El fot¨®grafo que desvel¨® lo que el ojo no ve
La Tate dedica una muestra al pionero Eadweard Muybridge
Eadweard Muybridge consigui¨® demostrar que un caballo pod¨ªa volar. La galer¨ªa Tate Britain se ci?e estrictamente a la verdad en su carta de presentaci¨®n del fot¨®grafo angloamericano del siglo XIX, el primero en registrar en im¨¢genes el movimiento de seres vivos. La famosa secuencia del desplazamiento de una yegua a pleno galope, capturada por una sucesi¨®n de c¨¢maras, encabeza la colecci¨®n de centenar y medio de los trabajos de este pionero que el museo londinense desplegar¨¢ a partir del 8 de septiembre (hasta el 16 de enero). El experimento fue el mero fruto de una apuesta, pero el autor acab¨® haciendo historia.
El equino en cuesti¨®n efectivamente presenta en Horses. running (1879) las cuatro patas suspendidas en el aire. El empresario y gobernador de California Leland Stanford -fundador de la universidad que lleva su apellido- apost¨® con otro prohombre californiano que era posible capturar ese momento (el vuelo del caballo) y para ello contrat¨® a Muybridge, un artista obsesionado en retratar esos momentos que escapan al ojo humano.
La exposici¨®n de la Tate revela c¨®mo el fot¨®grafo sofistic¨® sus experimentos visuales con las series The attitudes of animals in motion o Animal locomotion. Antes de que los hermanos Lumi¨¨re abrieran las puertas del cine, Eadweard Muybridge (1830-1904) ya hab¨ªa sentado precedente al inventar el zoopraxiscopio, un proyector precedente al cinemat¨®grafo por el que iban desfilando las secuencias en im¨¢genes para obtener la ilusi¨®n de movimiento. Ese artefacto que modific¨® nuestro modo de entender e interpretar el mundo ha tenido desde entonces un profundo impacto no solo en la fotograf¨ªa y el cine, sino en todo el abanico de las artes pl¨¢sticas.
Brit¨¢nico de nacimiento (Kingston-upon-Thames), aunque emigrante en Estados Unidos reci¨¦n cumplidos los 20 a?os, Muybridge se estren¨® como fot¨®grafo en el nuevo mundo con impresionantes panor¨¢micas de los parajes naturales americanos, en especial del parque Yosemite.
Document¨® tambi¨¦n el r¨¢pido crecimiento de una naci¨®n a partir de gigantescas fotograf¨ªas de ciudades como la emergente San Francisco, donde acab¨® estableciendo su base profesional y vital. Protagoniz¨® una singladura ajetreada, que le condujo a repetidos viajes por el norte y el centro de Am¨¦rica, que a los 44 a?os vio empa?ada por un esc¨¢ndalo erigido en comidilla de la ¨¦poca. Presa de un ataque de celos tras descubrir la relaci¨®n extraconyugal de su esposa Flora, Muybridge despach¨® de un tiro al amante, en un episodio que le fue perdonado: el jurado le absolvi¨®.
En una nueva demostraci¨®n de que el arte suele imitar a la vida, ese espinoso apartado de su biograf¨ªa acab¨® inspirando la ¨®pera El Fot¨®grafo, firmada por el compositor vanguardista estadounidense Philip Glass.
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