GALAXIA PACO
Antes aliment¨¢bamos el fr¨ªo invierno con los conciertos de verano, que se reemit¨ªan entre otros en aquel m¨ªtico Jazz entre amigos. Ahora, a falta de que alg¨²n canal supere la empobrecida radiof¨®rmula musical, la gente planifica sus vacaciones o se escapa un fin de semana para presenciar estos conciertos en vivo. Este fin de semana se cerr¨® un cl¨¢sico, el Festival de Jazz de Vitoria, con otro cl¨¢sico, Paco de Luc¨ªa. Hace tiempo que el guitarrista abandon¨® la c¨®moda posici¨®n de estrella para reivindicarse como una aut¨¦ntica galaxia. El nivel de exigencia, la precisi¨®n o sencillamente el placer de acercarse a su constelaci¨®n hace mejores a los m¨²sicos que se suman a ¨¦l en las giras.
A Paco de Luc¨ªa lo hicieron hace poco doctor honoris causa en Boston y entonces le o¨ª decir que su cuota de vanidad personal ya estaba hace tiempo satisfecha, pero que en cambio experimentaba un enorme placer al ver la m¨²sica flamenca situada en lugares de prestigio, cuando tan solo unos a?os atr¨¢s era un entretenimiento de se?oritos y los m¨²sicos se ten¨ªan que someter al capricho y a veces a las humillaciones de quien les pagaba. Precisamente Paco de Luc¨ªa es de los que, arrastrando de la cola esa m¨²sica, la ha colocado en el cielo. ?l es un campe¨®n del mundo cada noche que sale a un escenario, cometa celebrado y reconocido. Cuando invita a un m¨²sico a unirse a sus bises, percibes que ya no hay int¨¦rprete que se precie que no tenga en su paradigma la guitarra de Paco y la m¨²sica flamenca, con la misma naturalidad con la que ha de saber improvisar sobre un standard americano o un cl¨¢sico del jazz.
Paco establece, como clave para no intelectualizar demasiado el goce de tocar, someterse a los ritmos y a la melod¨ªa. Es asombroso que alguien en su posici¨®n a¨²n se suba a los escenarios con aspiraciones de superarse, de ponerse a prueba. Que su juicio sea m¨¢s exigente que el de cualquier aspirante a entendido. Ahora planea situar la copla en la sensibilidad colectiva universal. Ser¨¢ una buena forma de perpetuar esa virtud que hace que todo lo que ¨¦l toca se convierta en material estelar.
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