Lo que nos aguarda
Hacer predicciones en el terreno econ¨®mico es tarea siempre dif¨ªcil, por la extrema complejidad de las relaciones en un sistema abierto con m¨²ltiples agentes interactuando. Y la cosa se complica en el agitado escenario econ¨®mico actual. Por ello, no me atrevo a dar un pron¨®stico sobre las cifras de paro y crecimiento con las que acabar¨¢ la econom¨ªa gallega en 2010. Lo que s¨ª me parece posible es hablar sobre las diferencias que cabe aguardar entre Galicia y Espa?a; y proyectarlas sobre las estimaciones medias para la segunda: una tasa de paro alrededor del 20% y un decrecimiento del PIB (Producto Interior Bruto) en el entorno del medio punto porcentual.
Es verdad que los efectos contractivos del ajuste fiscal impuesto por el Gobierno central se notar¨¢n especialmente en lo que queda de a?o. Y en este sentido no hay que olvidar que en Galicia la dependencia de las rentas de los empleados p¨²blicos es proporcionalmente mayor que en el conjunto de Espa?a. Pero tambi¨¦n es cierto que la econom¨ªa de la zona euro, destino principal de las exportaciones espa?olas, est¨¢ creciendo significativamente por encima de lo esperado, con una Alemania que piensa ya en incrementar su PIB en un 3% en 2010.
Es posible que Galicia sea una de las comunidades l¨ªderes en crecimiento econ¨®mico en 2010
As¨ª las cosas, el objetivo de la econom¨ªa gallega deber¨ªa ser mantener e incluso ampliar los diferenciales a su favor de los ¨²ltimos trimestres. Eso significa que la tasa de paro en Galicia no deber¨ªa superar el 16% al final del a?o y que el crecimiento del PIB deber¨ªa situarse en terreno positivo, pr¨®ximo al 0,5%. ?Son estos objetivos realistas?
En el caso del crecimiento de la renta, desde 2006 Galicia se sit¨²a sistem¨¢ticamente por encima de Espa?a, gracias a la combinaci¨®n de una obra p¨²blica en ejecuci¨®n superior a la media espa?ola en t¨¦rminos per c¨¢pita, un menor ajuste en la construcci¨®n residencial, menos hipertrofiada que en otras comunidades aut¨®nomas, y el buen desempe?o en los mercados exteriores de algunas empresas y ramas productivas. A ello hay que sumarle en 2010 el efecto del Xacobeo. Un efecto que se revela muy significativo desde el celebrado en 1993 y que puede suponer m¨¢s de medio punto porcentual de PIB adicional. Es verdad que en un primer momento hubo ciertos titubeos en la gesti¨®n econ¨®mica del evento desde la Xunta, pero la promoci¨®n del mismo es acumulativa en el tiempo: las campa?as del pasado tienen tambi¨¦n efectos en el presente. Adem¨¢s, la muy oportuna visita del Papa permitir¨¢ extender los efectos del Xacobeo al cuarto trimestre del a?o, cuando lo habitual es que se concentren en el segundo y el tercero. Aunque supondr¨¢ un desembolso de unos cuatro millones de euros, da la impresi¨®n, a expensas de contar con estimaciones m¨¢s precisas, que sus efectos positivos en t¨¦rminos econ¨®micos se situar¨¢n muy por encima. Dejando al margen las esencias religiosas que se precipitan en el espacio individual, desde un punto de vista econ¨®mico y colectivo deber¨ªamos estar muy satisfechos con haber conseguido organizar esa visita. En definitiva, es perfectamente posible que Galicia sea una de las autonom¨ªas l¨ªderes del crecimiento econ¨®mico en 2010 situ¨¢ndose en tasas positivas.
En cuanto al paro, con un crecimiento econ¨®mico por encima del espa?ol y una poblaci¨®n activa estancada, no parece razonable esperar que nuestra tasa de paro vaya a aumentar dos o tres puntos hasta fin de a?o, para acabar en el 18%, mientras que Espa?a se mantiene en el 20%. Salvo que lo que veamos sea una correcci¨®n estad¨ªstica en la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA). Esto es, que el n¨²mero de parados real no aumente, sino que la EPA detecte en el segundo semestre gente que estaba previamente en el paro, pero que no estaba computando correctamente.
Acabar el a?o en Galicia con tasas de crecimiento del PIB negativas y una tasa de paro en el entorno del 18% ser¨ªa una gran decepci¨®n.
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