Viuda, encinta... y muerta por ad¨²ltera
Los talibanes propinan 200 latigazos y ejecutan de tres tiros a una afgana de 35 a?os - La mujer fue acusada de "relaci¨®n il¨ªcita" con un hombre que huy¨®
Como cuando reg¨ªan el pa¨ªs, hace nueve a?os, los talibanes ejecutaron el domingo a una mujer a la que acusaban de adulterio, despu¨¦s de someterla a la humillaci¨®n de darle 200 latigazos en p¨²blico, seg¨²n la polic¨ªa de la provincia de Badghis, al noroeste de Afganist¨¢n, donde est¨¢n desplegados los militares espa?oles. En los a?os que llevan apartados de las instituciones y sumidos en su campa?a de insurgencia con el apoyo de Al Qaeda, los talibanes han ejecutado al menos a cinco mujeres por no cumplir con los preceptos que ellos extraen, de forma literal, del Cor¨¢n, el libro sagrado para los musulmanes. El jueves aniquilaron, adem¨¢s, a 10 trabajadores de una organizaci¨®n m¨¦dica humanitaria cristiana, a los que acusaban de tratar de evangelizar a la poblaci¨®n de zonas rurales del pa¨ªs.
En los ¨²ltimos a?os los insurgentes han asesinado al menos a cinco mujeres
La mujer asesinada el domingo, Bibi Sanubar, era viuda y estaba embarazada, seg¨²n revel¨® a la agencia Reuters Abdul Jabar Saleh, un agente de polic¨ªa de Badghis. Los talibanes descubrieron que estaba manteniendo relaciones con un hombre -que huy¨®-, la retuvieron durante tres d¨ªas y le dieron 200 latigazos en p¨²blico. La sometieron, adem¨¢s, a un juicio sumario: el mul¨¢ Mohammed Yousif instruy¨® el caso y la conden¨® r¨¢pidamente a muerte, seg¨²n las agencias Reuters y France Presse. El mismo juez se encarg¨® de cumplir personalmente la condena: le dispar¨® tres tiros.
Hace cuatro a?os, los talibanes mataron a una mujer afgana a la que acusaban de espiar para EE UU. Posteriormente, en julio de 2008, decapitaron a dos mujeres por, seg¨²n ellos, regentar un burdel para soldados estadounidenses en la provincia de Ghazni. Un fot¨®grafo que trabajaba para Associated Press, Rahmatullah Naikzad, presenci¨® el crimen y tom¨® fotos de ambas, cubiertas por sus burkas, antes y despu¨¦s de la decapitaci¨®n. El fot¨®grafo fue detenido y puesto en libertad posteriormente por las autoridades afganas, seg¨²n su agencia.
El a?o pasado, en la provincia de Nimroz, los radicales isl¨¢micos fusilaron a la joven Gul Pecha, de 19 a?os, y a su novio, Abdul Aziz, de 21, por haberse fugado para casarse sin el permiso de sus familiares. Ambos quer¨ªan huir a Ir¨¢n para poder vivir all¨ª como pareja. Sus propios padres les hab¨ªan capturado y entregado a los talibanes, que les detuvieron en una mezquita cuatro d¨ªas y finalmente decidieron matarlos a tiros.
Mientras reg¨ªan el pa¨ªs, entre 1996 y 2001, era una pr¨¢ctica com¨²n de los talibanes exhibir a las ad¨²lteras y castigarlas lanz¨¢ndoles piedras y azot¨¢ndolas. En las ocasiones que consideraban m¨¢s graves las mataban en p¨²blico.
Tras su derrocamiento, en numerosas ocasiones, los talibanes han negado ser responsables de abusos y asesinatos como el del domingo. "Es una mala obra, y la rechazamos. Quien lo haya hecho no es miembro de los talibanes y trata de difamarnos", asegur¨® el portavoz Qari Mohammad Yousuf a Reuters. Tambi¨¦n han negado ser los autores de la mutilaci¨®n de Aisha, una mujer de 18 a?os a la que cortaron la nariz y las orejas en la provincia afgana de Uruzgan por huir de los abusos de su marido. La revista Time public¨® su foto en portada y cont¨® su historia en su ¨²ltimo n¨²mero. Ella mantiene que los talibanes son responsables.
Los talibanes no son una fuerza unificada y homog¨¦nea en Afganist¨¢n. Muchos grupos radicales, libremente asociados con ellos, operan a su antojo en las provincias que es incapaz de controlar el Gobierno de Kabul. El distrito de Qadis, donde asesinaron el domingo a Bibi Sanubar, est¨¢ totalmente bajo control de esos fundamentalistas, seg¨²n la polic¨ªa local de la provincia de Badghis, a la que pertenece.
Por su parte, la organizaci¨®n cristiana Misi¨®n de Asistencia Internacional, para la que trabajaban los 10 cooperantes asesinados por los talibanes el jueves pasado, ha anunciado que seguir¨¢ su labor humanitaria en Afganist¨¢n, que viene desarrollando desde mediados de los a?os sesenta. Un grupo de radicales isl¨¢micos les acribill¨® a balazos cuando regresaban a Kabul desde la provincia de Nurist¨¢n.
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