Aires nuevos en la rumba catalana
La rumba catalana comenz¨® a andar a finales de los a?os cincuenta de la mano de Peret (Pedro Pubill Calaf), quien siempre ha explicado la f¨®rmula m¨¢gica como fruto de la uni¨®n de P¨¦rez Prado y Elvis Presley -melod¨ªa y ritmo-, a?adiendo de forma sui g¨¦neris recursos del flamenco: "Pero no es flamenco, como se ha querido ver tantas veces", explica Peret, "tampoco rumba flamenca. Est¨¢ m¨¢s pr¨®xima al pop". A ello sum¨® dos elementos esenciales, el ventilador y las palmas. El primero consiste en una forma peculiar de tocar la guitarra, rasgando las cuerdas y golpeando al tiempo la madera, a modo de percusi¨®n. Las palmas surgieron del trabajo constante de Peret junto a amigos y familiares de la barcelonesa calle de la Cera (cuna del g¨¦nero), para hallar una forma de interpretarlas con absoluta precisi¨®n -"palmas que se pueden escribir en una partitura", argumenta-, como otro formidable nuevo instrumento musical, que, aunque inspirado por las palmas flamencas, se aleja de estas por m¨¦trica y exactitud.
El cambio de siglo dibuja un nuevo mapa sonoro en Barcelona, es el momento del mestizaje, de Ojos de Brujo o Dusminguet
El panorama actual une a pioneros, cl¨¢sicos y a decenas de nuevas bandas que releen la rumba, entre la fiesta y la fusi¨®n
Desde que comenz¨® a grabar -canciones propias y versiones, principalmente de temas cubanos-, en los inicios de la d¨¦cada de los sesenta, el ¨¦xito de Peret y sus rumbas divertidas result¨® fulgurante. A no tardar mucho, vendr¨ªan nuevos nombres con sus discos bajo el brazo, para sumarse a la reci¨¦n nacida rumba catalana: Chacho (el genial introductor del piano en la rumba), Antonio Gonz¨¢lez (guitarrista de flamenco y experto en rumba flamenca), Ramonet, La Payoya, Teresiya, El Noi, Chango, Los Amaya, Rumba Tres... Pero ser¨ªa Peret quien, con su ingenio compositor y carisma, pasear¨ªa la nueva rumba gitana por Europa y Am¨¦rica, vendiendo discos que se contaban por cientos de miles, hasta que en 1971, con una de sus canciones m¨¢s intrascendentes, Borriquito, hubo que comenzar a echar cuentas con seis ceros.
El periodo de esplendor alcanza toda la d¨¦cada de los setenta, con Peret y los j¨®venes Rumba Tres y Los Amaya como principales buques insignia: el primero, reinvent¨¢ndose casi single a single y convertido en figura medi¨¢tica, los segundos, con su modelo m¨¢s mel¨®dico, y Los Amaya llenando pistas con su ritmo trepidante, hasta que abrieron brecha por el lado rom¨¢ntico y un enorme Vete que les catapult¨® a las listas de venta. En ese escenario apareci¨®, en 1978, el argentino Gato P¨¦rez, quien, entusiasmado con el invento de los gitanos barceloneses, decidi¨® que ese era el lenguaje que ¨¦l necesitaba para expresarse. Su discurso elaborado, su pertenencia al underground musical y unas letras brillantes -hijas del primer rock argentino- lograron que fuera el p¨²blico rock el que, en principio, se fijara en ¨¦l. Hasta Gitanitos y morenos (1981) no le lleg¨® el breve ¨¦xito popular. Pero en los a?os ochenta el panorama se contrae y cambia radicalmente: Peret abandona la m¨²sica por la Iglesia evang¨¦lica de Filadelfia, la rumba catalana parece cosa del pasado y Los Amaya y Rumba Tres se centran en sus giras internacionales. La calle de la Cera s¨®lo cuenta con Chip¨¦n como principales valedores, un inspirado d¨²o que asume las diferentes tendencias del g¨¦nero. Pero la rumba catalana vive sus horas m¨¢s bajas. Parad¨®jicamente, a finales de d¨¦cada, los Gipsy Kings, un grupo de gitanos franceses que no oculta haber crecido escuchando los discos de Peret, sabe c¨®mo redise?ar el producto al gusto mayoritario, con un sonido equidistante entre el Santana m¨¢s artificial y el Peret m¨¢s ornamental. El asunto funciona y los Gipsy Kings arrasan a nivel global.
