Romper el horizonte

Nueva York -las autoridades, pero tambi¨¦n las gentes de la cultura y los ciudadanos de a pie- vive una nueva y apasionante pol¨¦mica urban¨ªstica. Tras la agitaci¨®n creada por la mezquita frente a la Zona Cero, cargada de connotaciones muy distintas, claro est¨¢, llega ahora la propuesta de construir un nuevo rascacielos... en la ciudad de los rascacielos. Se trata de un edificio de 366 metros de altura, con 67 plantas (11 metros menos que el Empire State), y que estar¨¢ ubicado frente al hist¨®rico Madison Square Garden. Y es justamente esa ubicaci¨®n, tan cercana a la joya del art d¨¦co, el Empire State, lo que ha generado la pol¨¦mica: el nuevo edificio destroza el skyline m¨¢s famoso del mundo.

?Hay que salvar el horizonte de las ciudades? ?Es una l¨ªnea intocable que nunca deber¨¢ alterarse? Parece evidente que se hace imposible defender tesis tan conservacionista. Pero se hace m¨¢s f¨¢cil admitir la negativa si la propuesta es construir un rascacielos de 366 metros de altura a tiro de piedra de la Torre Eiffel. El sentido com¨²n seguramente se impondr¨ªa en este caso a la especulaci¨®n.

Muchas ciudades en el mundo -en China o los pa¨ªses del Golfo- est¨¢n construyendo decenas de rascacielos. Pero all¨ª esos edificios est¨¢n creando un skyline... porque all¨ª ninguno hab¨ªa. Es una situaci¨®n pr¨®xima a la de Nueva York hace un siglo. Por mucha discusi¨®n que haya, en este caso nada puede influir en el mantenimiento de esa l¨ªnea del cielo.

C¨¦sar Pelli va a construir la torre en Manhattan: destroza un horizonte ya hist¨®rico. ?Verdad que no sirve de argumento defender que tambi¨¦n se crea al construir el aleda?o a la Torre Eiffel, por seguir con el ejemplo anterior? Pues aqu¨ª, en Espa?a, C¨¦sar Pelli va a romper la l¨ªnea del horizonte de una ciudad como Sevilla con un rascacielos ya en construcci¨®n. El proyecto, de Cajasol. Al disparate econ¨®mico -est¨¢ previsto un coste de 311 millones, que crecer¨¢ y crecer¨¢- se sumar¨¢ el urban¨ªstico y est¨¦tico. Y m¨¢s ocupaci¨®n se genera con construir vivienda social, que no parece que sobre en Sevilla.

Ya existen plataformas de rechazo, pero ?hay suficiente pol¨¦mica entre los pol¨ªticos, los acad¨¦micos, los ciudadanos? ?Merece la pena extender esa discusi¨®n m¨¢s all¨¢ de Sevilla?