La guerra de Afganist¨¢n

La reciente muerte de dos oficiales del Ej¨¦rcito espa?ol y de un int¨¦rprete en Afganist¨¢n deber¨ªa servir al menos para que la sociedad espa?ola en general, y el partido del Gobierno en particular, se replantearan la presencia de militares espa?oles en aquel pa¨ªs en guerra. Como el propio diario EL PA?S public¨®, Espa?a se ha gastado all¨ª m¨¢s de 1.550 millones de euros. El a?o pasado se gast¨® alrededor de un mill¨®n al d¨ªa. Por otra parte, ya han muerto en Afganist¨¢n 92 militares espa?oles, m¨¢s que en ninguna otra operaci¨®n en el exterior. Y a¨²n no se ha puesto fecha a nuestra retirada.

Uno se pregunta el porqu¨¦ y el para qu¨¦ de todo esto. ?Se trata solamente de "estabilizar" un pa¨ªs o bien de imponer un r¨¦gimen que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, o al menos una parte importante de ella, rechaza? ?No se estar¨¢ consiguiendo el efecto contrario del que se persigue? ?Cu¨¢les son los intereses de Espa?a en este conflicto? ?No estaremos all¨ª ante todo para apoyar los planes del Gobierno norteamericano?

Todas estas cuestiones de principio se completan con otra de car¨¢cter m¨¢s coyuntural: ?acaso puede Espa?a permitirse el lujo de efectuar un gasto de ese calibre en a?os de crisis econ¨®mica y de restricci¨®n del gasto p¨²blico?

Ya conocemos las opiniones de los partidos pol¨ªticos, en particular las del PSOE y del PP. Ahora bien, deber¨ªamos preguntar a la sociedad espa?ola qu¨¦ opina al respecto. En particular, los que dijeron No a la guerra de Irak deber¨ªan cuestionar la participaci¨®n espa?ola en la guerra de Afganist¨¢n. Otros pa¨ªses aliados han anunciado ya su retirada.