Arte rupestre de hace 4.000 a?os en La Pedriza
Descenso al abrigo de Los Aljibes de Manzanares el Real, que oculta un 'templo' adornado con dibujos de hace 4.000 a?os
Los primeros seres humanos que habitaron la regi¨®n madrile?a en La Pedriza, colosal formaci¨®n geol¨®gica que blinda con piedra la falda de la sierra donde nace el r¨ªo Manzanares, dejaron su impronta imperecedera en la pared de una angosta cueva. Sus sorprendentes dibujos han sobrevivido casi 4.000 a?os. Se encuentran al abrigo de una gran roca, apenas a media hora de distancia de Madrid, en un paraje sotomontano perteneciente a una finca particular. Es inaccesible al gran p¨²blico y se halla en el ¨¢rea de Manzanares el Real.
Esta joya prehist¨®rica, una de las primeras manifestaciones del arte rupestre en la regi¨®n madrile?a, fue all¨ª descubierta en 1989. Ayer la mostraba a la prensa Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, director general de Patrimonio de la Comunidad. La arque¨®loga Carmen Priego estudi¨® y document¨® con detalle este hallazgo de misteriosas y esquem¨¢ticas trazas.
Todo indica que la cueva era un lugar ritual, no destinada a vivienda
Los dibujos, en ocre, representan a un grupo de hombres y mujeres
Pintadas con ¨®xidos met¨¢licos de tonalidad ocre y presumiblemente ba?adas en sangre de animales o humana, representan un conjunto de individuos cuyos miembros se congregan en torno a un centro. Hay m¨¢s de una decena con tres extremidades, presumiblemente varones, y tres hembras, con dos ap¨¦ndices cada una. Dada su orientaci¨®n hacia el centro de la escena, cabe imaginar que los representados asist¨ªan a un sacrificio, un parto o una muerte.
Quien dibuj¨® tal conjunto era un ser inteligente, capaz de conceptualizar y expresar una idea mediante un esquema dibujado e interpretable. Sin saberlo, nos estaba transmitiendo informaci¨®n desde los confines de la Edad del Bronce y principios de la Edad del Hierro, entre 1.800 y 1.200 a?os antes de Cristo, casi 4.000 a?os desde entonces hasta hoy. Su mensaje ha quedado grabado de forma indeleble en una suerte de mural de granito, hoy sujeto por cinco tr¨ªpodes met¨¢licos, enclavado a seis metros de profundidad en un habit¨¢culo de apenas dos metros cuadrados de superficie y a la altura de los ojos de un observador de talla media.
Todo indica que el abrigado lugar, en el interior de la cueva llamada de Los Aljibes, era un lugar ritual, tal vez un primitivo templo, ya que no parece que fuera una estancia destinada a vivienda. Mas ello no le resta importancia. En sus inmediaciones se encuentra una cortada, de apertura muy posterior, que fue cantera de p¨®rfido, especie de m¨¢rmol oscuro empleado para tallas. Es, con el hallazgo de El Reguerillo, cerca de la localidad septentrional de Patones, uno de los primeros vestigios del arte en Madrid. M¨¢s precisamente, del arte rupestre, el que los primitivos pobladores de la regi¨®n estamparon en 19 cuevas, grutas y abrigos descubiertos a partir de 1989 en un arco que abarca desde Patones a Buitrago del Lozoya, Guadalix de la Sierra y el valle del Alberche.
Pero no es el primer caso en que un valioso hallazgo de estas caracter¨ªsticas es destruido por v¨¢ndalos. Por ello, el organismo que fiscaliza la riqueza patrimonial de la regi¨®n madrile?a, a trav¨¦s de su responsable, quiere hacer saber que este hallazgo -toda La Pedriza es Bien de Inter¨¦s Cultural- se encuentra en ¨®ptimas condiciones de una conservaci¨®n que, parad¨®jicamente, aconseja mantenerlo fuera de los circuitos visitables de la Comunidad de Madrid.
"Estudiamos c¨®mo hacer accesibles a la ciudadan¨ªa estas manifestaciones art¨ªsticas", explica Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida. No descarta la instalaci¨®n de una r¨¦plica en un lugar pr¨®ximo y visitable, que reproduzca los interesant¨ªsimos esquemas humanos que por primera vez, de forma abstracta pero tambi¨¦n precisa, dan cuenta de una congregaci¨®n humana singular en ¨¦pocas prehist¨®ricas.
El abrigo se encuentra vallado con una verja met¨¢lica. Hasta su intimidad se desciende por una rampa igualmente metalizada, que s¨®lo permite adentrarse a un m¨¢ximo de tres personas. Tan accidentado acceso refuerza y justifica las medidas de seguridad. Pero ninguna restricci¨®n mengua la emoci¨®n que genera saber que seres inteligentes, capaces de formular ideas con esquemas de trazas comprensibles, habitaron estos canchales, cuya osad¨ªa geol¨®gica atrae cada fin de semana a miles de visitantes seducidos por su belleza.
Pinturas rupestres, descubiertas a partir del hallazgo de Los Aljibes, pueblan los rincones m¨¢s antiguos e incitantes del territorio regional. La Comunidad de Madrid, cuya competencia en materia de protecci¨®n de patrimonio hist¨®rico, art¨ªstico, cultural y natural cumple ahora 25 a?os, ha querido conmemorar esta onom¨¢stica con la visita a este enigm¨¢tico enclave.
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