Aprendiendo a ser mam¨ªferos de nuevo
Pocas mujeres dan a sus beb¨¦s el pecho pese a las pol¨ªticas p¨²blicas de fomento de la lactancia materna - Pesan la cultura del biber¨®n y la falta de formaci¨®n y apoyo de los profesionales
Una de las experiencias m¨¢s agobiantes para una madre primeriza es intentar que el beb¨¦ llor¨®n y hambriento que acaba de revolucionar su mundo se enganche al pez¨®n, dolorido por las grietas, mientras su suegra repite: "Dale un biber¨®n, se cr¨ªan igual de bien". Y es que cualquier conversaci¨®n de madres, un vistazo a los foros de Internet, o la cantidad de artilugios inventados para facilitar la lactancia materna parecen indicar que somos unos extra?os mam¨ªferos que ya no sabemos alimentar a nuestros beb¨¦s, y que nos extinguir¨ªamos si no existieran los biberones.
?Por qu¨¦ algo en teor¨ªa natural resulta tan dif¨ªcil hoy en d¨ªa, hasta el punto de que muchas madres deciden no dar a sus beb¨¦s leche materna, pese a sus incontables beneficios, tanto para la salud como para la vinculaci¨®n afectiva? La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), Unicef y la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP) recomiendan amamantar de forma exclusiva (sin agua, zumos, infusiones, ni leche artificial) hasta los seis meses de vida, y seguir con la lactancia, junto con otros alimentos, hasta los dos a?os o m¨¢s.
La OMS aconseja lactancia materna exclusiva hasta los seis meses
Solo se sigue esta recomendaci¨®n con el 36% de los ni?os espa?oles
La industria ha logrado que se vea la leche de f¨®rmula como la m¨¢s norma
Las madres no han podido aprender de otras mujeres c¨®mo se amamanta
Pero la realidad es muy distinta: aunque a la salida del hospital, la mayor¨ªa de las madres (80%) dan el pecho, a los tres meses solo el 52,5% de los ni?os toman leche materna en exclusiva, y a los seis, el 36%, seg¨²n los datos que dio el lunes, comienzo de la semana mundial por la lactancia, la AEP.
Una mezcla de falta de formaci¨®n y de apoyo coordinado de los profesionales, junto con la informaci¨®n insuficiente de la futura madre, sometida a un bombardeo de falsos mitos y presiones familiares y sociales, dificultan que se cumplan las recomendaciones sanitarias y los deseos de muchas mujeres de prolongar la lactancia. Subyace la p¨¦rdida de referentes culturales, tras d¨¦cadas en las que no hemos podido aprender a amamantar observando a otras mujeres pues el biber¨®n se ha convertido en la norma, en gran parte por la mercadotecnia agresiva de los fabricantes, que han logrado que se vea como positivo alimentar a los beb¨¦s con leche de otra especie -la vaca- en la que hay que eliminar y a?adir componentes para imitar a la leche materna. Si se suman las raqu¨ªticas pol¨ªticas para compaginar lactancia y trabajo, como la baja maternal de 16 semanas, el resultado es obvio.
La vivencia de M¨®nica Cuello, de 31 a?os, es un ejemplo de esta conjunci¨®n de factores. No pensaba amamantar -"mi madre no pudo", dice, algo de lo que est¨¢n convencidas muchas mujeres que dieron a luz en la segunda mitad del siglo XX-, pero tras las clases de preparaci¨®n al parto, decidi¨® hacerlo. "El problema es que te dicen que es importante dar el pecho, pero no c¨®mo ni qu¨¦ esperar", opina esta mujer trabajadora. "No me inform¨¦ m¨¢s pues cre¨ªa que era algo natural".
Cuando naci¨® Alejandro, hace 15 meses, se dio de bruces con la realidad. "El primer d¨ªa ni me preguntaron c¨®mo me iba. S¨®lo me dijeron que me lo pusiera 10 minutos a cada pecho cada tres horas". Cuello pensaba que mamaba bien, pero al d¨ªa siguiente hab¨ªa perdido el 7% de peso, y le dieron un biber¨®n de leche de f¨®rmula. Cuando al fin una matrona le ayud¨® a colocarse al ni?o al pecho, le doli¨® mucho. "Me dijo que ten¨ªa que doler". Esta madre abandon¨® la lactancia antes de salir del hospital. "Del dolor tan fuerte me deprim¨ªa y no me permit¨ªa estar bien con el beb¨¦".
