Clanes, odio y guerra en Kirguizist¨¢n
El pa¨ªs ex sovi¨¦tico celebra hoy un refer¨¦ndum para salir de la crisis pol¨ªtica
El sue?o de un peque?o para¨ªso democr¨¢tico y multicultural en Asia Central est¨¢ amenazado. Kirguizist¨¢n, uno de los cinco Estados centroasi¨¢ticos surgidos del derrumbe de la URSS en 1991, celebra hoy un refer¨¦ndum para legitimar el proceso pol¨ªtico que se inici¨® con el derrocamiento del presidente Kurmanbek Bak¨ªyev en abril. A plebiscito se somete una constituci¨®n de corte parlamentario y la presidencia interina de Rosa Otunb¨¢yeva hasta fin de 2011.
La revoluci¨®n de abril, que enfrent¨® entre s¨ª a los l¨ªderes de la revoluci¨®n de los tulipanes en 2005, ha irradiado inestabilidad. Como m¨ªnimo 264 personas perecieron y miles sufrieron heridas en los enfrentamientos ¨¦tnicos entre kirguises y uzbekos que se desataron en la noche del 10 al 11 de junio primero en Osh y luego en Jalalabad. Estas provincias meridionales est¨¢n en el poblado valle de Fergan¨¢. All¨ª, los lindes de Kirguizist¨¢n, Uzbekist¨¢n y Tayikist¨¢n trazados por las autoridades sovi¨¦ticas son hoy fronteras estatales, tortuosas y disputadas.
El Gobierno acusa a los islamistas de buscar un califato en Asia central
El sur de Kirguizist¨¢n es la tierra de origen de la familia Bak¨ªyev, a la que la revoluci¨®n ha privado de su base de poder e ingresos. Detenido por participar en los disturbios ha sido Sanzhar, sobrino de Bak¨ªyev. Los hermanos del presidente, Ajmat y Janish, que controlaban todo el sur, han huido. Kurmanbek Bak¨ªyev, a su vez, est¨¢ en Minsk y es utilizado en la guerra particular del l¨ªder bielorruso Alexandr Lukashenko contra Rusia. Maxim, el hijo de Kurmanbek, ha pedido asilo en Londres.
El clan de los Bak¨ªyev no es la ¨²nica fuerza tras la ola de salvajismo que oblig¨® a huir a centenares de miles de personas, entre ellas cerca de 80.000 que se refugiaron en Uzbekist¨¢n. Durante los disturbios, militares kirguises ayudaron a los kirguises ¨¦tnicos y les facilitaron armamento y carros blindados. Por su parte, el servicio de seguridad de Kirguizist¨¢n ha responsabilizado al Movimiento Isl¨¢mico de Uzbekist¨¢n (MIU) y la Uni¨®n de la Dzhidaj Isl¨¢mica. Seg¨²n esa versi¨®n, estos grupos, cuyo fin es convertir Asia Central en un califato, actuaron a sueldo de los Bak¨ªyev, a partir de Pakist¨¢n, Afganist¨¢n y, v¨ªa Tayikist¨¢n, infiltraron a sus provocadores, entre ellos guerrilleros uzbekos y narcotraficantes tayikos.
La Organizaci¨®n del Tratado de Defensa Colectiva (formada por Rusia y pa¨ªses aliados, entre ellos Kirguizist¨¢n, Kazajist¨¢n y Uzbekist¨¢n), se ha limitado a enviar a Osh esta semana a un grupo operativo temporal dirigido por un general ruso y ha prometido al Gobierno kirgu¨ªs helic¨®pteros, carros de combate y equipo, eso s¨ª bajo control de los pa¨ªses que lo presten.
En situaci¨®n delicada est¨¢ Uzbekist¨¢n. Su presidente, Islam Kar¨ªmov, ha mantenido la sangre fr¨ªa y no ha dado un paso en falso, pese a las presiones de sus nacionalistas para que defienda a los uzbekos de Kirguizist¨¢n. El r¨¦gimen de mano dura de Uzbekist¨¢n teme a los ciudadanos kirguises de etnia uzbeka, que est¨¢n acostumbrados a un clima de libertad tanto pol¨ªtica como religiosa. Sin embargo, Uzbekist¨¢n abri¨® la frontera a mujeres y ni?os, que han permanecido en campamentos hasta esta semana, cuando han sido obligados a regresar a Kirguizist¨¢n.
El Gobierno kirgu¨ªs hubiera preferido demorar el retorno de estos uzbekos a sus hogares incendiados y destruidos en Osh y Jalalabad. La comunidad uzbeka supone un 14% de los 5,2 millones de habitantes de Kirguizist¨¢n, aunque en el sur la concentraci¨®n es mucho mayor y en algunos distritos supera el 90%. La comunidad uzbeka, de tradici¨®n agraria y comercial, es percibida como m¨¢s adinerada por los kirguises, de tradici¨®n n¨®mada. Los kirguises j¨®venes emigrados del campo a la ciudad y con deficiente escolarizaci¨®n creen tener derechos especiales como titulares de Kirguizist¨¢n, seg¨²n explicaba una historiadora uzbeka en Bishkek.
El Gobierno kirgu¨ªs ha deso¨ªdo las reivindicaciones de los uzbekos para que la constituci¨®n sometida a refer¨¦ndum recoja el derecho de la minor¨ªa uzbeka a institucionalizar su propia lengua como oficial en sus zonas de residencia compacta.
Entre la cincuentena de arrestados tras los disturbios hay varios l¨ªderes y un conocido defensor de derechos humanos de la comunidad uzbeka. Incierto es el futuro de la universidad privada de Jalalabad, fundada por el potentado uzbeko Kardizh¨¢n Bat¨ªrov, que ha huido.
En 1990, kirguises y uzbekos se enfrentaron en Osh, cuando el l¨ªder comunista local reparti¨® tierras de uzbekos a kirguises. Aquellas tensiones se difuminaron durante el mandato del primer presidente de Kirguizist¨¢n, el matem¨¢tico Askar Ak¨¢yev, que hizo mucho por desarrollar el concepto de ciudadano de Kirguizist¨¢n. Ahora, algunos son pesimistas.
De 1996 a 2003, el periodista Elmurad Zhusupal¨ªev, logr¨® definirse como ciudadano de Kirguizist¨¢n en el apartado de su pasaporte destinado a la nacionalidad (un concepto de la ¨¦poca sovi¨¦tica que se refiere a la identidad cultural y ¨¦tnica con la que el ciudadano se identifica, y que es diferente del de ciudadan¨ªa). En 2003, las autoridades kirguises le exigieron una definici¨®n nacional. Entre sus dos abuelas kirguises, su abuelo uigur y su otro abuelo uzbeko, opt¨® por la nacionalidad de este ¨²ltimo, aunque hubiera preferido seguir siendo solo ciudadano de Kirguizist¨¢n.
Datos clave
- 1991. Declaraci¨®n de independencia con Askar Akayev como presidente, quien repite mandato en 1995 y 2000 en unas elecciones poco transparentes.
- El fraude de las elecciones de 2005 y la detenci¨®n de varios opositores provoca la Revoluci¨®n de los tulipanes que termina con Akayev.
- Bak¨ªyev, elegido presidente, nombra primer ministro al opositor Felix Kulov. El Gobierno de unidad se quiebra en 2006.
- En abril de 2010, una nueva revoluci¨®n expulsa a Bak¨ªyev del poder. En su lugar es elegida Roza Otunbayeva.
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