Dos categor¨ªas de v¨ªctimas

La inmensa mayor¨ªa de los espa?oles ha seguido con inter¨¦s la unanimidad del Congreso de los Diputados para aprobar medidas reparadoras complementarias, a fin de que no quedase fleco que cubrir para amparar las secuelas del terrorismo en los afectados y sus familias.

Resulta l¨®gico el acuerdo adoptado, sin que parezca que fuese necesario la expresi¨®n de la demanda social para justificarlo, ni objetar la crisis econ¨®mica para llevarlo a efecto, por cuanto se trata de hacer valer principios de justicia y humanidad al que tienen derecho, quienes han visto truncadas sus vidas inesperadamente por una mano asesina, e intentar paliar as¨ª tanto dolor.

Pero si aplic¨¢semos a estas v¨ªctimas las medidas reparadoras aprobadas por el Parlamento -con la honrosa excepci¨®n de ERC y la deshonrosa del PP-, hacia las v¨ªctimas del franquismo, nos hallar¨ªamos entonces ante uno de los mayores esc¨¢ndalos parlamentarios desde el advenimiento de la democracia ante tama?a injusticia, despu¨¦s de todo el esfuerzo realizado por concienciar y visibilizar ante la sociedad espa?ola el significado y la necesidad de llevar a la pr¨¢ctica, y no solo a los discursos, aquello de "Verdad, Justicia y Reparaci¨®n", practicado en el caso de las v¨ªctimas del terrorismo y negado a las v¨ªctimas de la violencia del Estado que practic¨® el franquismo. Ambas heridas no las cierra el tiempo, ni una Ley de la Memoria Hist¨®rica injusta a sabiendas, sino la acci¨®n de la justicia.