A los aut¨¦nticos rumberos catalanes su oportunidad les llega en 1992. Y eso que la d¨¦cada hab¨ªa amanecido con la muerte de Gato P¨¦rez, aunque tambi¨¦n con la aparici¨®n de Los Manolos -combo que pega un buen empuj¨®n con su versi¨®n del All my loving de los Beatles-, y con el inesperado regreso, nueve a?os despu¨¦s, de un huracanado Peret, reci¨¦n bajado del p¨²lpito y reuniendo a su alrededor a Chip¨¦n, Los Amaya y Ramomet. La gran ocasi¨®n es la ceremonia de clausura de los Juegos Ol¨ªmpicos de la ciudad, en una fiesta rumbera que siguen tres mil millones de espectadores por televisi¨®n. Soplan buenos tiempos, se ha tocado el cielo con los dedos, pero la alegr¨ªa dura poco: nadie sabe, o puede, amortizar el r¨¦dito ol¨ªmpico y la rumba catalana se repliega de nuevo. Comienza la segunda y m¨¢s larga traves¨ªa del desierto.
El cambio de siglo dibuja un nuevo mapa sonoro en Barcelona, es el momento del mestizaje, de formaciones como Ojos de Brujo o Dusminguet, que combinan nuevas tendencias y ritmos de aqu¨ª y de all¨¢: reggae, cumbia, dub, flamenco, tambi¨¦n rumba. Su colorista propuesta suma adeptos con ganas de fiesta popular y, muy poco a poco, se obra el milagro: se reivindica la rumba catalana como algo propio, comienzan a surgir nuevos grupos que se suman a formaciones que han aguantado el tir¨®n en los a?os dif¨ªciles, como Ai Ai Ai o Sabor de Gr¨¤cia. Incluso algunos venerables hist¨®ricos se re¨²nen bajo el nombre de Patriarcas de la Rumba y son excelentemente recibidos entre seguidores europeos de world music. El dj Txarly Brown anima el ambiente con su serie de recopilatorios Achilifunk e impulsando Rumba Club, con programaci¨®n fija semanal. Al frente del grupo tradicionalista Papawa regresa otro hist¨®rico, Pedro Peret Reyes, fundador de Chip¨¦n y colaborador durante a?os de Peret. Y en 2007, el propio Peret, con renovada e impactante imagen, vuelve a los escenarios y a los discos. Adem¨¢s, se crea la asociaci¨®n Forcat (Fomento de la Rumba Catalana), que agrupa al grueso de la profesi¨®n.
As¨ª, el panorama actual une a pioneros, cl¨¢sicos y a decenas de nuevas bandas que releen la rumba a su manera, entre la fiesta y la fusi¨®n. "El ambiente est¨¢ como nunca", explica Pedro Reyes, "hay m¨¢s rumberos que en la vida y, por primera vez, gracias a Forcat, gitanos y payos estamos unidos en un mismo objetivo: fomentar la rumba catalana".
Una visi¨®n que comparte Rogeli Herrero, de Los Manolos (que estos d¨ªas celebra su veinte aniversario en directo, y en septiembre, con un disco que contar¨¢ con invitados especiales), y que le lleva a aceptar sin reservas las nuevas mutaciones: "La rumba, si queremos que sea grande, tiene que ser como el jazz, el jazz es muy grande porque hay muchos estilos en ¨¦l. Interesa que la rumba cada cual la utilice y la use a su manera, como la sienta. En ella tiene que caber todo el mundo". El joven Joan Garriga, de La Troba Kung-F¨², introductor del acorde¨®n en el g¨¦nero y experto en ritmos latinos, a?ade que la rumba "es como la cocina, todo vale si est¨¢ hecho con buen gusto y con tiempo para cocinarse. No creo que haya cosas m¨¢s v¨¢lidas o menos v¨¢lidas, sino formas de proceder". Sin embargo, a un tot¨¦mico Peret de 75 a?os, que ya anda planeando su siguiente disco tras el reciente De los cobardes nunca se ha escrito nada, las fusiones le dan algo de miedo: "Est¨¢n bien, pero si quieren hacer rumba catalana se tienen que centrar, no se pueden despistar, algunos lo ponen todo en un mismo saco y eso no puede ser. Deber¨ªan mantener la esencia del g¨¦nero incluso en las fusiones". Sicus Carbonell, de los veteranos Sabor de Gr¨¤cia, lo ve de otra manera: "Estando quien cre¨® la rumba, el maestro Peret, para qu¨¦ quieres hacer rumba pura, si ¨¦l la sabe hacer mejor que todos. T¨² tienes que aportar lo tuyo, pero lo tienes que hacer desde otro punto de vista". Carbonell tambi¨¦n explica que el nuevo movimiento ha tra¨ªdo una reducci¨®n en la edad del p¨²blico que asiste a los conciertos rumberos, "ha pasado de gente de entre 30 y 50, a un perfil de 15 a 25. Un p¨²blico que habitualmente no ven¨ªa a los conciertos de los que llevamos a?os en esto, y es gracias a los j¨®venes que han sacado sus grupos adelante".
