Faltaba la basura
Faltaba la basura. La que desde hace d¨¦cadas trajina ?ngel Fenoll, ese hombre turbio, condenado por tratar de camuflar que Luis Fernando Cartagena, ex alcalde de Orihuela y consejero dimitido de la Generalitat, hab¨ªa malversado la donaci¨®n de unas monjitas. La de la operaci¨®n Brugal, que ha envuelto al presidente de la Diputaci¨®n de Alicante, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll, tres concejales oriolanos, un empresario ya involucrado en la trama G¨¹rtel, el propio Fenoll y otros personajes, es la cr¨®nica de una historia anunciada. Una historia que, si bien ahora parece venir a sumarse a otros casos, ha estado ah¨ª, ardiendo debajo de los vertederos y sus adjudicaciones, aunque la irresponsabilidad de los dirigentes del PP pretendiera que el tufo que desprend¨ªa les era ajeno.
Hace casi un a?o, esos dirigentes respiraban porque hab¨ªan neutralizado la investigaci¨®n por cohecho a su l¨ªder auton¨®mico, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, destinatario, como otros altos cargos, de unos cuantos trajes regalados por ?lvaro P¨¦rez y su jefe Correa. Hoy Camps y el PP afrontan, no solo aquella acusaci¨®n, en avanzado estado de instrucci¨®n, sino un voluminoso expediente de contrataciones ama?adas con una trama par¨¢sita de la Generalitat que habr¨ªa servido para vehicular la financiaci¨®n ilegal de sus campa?as electorales.
El ¨²nico de los pol¨ªticos del PP valenciano que ha perdido hasta ahora su cargo por el caso G¨¹rtel, Ricardo Costa, expresaba en p¨²blico hace dos a?os, en su condici¨®n de secretario general, el sentir del partido y deseaba a Cartagena, en trance de ingresar entonces en prisi¨®n, que pasara cuanto antes esa etapa de su vida. "Ha sido un gran alcalde y un gran consejero", sentenciaba sin el menor rubor.
Embarcado, como Camps, como Fabra, como todo el PP, como el Consell en pleno, en una huida hacia delante, Costa no pod¨ªa imaginar lo que el futuro le deparaba. ?O tal vez s¨ª? ?Qu¨¦ imaginan nuestros gobernantes que ocurrir¨¢ durante estos diez meses que quedan hasta las elecciones? ?Y despu¨¦s? "Los partidos pueden ser un problema si sus intereses no responden al inter¨¦s democr¨¢tico", comentaba hace unos d¨ªas en este peri¨®dico Miguel ?ngel Torres, juez del caso Malaya, que desarticul¨® la enorme red de corrupci¨®n del Ayuntamiento de Marbella. Torres ped¨ªa juzgados especializados y m¨¢s medios para hacer frente a la corrupci¨®n en Espa?a.
En busca de una impunidad imposible, Camps y los suyos cabalgan hacia las elecciones auton¨®micas como si no existieran los jueces, los fiscales o los tribunales, confiados en una opini¨®n p¨²blica que ha de absolverles. El mi¨¦rcoles pasado, en una comida con sus parlamentarios, el presidente de la Generalitat vaticin¨® una nueva victoria. Ser¨ªa la quinta del PP, la cuarta por mayor¨ªa absoluta. Aquel obsceno ap¨®stol de la corrupci¨®n que fue Jes¨²s Gil gan¨® tambi¨¦n cuatro mandatos por mayor¨ªa absoluta en Marbella. El fiscal pide hoy para el cerebro de su Administraci¨®n, Juan Antonio Roca, 30 a?os de c¨¢rcel.
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