"El mayor error es que las madres lleguen pensando que dar el pecho es f¨¢cil", opina Jes¨²s Mart¨ªn-Calama, coordinador nacional de la Iniciativa para la Humanizaci¨®n de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia. Lanzada por la OMS y Unicef, acredita a los hospitales que cumplen una docena de pasos con el sello IHAN, que en muchos pa¨ªses se identifica con una atenci¨®n de calidad. "En el 50% de los casos, hay problemas", dice Mart¨ªn-Calama. "Los beb¨¦s se tienen que adaptar al pecho de su madre, y para eso, necesitan paz, tranquilidad, tiempo para ponerse en contacto y acoplarse", explica. "Que quede claro que los primeros 10 d¨ªas no es f¨¢cil, no es lo bonito que vendr¨¢ luego. Pero como no ayudes a la madre esos primeros 10 d¨ªas, se quedar¨¢ sin vivir esa experiencia".
Para Mart¨ªn-Calama, "lo que distorsiona todo es la gran facilidad para solucionar cualquier problema con un biber¨®n, lo que no sucede en la naturaleza. Al m¨ªnimo contratiempo, se tira la toalla", afirma. "El mundo sanitario sigue sin confiar en que la madre produzca suficiente leche, lo que hace que muchas abandonen en los primeros meses", critica Gema C¨¢rcamo, presidenta de Multilacta, una asociaci¨®n madrile?a de apoyo a la lactancia.
"Ni para ser m¨¦dico ni pediatra me ense?aron nada sobre lactancia", dice Carlos Gonz¨¢lez, autor de Un regalo para toda la vida. Gu¨ªa de la lactancia materna. "Ahora s¨ª se hace, pero los m¨¦dicos que llevan m¨¢s a?os necesitan un reciclaje". Es un problema com¨²n en los pa¨ªses desarrollados. "Con demasiada frecuencia, cuando hay dificultades, los profesionales de la salud suplementan con biberones, por falta de las destrezas o la experiencia necesarias", dice Bernadette Daelmans, m¨¦dica del equipo de salud y desarrollo de reci¨¦n nacidos y ni?os de la OMS.
Josefa Aguayo, miembro del comit¨¦ de lactancia materna de la AEP y jefa de secci¨®n de Neonatolog¨ªa del Hospital Virgen del Roc¨ªo de Sevilla va m¨¢s all¨¢: "Hay muchas interferencias. Empieza desde la medicalizaci¨®n del parto, lo que se ha extrapolado a la lactancia y la crianza", opina. "A¨²n hace falta mucha formaci¨®n", afirma Aguayo, para la que es fundamental que los profesionales, desde atenci¨®n primaria, transmitan un "¨²nico mensaje" a la mujer. Coincide Concepci¨®n Mart¨ªnez, vicepresidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Matronas de Espa?a, quien a?ade: "Se ha perdido el instinto. Un reci¨¦n nacido, si lo dejas sobre su madre, piel con piel, a los 70 minutos como m¨¢ximo empieza a mamar".
La experiencia de Cuello tambi¨¦n muestra una situaci¨®n frecuente, tanto en centros p¨²blicos como privados: la contradicci¨®n de que una pol¨ªtica oficial de apoyo a la lactancia materna, en la pr¨¢ctica, choca con rutinas anticuadas, falta de formaci¨®n o un simple comentario de un profesional, que dicho en un momento de m¨¢xima sensibilidad y agobio, puede acabar con el deseo de amamantar de la mujer.
Aunque el hospital de Cuello sigui¨® la recomendaci¨®n de poner al reci¨¦n nacido sobre la madre, llev¨® a cabo pr¨¢cticas desaconsejadas: fijar duraci¨®n y tiempo a la toma, dar leche artificial sin haber intentado que la madre se extrajera leche, y hacerlo en biber¨®n en vez de con jeringuilla (para evitar que el beb¨¦ confunda el modo de succionar la tetina con el del pez¨®n, totalmente distintos). Y por ¨²ltimo, dejar que la mujer se fuera con la convicci¨®n de que dar el pecho es doloroso, cuando con solo corregir la postura podr¨ªa haber dejado de serlo.
"Desde 2008, sabiendo que las cosas no se hac¨ªan bien, empezamos un proyecto de fomento de la lactancia materna", explica la doctora Bego?a Arias, responsable de este programa en los hospitales de Sanitas, entre ellos el de La Moraleja, donde dio a luz Cuello. Arias reconoce que, por desgracia, "estas cosas puntuales seguir¨¢n pasando", aunque se trabaja para evitarlo: han dado charlas de formaci¨®n a todo el personal, est¨¢n cambiando protocolos de actuaci¨®n, y han creado una consulta externa de lactancia para las madres una vez recibida el alta.