Ahora mismo, la producci¨®n discogr¨¢fica de la rumba catalana mantiene un excelente ritmo y en las ¨²ltimas semanas se han presentado importantes novedades. La primera de ellas es Toca madera, el impresionante segundo trabajo de los can¨®nicos Papawa, que invita a descubrir la rumba catalana m¨¢s pura, pr¨¢cticamente ac¨²stica. "Surgi¨® sin intenci¨®n", explica Pedro Reyes, "pues comenzamos tocando en una sala sin micros, y de ese modo, en directo, fue tomando forma nuestro sonido, un sonido real, que luego quisimos trasladar a los discos. Ahora esta es nuestra se?a de identidad". Para escuchar rumba actual de esencia cl¨¢sica, lo mejor es acercarse a los dos ced¨¦s de Papawa. Hasta el propio Peret asegura que, de los discos recientes, "el de Papawa es el de mayor calado".
Tambi¨¦n se ha ajustado a los c¨¢nones Pep Llad¨®, pianista de Gato P¨¦rez y miembro de Ai Ai Ai, en el deslumbrante Andar contigo, disco virtual (no existe edici¨®n f¨ªsica, se regala desde su web) inspirado por el inesperado fallecimiento de su pareja sentimental y fruto -tras pensar muy seriamente en abandonar la m¨²sica- de un a?o de composici¨®n con la idea puesta en afrontar el dolor de la p¨¦rdida, casi como terapia personal. Con el apoyo de Ai, Ai, Ai, Andar contigo est¨¢ construido con la m¨¢xima desnudez: ventilador, piano y voces. De cantar las canciones, con una sensibilidad embriagadora, se encargan Sicus Carbonell y Domin Rodr¨ªguez. Es un disco de los que marcan un antes y un despu¨¦s, y en el que su propio autor reconoce que "est¨¢ toda mi vida. Son las diez canciones m¨¢s sinceras que he hecho nunca, no hay ficci¨®n. Esto es lo m¨¢ximo que puedo dar como compositor, no puedo dar m¨¢s, seguro". El resultado es tan emocionante como imprescindible y, como apunta Carbonell, "ni el mismo Pep Llad¨® sabe la repercusi¨®n que est¨¢n teniendo estas canciones, el bien que est¨¢n haciendo a mucha gente que est¨¢ pasando por situaciones similares y a lo mejor les gustar¨ªa expresar ese sentimiento de dolor y no pueden. Son temas que van a quedar en los anales de la historia de la rumba". Sicus Carbonell tambi¨¦n lanza el intenso Sabor pa' rato, el nuevo ced¨¦ de Sabor de Gr¨¤cia, formaci¨®n con 15 a?os a sus espaldas que desde siempre ha ido al encuentro de la rumba con la salsa, terreno en el que se mueven derrochando buen gusto y con una solvencia fuera de toda duda.
Tambi¨¦n Muchachito Bombo Infierno y La Troba Kung-F¨² presentan nuevos ¨¢lbumes: los primeros, capitaneados por Jairo Perera, inciden en Idas y vueltas en su cruce rumbero entre rock y jazz mientras suman influencias de Kiko Veneno. F¨®rmula que les ha permitido lo que pocos rumberos consiguen en estos momentos, saltar las fronteras de Catalu?a y ser aceptados en el resto del pa¨ªs. Joan Garriga (que estuvo en Dusminguet), con sus exportables La Troba Kung-F¨², tambi¨¦n apuesta por la fusi¨®n en su segundo trabajo, el espl¨¦ndido A la panxa del bou, en su caso pre?ado de cumbia y otros sonidos latinos y cantando en castellano, catal¨¢n e ingl¨¦s. Garriga est¨¢ sorprendido por lo bien que ha sido recibido por sus mayores: "He flipado mucho, sobre todo con el mundo gitano, me han aceptado enseguida, me ha sorprendido much¨ªsimo, todo el misterio que tiene el arte no es nada m¨¢s que practicarlo, y ellos enseguida comparten. Si hay ganas, aprendes".
La rumba catalana, tradicional o salpicada de otros g¨¦neros, est¨¢ m¨¢s viva que nunca, ahora s¨®lo ha de intentar lo m¨¢s dif¨ªcil, lo que m¨¢s le est¨¢ costando: darse a conocer fuera de Catalu?a.
Toca madera, de Papawa, est¨¢ editado por Ventilador Music. Andar contigo, de Pep Llad¨®, se descarga gratuitamente desde www.pepllado.com/andarcontigo. De los cobardes nunca se ha escrito nada, de Peret, est¨¢ editado por Universal. Sabor pa' rato, de Sabor de Gr¨¤cia, est¨¢ editado por World Village/Harmonia Mundi. A la panxa del bou, de La Troba Kung-F¨², est¨¢ editado por Chesapik. Idas y vueltas, de Muchachito Bombo Infierno, est¨¢ editado por Mambo 13.
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