Carlos Mar¨ªa Yd¨ªgoras, mil vidas para un escritor
Combati¨® con la Divisi¨®n Azul y fue periodista, navegante, minero y pescador
Carlos Mar¨ªa Yd¨ªgoras se licenci¨® en Derecho, fue navegante, minero, traductor, periodista, combatiente y, sobre todo, escritor. Se dedic¨® a la literatura "gracias a la guerra y a la c¨¢rcel" porque en una prisi¨®n argentina comenz¨® a escribir su propia historia. Lo publicaba El Pa¨ªs Semanal en 2000. Ten¨ªa solo 16 a?os cuando decidi¨® combatir en Rusia con la Divisi¨®n Azul, los voluntarios espa?oles del Ej¨¦rcito alem¨¢n en la II Guerra Mundial. "Me falsifiqu¨¦ la autorizaci¨®n de mis padres", reconoc¨ªa en aquella entrevista. Nacido en Burgos el 14 de septiembre de 1924, el escritor falleci¨® el pasado 18 de junio en el hospital de Cantoblanco, en Madrid, despu¨¦s de haber sufrido una neumon¨ªa.
Yd¨ªgoras, una vez licenciado en Derecho, se instal¨® en Par¨ªs para estudiar Investigaciones Diplom¨¢ticas y all¨ª empez¨® a vender peri¨®dicos, a traducir y a dar clases de espa?ol. Aprovech¨® los intercambios estudiantiles para viajar por toda Europa hasta enrolarse en G¨¦nova como marinero en un mercante n¨®rdico. Luego lleg¨® la escritura.
A mediados de los a?os cincuenta se traslad¨® a Argentina, donde vivi¨® tres a?os y public¨® su primer libro, Algunos no hemos muerto, producto de sus reflexiones b¨¦licas. "En la guerra ves lo peor y lo mejor del hombre", dec¨ªa a EPS. "Si casi dan ganas de decir que la guerra es bonita, si no fuera tan jodida (...) All¨ª en Rusia aprend¨ª a fumar, no hab¨ªa fumado en la vida; aprend¨ª a beber, no hab¨ªa bebido en la vida, y aprend¨ª a joder, no hab¨ªa jodido en la vida. Esas iniciaciones te dejan marcado de por vida". Confesaba adem¨¢s la p¨¦rdida de su fe religiosa: "Result¨® que me dej¨¦ a Dios en la estepa. Despu¨¦s de ver tantas barbaridades, tantas muertes, mir¨¦ para arriba y dije: 'Co?o, ?infinitamente bueno?... Eso no puede ser, aqu¨ª hay un error".
De regreso a Espa?a, trabaj¨® en las minas asturianas (un canto a estos profesionales es su obra Los hombres crecen bajo tierra) y volvi¨® a viajar. Esta vez por pa¨ªses como Tanganica (la actual Tanzania), Nigeria, Estados Unidos o Irlanda del Norte. Como periodista fue corresponsal en la guerra de independencia de Congo y reportero para Pueblo, Arriba e Informaciones.
Entre sus obras est¨¢n los t¨ªtulos Kio o un 10% de absurdo; Cuando el miedo llama a un hombre (vivi¨® con pescadores de Lanzarote y escribi¨® la historia); La colina del ¨¢rbol (adaptada como gui¨®n cinematogr¨¢fico y rodada por Luis Luc¨ªa como Grandes amigos en 1967) o Secuestro de un papa muerto. En Am¨¦rica contra Am¨¦rica, publicada en 1982, Yd¨ªgoras denuncia la colonizaci¨®n cultural del "Gobierno yanki". "Quieren hacer del continente latinoamericano unas nuevas Filipinas", dec¨ªa durante la promoci¨®n del libro en EL PA?S. Desde Francia, su ¨²nico hijo, Carlos, cuenta que su padre "pele¨® siempre contra la injusticia, especialmente contra la influencia de EE UU en un tiempo en el que era la referencia mundial y criticarlo resultaba muy peligroso".
Hombre de izquierdas
Carlos Yd¨ªgoras Revenga, nacido del matrimonio entre el escritor y Thoenis Olga Mar¨ªa, retrata a su padre como un hombre "de car¨¢cter fuerte, un luchador hasta el final. Pele¨® para ser respetado y porque se respetase la justicia. Rechaz¨® todo puesto en cualquier partido pol¨ªtico porque quer¨ªa estar libre de toda influencia en su vida". Yd¨ªgoras se reconoc¨ªa "de izquierdas": "Aunque no tenga carn¨¦ de nada, por indisciplina". Entre las publicaciones de la hemeroteca de este diario figura una carta al presidente Felipe Gonz¨¢lez de 1988 en la que dec¨ªa: "Que el Gobierno que usted preside a veces acierta y otras no queda fuera de duda; que en su partido surgen de cuando en cuando bocazas, tambi¨¦n".
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