"Es muy dif¨ªcil lograr el cambio de mentalidad de todos los profesionales de un centro", confirma Mart¨ªn-Calama. En Espa?a, s¨®lo hay 15 hospitales acreditados por la IHAN, y otros dos est¨¢n en proceso muy avanzado. Son menos del 10% del total, frente al 90% en pa¨ªses como Suecia o Noruega. "Hay que poner a todo un hospital, incluidos auxiliares o celadores, a trabajar para una causa", explica.
El 12 de Octubre (Madrid) est¨¢ a punto de lograr la acreditaci¨®n, algo meritorio, seg¨²n Mart¨ªn-Calama, dado el tama?o del centro, con 7.000 trabajadores. Es el primer hospital espa?ol con un banco de leche materna, y sigue pr¨¢cticas como limpiar al reci¨¦n nacido o valorar su salud encima de la madre, incluso tras una ces¨¢rea si su estado lo permite. Las vacunas o el peso se posponen dos horas, y se intenta que madre y ni?o se separen lo m¨ªnimo. Un profesional observa la primera toma para prevenir problemas.
Este centro cuenta con una consultora certificada en lactancia materna, Juana Mar¨ªa Aguilar. Una de sus labores es impartir talleres a las madres ingresadas. En camis¨®n, y la mayor¨ªa con el beb¨¦ de pocos d¨ªas en brazos, las mujeres, algunas muy j¨®venes, muchas inmigrantes, desgranan sus dudas. "Las cl¨¢sicas son: 'No tengo leche', '?Le alimentar¨¢ lo suficiente?' y '?Se queda con hambre?", resume Aguilar. Durante la charla, muy participativa, esta enfermera intenta reforzar la confianza de las madres.
"El pilar fundamental es que la mujer desee lactar. Cuantas m¨¢s armas le ofrezcamos para que informe a la familia y a la pareja, mejor", afirma. Armas necesarias para vencer la presi¨®n de madres y suegras de las parturientas. "Pues yo te cri¨¦ con biber¨®n y mira qu¨¦ bien est¨¢s". O "?Por qu¨¦ pide tanto? Se ha quedado con hambre", son dos cl¨¢sicos que alimentan las inseguridades maternas.
Una vez la madre consigue lo m¨¢s dif¨ªcil, instaurar la lactancia, las presiones, incluso de los propios pediatras, contin¨²an con comentarios como "ya es muy grande para tomar el pecho" o "lo est¨¢s malcriando". "A menudo, familiares y amigas de la madre saben muy poco de lactancia, o han tenido experiencias negativas y no la pueden ayudar. De hecho, puede o¨ªr todo tipo de comentarios destructivos de gente ignorante que no entiende el proceso de la lactancia", afirma por correo electr¨®nico Christiane Rudert, experta en nutrici¨®n de Unicef.
Por suerte, el panorama, poco a poco, est¨¢ cambiando. "Hace 20 a?os, era rar¨ªsimo que alguien diera el pecho m¨¢s de seis meses", asegura Carlos Gonz¨¢lez, quien reivindica el amamantamiento, m¨¢s all¨¢ de los beneficios para la salud, como "un derecho, una experiencia vital" muy importante para muchas mujeres. "Mejorar¨¢ a medida que salgan nuevas generaciones de m¨¦dicos con formaci¨®n en lactancia materna, y se vean m¨¢s mujeres dando el pecho. Es un c¨ªrculo virtuoso".
Falsos mitos sobre la lactancia materna
Los expertos consultados para este art¨ªculo responden:
- No tendr¨¦ suficiente leche. Muy pocas mujeres no producen leche. Tener m¨¢s depende de que el beb¨¦ mame muchas veces y de forma eficaz, vaciando el pecho. Para que el pecho adapte su producci¨®n a la necesidad del ni?o, hay que darle cada vez que pida, no "cada tres horas 10 minutos de cada pecho".
- Se queda con hambre. Al dar el pecho, nunca sabemos cu¨¢nto toma el beb¨¦. Por eso hay que darle seg¨²n pida y dejar que llegue a la leche del final, m¨¢s grasa. Hay ¨¦pocas en que mama con m¨¢s frecuencia (brotes de crecimiento), para aumentar la producci¨®n.
- El calostro no es bueno. La primera leche, muy concentrada, tiene muchas prote¨ªnas y defensas. Se produce poca porque el est¨®mago del reci¨¦n nacido es muy peque?o, como una canica.
