La dif¨ªcil situaci¨®n de los gitanos
Los roman¨ªes o gitanos han sido perseguidos en toda Europa a lo largo de los siglos. Ahora padecen una forma de discriminaci¨®n que no se hab¨ªa visto en el continente desde la II Guerra Mundial: los desalojos y expulsiones en grupo en varias democracias europeas de hombres, mujeres y ni?os con el argumento de que representan una amenaza para el orden p¨²blico.
La semana pasada, Francia empez¨® a ejecutar planes de expulsi¨®n de todos los gitanos no franceses. Los ha implicado como grupo en actividades il¨ªcitas, pese a no existir ning¨²n proceso legal contra ninguno de ellos para determinar si hubieran cometido delitos o representaran una amenaza para el orden p¨²blico. Esas medidas francesas siguen al "plan de seguridad" de Italia de 2008, que calificaba a los denominados "n¨®madas" de amenaza para la seguridad nacional e impon¨ªa una legislaci¨®n de emergencia que propici¨® las expulsiones de gitanos no italianos.
La naturaleza paneuropea del problema de la integraci¨®n requiere una estrategia global
La escolarizaci¨®n segregada es un obst¨¢culo para la integraci¨®n
Poner coto a la actividad delictiva es una preocupaci¨®n leg¨ªtima de los Gobiernos. Pero expulsar a ciudadanos de la Uni¨®n Europea, criminaliz¨¢ndolos por su pertenencia a una etnia determinada, es una violaci¨®n de sus propias directivas sobre discriminaci¨®n racial y derecho a la libre circulaci¨®n de personas entre dos Estados miembros de la UE.
De hecho, constituye un principio jur¨ªdico firmemente establecido que solo puede hablarse de delito cuando se ha determinado la culpabilidad de una persona ante un tribunal de justicia. Adem¨¢s, los delincuentes convictos no pueden ser deportados autom¨¢ticamente si son ciudadanos de otro Estado miembro de la UE, ya que la legislaci¨®n europea exige que la deportaci¨®n de un individuo sea necesaria y proporcional al delito cometido. Hay que tener en cuenta, adem¨¢s, otras circunstancias, como la intensidad de los v¨ªnculos de la persona con la comunidad, por ejemplo.
Naturalmente, las sociedades europeas no deben tolerar la delincuencia ni el comportamiento antisocial, pero ning¨²n grupo ¨¦tnico monopoliza semejantes patolog¨ªas y todos debemos ser iguales ante la ley. Desde la II Guerra Mundial, los europeos han considerado inaceptable someter a grupo alguno a castigo colectivo o expulsi¨®n en masa en raz¨®n de su etnia. Al dejar de lado derechos fundamentales en nombre de la seguridad, la detenci¨®n de los gitanos establece un precedente muy preocupante.
El Gobierno franc¨¦s hace bien, en cambio, cuando pide la adopci¨®n de medidas para mejorar el empleo y las oportunidades de desarrollo para los gitanos ensus pa¨ªses de origen (principalmente Bulgaria y Rumania en este caso), lo que reducir¨ªa los incentivos y la presi¨®n para que se trasladen a otros pa¨ªses. El Gobierno de Suecia reaccion¨® ante la posici¨®n de Francia pidiendo tambi¨¦n la adopci¨®n de medidas conjuntas de la UE para fomentar la integraci¨®n de los gitanos.
Los roman¨ªes quieren -y pueden- integrarse si se les brinda la oportunidad de hacerlo, como han demostrado los programas de mi Fundaci¨®n. La mayor¨ªa de los gitanos comparten las aspiraciones de las poblaciones mayoritarias: un hogar con servicios adecuados, una educaci¨®n v¨¢lida para sus hijos, puestos de trabajo que les permitan mantener a sus familias y relacionarse con la mayor¨ªa en su sociedad. Precisamente porque padecen una discriminaci¨®n y privaciones atroces en sus respectivos pa¨ªses es por lo que siguen migrando por toda Europa. La UE debe reconocer que la naturaleza paneuropea de ese problema requiere una estrategia global y eficaz para la integraci¨®n de los gitanos.
