Abu Zayd, islam y modernidad
El fallecimiento del intelectual egipcio Nasr Hamid Abu Zayd en El Cairo me ha causado una profunda tristeza. Lo conoc¨ª en noviembre del a?o pasado en Madrid y enseguida se produjo entre los dos una profunda sinton¨ªa tanto personal como intelectual en la actitud cr¨ªtica hacia las religiones y en la aproximaci¨®n al estudio cient¨ªfico del fen¨®meno religioso, y muy especialmente del islam, religi¨®n seguida por m¨¢s de 1.300 millones de creyentes. Coincid¨ª con ¨¦l en la Casa ?rabe, donde tuve el honor de presentar su ¨²ltimo libro, El Cor¨¢n y el futuro del Islam, editado por Herder, verdadero testamento intelectual.
Abu Zayd es reconocido como uno de los principales reformadores del islam y como referente de los movimientos musulmanes renovadores. Sus investigaciones se centran en la hermen¨¦utica del Cor¨¢n, donde ha hecho aportaciones relevantes recogidas en obras muy difundidas en el mundo isl¨¢mico y en el entorno cultural occidental. He aqu¨ª algunas: El concepto del texto: un estudio de las ciencias cor¨¢nicas; Cr¨ªtica del discurso isl¨¢mico; Repensando el Cor¨¢n: hacia una hermen¨¦utica humanista; Reforma del pensamiento isl¨¢mico: un an¨¢lisis hist¨®rico cr¨ªtico; Mujeres en el discurso de la crisis; Texto: autoridad y verdad, etc¨¦tera.
Fue un investigador cr¨ªtico y planteaba preguntas iconoclastas
El intelectual egipcio entiende el Cor¨¢n no como un texto muerto, congelado en el tiempo y objeto de citas para justificar posturas conservadoras o liberales, sino como fen¨®meno vivo, discurso abierto, composici¨®n a partir de "diversos discursos", escritura contextual y di¨¢logo de la divinidad con los seres humanos. Es un texto polif¨®nico, en el que hablan muchas voces e interact¨²an numerosos lenguajes y g¨¦neros literarios. El Cor¨¢n habla a una comunidad de oyentes para informarla, instruirla y moverla a actuar de una determinada manera. El car¨¢cter dial¨®gico del Cor¨¢n contin¨²a hoy en la interacci¨®n entre la comunidad que lo lee y el texto. Abu Zayd no es un apologeta del islam, sino un investigador cr¨ªtico que estudia el Cor¨¢n en su contexto y los conceptos de los diversos tipos de discurso. Se pregunta en qu¨¦ sentido puede decirse que el Cor¨¢n es palabra de Dios: ?es palabra de Dios traducida al lenguaje humano?; ?lo es en su literalidad?; ?solamente en lengua ¨¢rabe? Son preguntas que resultan provocativas e iconoclastas entre los sectores integristas, pero imprescindibles para un investigador. A partir de aqu¨ª somete a revisi¨®n conceptos teol¨®gicos claves como la inspiraci¨®n y la revelaci¨®n.
Abu Zayd establece con extraordinaria inteligencia un puente de comunicaci¨®n entre la tradici¨®n musulmana y el mundo moderno con las se?as de identidad de cada uno: pluralismo pol¨ªtico, libertad y justicia social, hospitalidad, derechos de las minor¨ªas, de las mujeres, etc¨¦tera. El islam, constata, est¨¢ viviendo hoy la tensi¨®n entre la tradici¨®n y la modernidad, recibe cr¨ªticas tanto de los tradicionalistas musulmanes como de los progresistas occidentales, recibe y tiene que enfrentarse a los estereotipos inscritos en el imaginario cultural de Occidente sobre ¨¦l y al fundamentalismo.
El intelectual egipcio tiene una comprensi¨®n abierta de los dogmas, que concibe como verdades relacionales: "?Nuestros dogmas son verdad para nosotros!". Pasa del cierre a la apertura de la puerta de la interpretaci¨®n, del literalismo textual a la istihad, interpretaci¨®n creadora: esa es la actitud con la que Abu Zayd intenta responder a los integrismos religiosos.
Esta peculiar interpretaci¨®n del Cor¨¢n acarre¨® a Abu Zayd numerosos problemas con la ortodoxia isl¨¢mica y con los tribunales de justicia, quienes le declararon culpable de apostas¨ªa y dictaron la anulaci¨®n de su matrimonio, alegando que una mujer musulmana no pod¨ªa estar casada con un ap¨®stata. A principios de los noventa fue vetado para acceder a profesor titular de la universidad, bajo la acusaci¨®n de "afrentas claras a la fe isl¨¢mica". Fue objeto de violaci¨®n de derechos humanos como libertad de expresi¨®n, libertad de investigaci¨®n y libertad de c¨¢tedra, y de atentado contra la intimidad familiar. El final de esta persecuci¨®n fue dejar su pa¨ªs natal. Desde 1995 vivi¨® en Holanda con su esposa y fue profesor visitante en la Universidad de Leiden y catedr¨¢tico en la Universidad de Utrech.
Abu Zayd estuvo muy vinculado a Espa?a. No pocos de los estudiantes, profesores e investigadores de estudios ¨¢rabes e isl¨¢micos se formaron leyendo sus obras y disfrutando de su amistad y de su car¨¢cter abierto. Mantuvo una estrecha sinton¨ªa intelectual con la directora de Casa ?rabe, la profesora Gema Mart¨ªn Mu?oz, quien le nombr¨® asesor. Su muerte nos deja en un estado de orfandad, solo aliviada por su legado intelectual, que nos acompa?ar¨¢ siempre.
Juan Jos¨¦ Tamayo es director de la c¨¢tedra de Teolog¨ªa y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid, y autor de Islam. Cultura, religi¨®n y pol¨ªtica (Trotta, Madrid, 2010, 3? ed.).
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