Ondas expansivas
Ha sido llamativo el tratamiento medi¨¢tico que han suscitado este verano los m¨¢s nimios acontecimientos relacionados con el mundo etarra y sus aleda?os. No me refiero s¨®lo a los comentarios provocados por los ¨²ltimos casos de kale borroka, sobre los que volver¨¦ y cuya destacada presencia en los medios s¨ª est¨¢ justificada, sino a la excitaci¨®n creada por expresiones, palabras, algunos juicios m¨¢s o menos inocuos, que, como tics recurrentes, parec¨ªan alimentar alg¨²n tipo de nostalgia. Se escrutaba el menor atisbo de la gran noticia, una noticia tan nebulosa en su significado que hac¨ªa depender a ¨¦ste de la intenci¨®n pol¨ªtica de quien lo sacaba a relucir.
Para los medios de la derecha, todo -esa frase beat¨ªfica de Od¨®n, ese silencio del lehendakari, esa palabra de Zapatero, aquella manifestaci¨®n permitida- era prueba evidente de la existencia de una negociaci¨®n en marcha, siendo ¨¦sta la gran noticia que pod¨ªamos esperar. Para otros, la gran noticia era la del final definitivo de ETA, pero se especulaba con la gran frustraci¨®n, se indagaban las se?ales de que esa gran noticia estuviera lejos de producirse. Y, en t¨¦rminos generales, tanto en los unos como en los otros, lo que el lector poco avisado advert¨ªa era la desmesurada necesidad de noticiar, de revivir una fuente de sensaciones a las que ¨¦l ya no ve¨ªa correspondencia en su vida ordinaria.
La manifestaci¨®n batasuna de inicio de la Semana Grande donostiarra fue m¨¢s bien modestita, pero se nos present¨® como la madre de todas las batallas y lo que se destac¨® de ella, como si fuera una novedad, fue que los manifestantes reivindicaran la independencia para el Pa¨ªs Vasco. Una no-noticia se convert¨ªa en noticia destacada en casi todos los medios por los ecos que pod¨ªa suscitar en una refriega pol¨ªtica de m¨¢s amplio alcance que el hecho de partida. Fue un ejemplo que hac¨ªa pensar en la a?oranza de un eterno retorno. ?Es tambi¨¦n fruto de la a?oranza la atenci¨®n informativa sobre los ¨²ltimos actos de kale borroka? No, ya que su pervivencia es la se?al de alarma sobre las verdaderas intenciones que albergan ETA y su entorno.
Juan Mari Gastaca nos informaba de las dudas que existen sobre si esos actos responden a una kale borroka programada o si son manifestaciones de un gamberrismo radical. La duda es interesante, porque nos muestra hasta qu¨¦ punto ambos fen¨®menos se solapan y se alimentan mutuamente. El segundo es un epifen¨®meno del primero y seguramente manifestar¨¢ su orfandad, y se transformar¨¢ el d¨ªa que la madre desaparezca. Las cat¨¢strofes suelen tener sus ondas expansivas, y es importante conocer su intensidad para saber si estamos saliendo o no de aqu¨¦llas. Lo que est¨¢ ocurriendo este verano, ?responde a esa d¨¦bil onda que nos informa de lo ya pasado o nos debe hacer pensar que nos hallamos a¨²n en el ojo del desastre? Conviene no equivocarse, y a la izquierda abertzale no le valen ya los lamentos ni las excusas: la respuesta s¨®lo la tienen ellos.
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