El deber primordial de salvaguardar los derechos y el bienestar de todos los ciudadanos corresponde a los Estados miembros de la UE. La aplicaci¨®n de las pol¨ªticas y programas para fomentar la integraci¨®n en el empleo, la educaci¨®n, la atenci¨®n sanitaria y la vivienda debe hacerse en los ¨¢mbitos locales y nacionales, pero a la UE corresponde un papel decisivo para motivar, coordinar, ayudar financieramente y supervisar esas medidas mediante un plan general de toda la UE.
En 2009, la UE hizo suyo el principio de "prestar asistencia expl¨ªcita, pero no exclusiva" a los gitanos y la Comisi¨®n Europea permiti¨® que se utilizaran los fondos estructurales para financiar las intervenciones en materia de vivienda a favor de comunidades marginadas, centradas en particular en los roman¨ªes. Es una medida bien acogida que debe hacer extensiva "la asistencia expl¨ªcita, pero no exclusiva" a la educaci¨®n, la atenci¨®n sanitaria y el empleo. Lo m¨¢s importante es que se modifiquen las normas que rigen la asignaci¨®n de los fondos estructurales para permitir su utilizaci¨®n en la prestaci¨®n de atenci¨®n sanitaria y educaci¨®n desde la primera infancia y no solo para la formaci¨®n profesional.
La pobreza estructural de las comunidades roman¨ªes est¨¢ estrechamente vinculada con la deficiente educaci¨®n y el desempleo. La iniciativa Europa 2020 de la Comisi¨®n establece metas concretas para aumentar las tasas de escolarizaci¨®n completa y los niveles de empleo para todos los ciudadanos de la UE. En esas dos esferas, los gitanos est¨¢n tan rezagados respecto de sus conciudadanos, que las medidas espec¨ªficas encaminadas a eliminar este desfase deben ser parte integrante del Plan Europa 2020.
La mayor diferencia entre los gitanos y las poblaciones mayoritarias no es cultural ni de estilo de vida -como con tanta frecuencia se presentan en los medios de comunicaci¨®n-, sino que estriba en la pobreza y la desigualdad. La divisoria es f¨ªsica, no solo mental. La escolarizaci¨®n segregada es un obst¨¢culo para la integraci¨®n, produce fracasos y es perjudicial. La vivienda segregada ha propiciado la aparici¨®n de enormes barrios de chabolas y asentamientos que carecen de saneamiento y otras condiciones b¨¢sicas esenciales para vivir con dignidad. La dif¨ªcil situaci¨®n de tantos millones de gitanos en el siglo XXI constituye una burla de los valores europeos y es un borr¨®n en la conciencia de Europa.
No es un simple problema a corto plazo que se pueda abordar mediante medidas draconianas para trasladar por la fuerza a personas de un Estado miembro a otro. Eso no solo socava los valores europeos y los principios jur¨ªdicos, sino que, adem¨¢s, no aborda las verdaderas causas del problema.
Por ser la minor¨ªa ¨¦tnica m¨¢s numerosa de Europa, los gitanos constituyen dentro de la UE el segmento demogr¨¢fico m¨¢s joven y de crecimiento m¨¢s r¨¢pido de la poblaci¨®n. Por ejemplo, en el a?o 2020, los j¨®venes constituir¨¢n la tercera parte de las nuevas incorporaciones a la mano de obra de Hungr¨ªa.
Europa no puede permitirse otra generaci¨®n perdida. Se trata de un asunto de derechos humanos y de valores b¨¢sicos que es vital para la paz y la cohesi¨®n en las sociedades de toda Europa.
George Soros es presidente de Soros Fund Management. ? Project Syndicate, 2010. Traducido por Carlos Manzano.
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