contra Eslovaquia ha hecho m¨¢s que los dem¨¢s delanteros juntos en tres partidos? ?Por qu¨¦ ha dejado en casa todos aquellos que pod¨ªan crear problemas (disciplinarios y de juego) pero que algo de talento s¨ª ten¨ªan? Y aqu¨ª, seg¨²n la geopol¨ªtica, empiezan a salir los mismos nombres: Cassano, Totti, Del Piero y Balotelli. Personalmente, yo habr¨ªa convocado solo a Totti, a pesar de la imagen pel¨ªn deca¨ªda despu¨¦s del patad¨®n que le propin¨® a Balotelli. Le habr¨ªa llamado como hombre para la ¨²ltima media hora, y se lo habr¨ªa dicho claro desde el principio.

Pero si solo consideramos a los jugadores a disposici¨®n del t¨¦cnico, y nos los imaginamos en otras condiciones f¨ªsicas y mentales, pues sigo convencido que, contra Paraguay, Nueva Zelanda y Eslovaquia, se podr¨ªa haber hecho algo m¨¢s para no terminar los ¨²ltimos en el grupo m¨¢s f¨¢cil. Para consuelo de Italia, ni siquiera est¨¢ el hecho de haber sido eliminada por un grande. Si Lippi se ha equivocado gravemente sobrevalorando su carisma o esperando en la aparici¨®n del stellone italico (pero la suerte ya le hab¨ªa ayudado claramente en 2006) hay que subrayar la responsabilidad de la Federaci¨®n, que volvi¨® a llamar a Lippi, y del presidente Abete, que ha apostado por el pasado. Anunciar, adem¨¢s, con tanta antelaci¨®n que despu¨¦s del Mundial el banquillo lo ocupar¨ªa Prandelli tampoco ha sido una decisi¨®n feliz.

Ahora Prandelli tendr¨¢ que reconstruir sobre las cenizas. Y el f¨²tbol italiano, sobre todo el rico, est¨¢ demasiado enfermo de extranjeritis para facilitarle el trabajo. Obviamente, la derrota de Italia est¨¢ siendo cabalgada pol¨ªticamente por la Liga Norte

[partido independentista del Norte de Italia] que pide el bloqueo a los extranjeros, como ocurri¨® en 1966 despu¨¦s de la derrota contra Corea del Norte. Quiz¨¢s no sepa la Liga Norte que existe la Ley Bosman. Las importaciones no se pueden bloquear, solo se puede predicar, una vez m¨¢s, un poco de sentido com¨²n y m¨¢s atenci¨®n en los j¨®venes. Bien es verdad que en Espa?a, Inglaterra y Alemania los seleccionadores tiene donde elegir entre los equipos de arriba. En Italia, en cambio, los cuatro primeros del ¨²ltimo campeonato solo eran representados, de inicio, por el milanista Zambrotta y el romanista De Rossi. Los dem¨¢s, puede que buenos en Italia, se han mostrado casi todos no ¨²tiles para la exportaci¨®n.

Gianni Mura es escritor italiano y periodista de La Repubblica.