Calles de Cerdanyola a¨²n tienen restos de amianto sin tratar
Catorce a?os despu¨¦s del cierre de Uralita, el municipio contin¨²a contaminado
Es un talud de unos cuatro metros de altura dispuesto a lo largo de un centenar de metros de la calle Cardener. All¨ª, mezclado con la tierra y entre ra¨ªces de malas hierbas, permanecen restos de amianto , el mineral milagroso de los a?os cincuenta que ha dejado un legado de decenas de muertes y cientos de enfermos en Cerdanyola del Vall¨¨s (Barcelona). Casi 14 a?os despu¨¦s del cierre de la f¨¢brica de Uralita, y pese a estar catalogado como un "afloramiento de residuos" t¨®xicos, la desidia de las Administraciones y la falta de medios han retrasado la descontaminaci¨®n del suelo hasta hoy. Las previsiones son que a finales de este a?o la zona sea cubierta con una malla aislante y enterrado bajo m¨¢s tierra.
Los habitantes del municipio se han acostumbrado a cohabitar con el amianto desde que hace m¨¢s de un siglo Uralita se instal¨® en la zona. El mineral sigue en el subsuelo, alterando la vida de los vecinos, encareciendo obras y minando las arcas municipales. ?Hace falta un paso bajo las v¨ªas del tren? Imposible construirlo. El municipio descansa sobre un cementerio de amianto. Los ¨¢rboles se plantan en macetas, para que sus ra¨ªces no traspasen la malla, y construir un edificio puede costar el doble porque sus cimientos deben ser especiales.
La regidora de Educaci¨®n de la ciudad, Esther Gonz¨¢lez, sentencia: "Cerdanyola est¨¢ contaminada". Pero nadie sabe cu¨¢nto. Uralita se desarroll¨® r¨¢pidamente desde 1907, hasta ocupar 12 enormes factor¨ªas situadas en hilera a lo largo de 1,5 kil¨®metros. El pueblo creci¨® con ella y se construyeron barrios enteros a su alrededor, justo encima de los residuos que Uralita hab¨ªa ido abocando de forma incontrolada. Las calles de la ciudad se compactaban con trozos de amianto, para evitar el barro. Cuando se asfaltaron, nadie lo retir¨®. Y ah¨ª sigue.
El ¨²nico estudio que existe sobre los residuos de amianto provenientes de la f¨¢brica Uralita lo hizo la Diputaci¨®n de Barcelona en 1997 por encargo del Ayuntamiento de Cerdanyola. En este informe apuntaba la presencia de fragmentos de fibrocemento en varios taludes y solares pr¨®ximos a los terrenos que ocup¨® su f¨¢brica, adem¨¢s de un camino rural. El Ayuntamiento afirma que todos estos puntos han sido descontaminados, a excepci¨®n del talud.
Pero eso no significa que no quede amianto. El propio Ayuntamiento admite que los t¨¦cnicos de la Diputaci¨®n se limitaron a visitar puntos donde ya se sab¨ªa de la existencia de residuos y ninguna Administraci¨®n ha buscado m¨¢s all¨¢. Se lo plantearon, dice la concejala de Urbanismo y Medio Ambiente, Laura Mart¨ªnez. El problema: "Vale una fortuna".
No se busca amianto. Pero s¨ª se encuentra. A toneladas. Para esos casos, lo ¨²nico que existe es un protocolo de actuaci¨®n de la Agencia Catalana de Residuos. Cuando un particular (un constructor, por ejemplo) encuentra amianto, sobre el papel est¨¢ obligado a dar la alerta a la agencia, que env¨ªa una empresa especializada que tratar¨¢ de enterrar el material t¨®xico a unos dos metros de profundidad y lo cubrir¨¢ con una malla geotextil. La otra opci¨®n es que lo saque y lo lleve a un dep¨®sito de residuos peligrosos. Pero "vale una fortuna".
En 2009, la Generalitat destin¨® 1,4 millones de euros para descontaminar (enterrar y cubrir, en realidad) el amianto de un solar grande donde se ubicar¨¢ una escuela. Si el terreno es privado, el coste lo asume su propietario, lo que permite la picaresca de algunos promotores. "Seguramente", reconoce la concejal de Urbanismo de Cerdanyola, hay promotores que no alertan cuando aflora amianto en su obra. Pero el enga?o, lamenta, es "incontrolable" y solo se ha descubierto en algunas ocasiones gracias a denuncias de los ciudadanos.
Un juzgado de primera instancia de Madrid ha dictado una sentencia hist¨®rica al reconocer a 45 vecinos de Cerdanyola el derecho a ser indemnizados con 3,9 millones de euros por las enfermedades (c¨¢ncer, problemas respiratorios...) causadas por la contaminaci¨®n ambiental de amianto. Hasta la fecha, solo antiguos trabajadores de f¨¢bricas que usaban amianto hab¨ªan sido reconocidos como v¨ªctimas. El ¨²ltimo se conoci¨® ayer: Honeywell Friccions, ubicada en El Prat (Barcelona), ha sido condenada a indemnizar con 153.370 euros a un ex empleado.
La sentencia de Cerdanyola tambi¨¦n abre la puerta a nuevas demandas: una asociaci¨®n de Sevilla presentar¨¢ una demanda contra Uralita por las enfermedades sufridas por 25 trabajadores y familiares afectados.
![Assun Carreter, vecina de Cerdanyola, localidad barcelonesa en la que Uralita construy¨® una de sus f¨¢bricas de amianto.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4GGKFRELNOUNOJNHSI2NT4YJDI.jpg?auth=d07244037db1c9a6984a8c962a0f9017cf0d2592dc6c9173eaff151a3615ac91&width=414)
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