- Dar de mamar duele. En situaciones normales, no duele. El dolor es s¨ªntoma de problemas, como las grietas, que son fruto de una mala postura al mamar, y desaparecen al corregirla.
- Mi beb¨¦ crece menos que los que toman biber¨®n. Hasta hace poco, las curvas de crecimiento se basaban en ni?os alimentados con leche artificial, lo que pod¨ªa llevar a recomendar una obesidad prematura. La OMS ha publicado nuevas tablas, con los ni?os amamantados como referencia de crecimiento saludable.
- Toma el pecho por vicio, lo malcriar¨¦. La OMS recomienda amamantar como m¨ªnimo hasta los dos a?os. El pecho no solo es alimento, tambi¨¦n consuelo, por eso los chupetes imitan al pez¨®n.
- No puedo dar el pecho porque tomo medicamentos. Muy pocos tienen efectos sobre la leche materna. Consulte si es compatible aqu¨ª (hospital de Denia).
Los riesgos del biber¨®n
Si hubiera una vacuna que redujera el riesgo de meningitis bacteriana, diarrea, otitis, infecciones respiratorias, diabetes, linfoma, leucemia, obesidad, asma y s¨ªndrome de muerte s¨²bita del lactante, ?se la pondr¨ªa a su hijo? ?Y si adem¨¢s protegiera a la madre de la osteoporosis, el c¨¢ncer de mama y de ovarios y la ayudara a perder peso? Esa vacuna existe, pero pocos ni?os y mujeres se benefician de ella, y menos de la forma ¨®ptima recomendada por las organizaciones m¨¦dicas. Es la leche materna.
"Las ventajas son tantas que m¨¢s bien hay que hablar de los inconvenientes de los suced¨¢neos de la lactancia materna. Es como con el tabaco: hay que proteger de la lactancia artificial, no demostrar las ventajas de la lactancia materna", afirma Josefa Aguayo, del Comit¨¦ de Lactancia Materna de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa. Aunque la creencia popular es que las leches de f¨®rmula son casi tan buenas como la materna, los expertos alertan de sus riesgos: "Hay m¨¢s alergias, riesgo de desarrollar procesos infecciosos, obesidad...", cita Aguayo.
Seg¨²n la OMS, la prolongaci¨®n de la lactancia hasta los seis meses en exclusiva y hasta los dos a?os de forma complementaria salvar¨ªa cerca de 1,5 millones de vidas anualmente. Incluso en sociedades industrializadas, la leche artificial se asocia a mayor riesgo de enfermedad y muerte: "Un estudio muestra que se podr¨ªan salvar 9.000 vidas al a?o en EE UU mediante el amamantamiento exclusivo y prolongado" por la reducci¨®n del riesgo de muerte s¨²bita, dice Christiane Rudert, de Unicef.
El fomento de la lactancia es "una prioridad", dice Concepci¨®n Colomer, directora del Observatorio de Salud de las Mujeres, del Ministerio de Sanidad. "Aqu¨ª no hay controversia, est¨¢ demostrado que es lo m¨¢s conveniente". Por eso la estrategia de salud sexual y reproductiva que preparan Gobierno, comunidades aut¨®nomas y asociaciones cient¨ªficas incluye un apartado sobre el tema. Uno de los puntos del texto, al que ha tenido acceso EL PA?S, es "aplicar el c¨®digo de comercializaci¨®n de suced¨¢neos de leche materna" para "proteger la lactancia materna de pr¨¢cticas publicitarias enga?osas que inducen al abandono de la misma". El marketing de los fabricantes fue uno de los factores que hicieron que en el siglo XX la lactancia materna casi desapareciera en los pa¨ªses desarrollados. El c¨®digo, aprobado en 1981 por la OMS, proh¨ªbe anunciar leche artificial o dar muestras. Pero en Espa?a y en el resto de la UE s¨®lo se aplica parcialmente.
?Y si la madre no quiere dar el pecho o no lo consigue? "Lo importante es que la decisi¨®n sea informada. No hay que presionar a la mujer", dice Aguayo. "Prefiero una madre que d¨¦ el biber¨®n con cari?o a una que amamanta con mala leche", opina Gema C¨¢rcamo, de la asociaci¨®n Multilacta. Carlos Gonz¨¢lez tiene otra visi¨®n: "La lactancia es una parte muy importante del ciclo de vida de la mujer. Por desgracia, la sociedad no comprende que, si no lo logra, es normal que le d¨¦ pena o rabia".
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