Elogio de la ambig¨¹edad

De los ej¨¦rcitos de la noche de la contracultura que luchan contra Vietnam forma parte el estudiante Nathaniel Mason, que busca fiestas de sexo y alcohol intoxicadas por "la poluci¨®n de las ideas" de un momento hist¨®rico enfermo de intelectualismo hist¨¦rico en que el cine de Hitchcock o de Minnelli, los textos de Marcuse, Artaud o de Gertrude Stein, la pope de otra generaci¨®n perdida de Norteam¨¦rica, la m¨²sica de Piaf junto a la de Joe Cocker y el orientalismo conviven en la mente de los universitarios agitados sin saberlo por el viento de la rebeli¨®n de Mayo del 68, una mente cuya ambig¨¹edad engendra conflictos de identidad nacidos de la memoria fr¨¢gil y manipuladora de un pasado contradictorio, y estas identidades borrosas son las que vertebran El ladr¨®n de almas, la nouvelle que Baxter, el autor de culto que se gan¨® un reconocimiento mayoritario con su novela coral El fest¨ªn del amor, public¨® en Pantheon en 2008. Mason, el Ying, el h¨¦roe, la dualidad positiva, caer¨¢ en la tentaci¨®n de entrar en una suerte de ¨®smosis emocional con el enigm¨¢tico e iluminado Jerome Coolberg, el Yang, el antih¨¦roe, la dualidad negativa, que "lo que quiere en realidad es hacerse con la vida interior de los dem¨¢s", un trastornado pernicioso, un ladr¨®n de almas obsesionado con el protagonista que convertir¨¢ la novela en un laberinto psicol¨®gico de identidades, recuerdos y constataciones tergiversadas de forma constante. Rodeado de estudiantes que militan en incontables ideolog¨ªas ef¨ªmeras de los setenta, con los que departe acerca de la psicolog¨ªa de Jung o el arte de Giacometti, Mason apenas si intuye que Coolberg es un tipo emocionalmente nocivo que vive apropi¨¢ndose de la vida ajena, aunque siente que su vida no le pertenece porque est¨¢ escrita por un guionista perverso, en la estela del ejercicio especular que llev¨® a cabo la Stein con su ambigua Autobiograf¨ªa de Alice B. Toklas, y se ahoga en enigmas cotidianos que desequilibran la armon¨ªa de una intriga que, cosida de intersticios, psicopat¨ªas y manipulaciones, se enrarece hasta que "en el aire libre flota el olor a atm¨®sfera cerrada", y la claustrofobia inunda hasta el ¨²ltimo p¨¢rrafo de este relato espl¨¦ndido, tan seductor como profundamente perturbador, que nos habla en clave de la propia creaci¨®n de la ficci¨®n, de los caprichosos estatutos del personaje y el enga?o de las instancias narrativas.