"Con sectarismo Irak no ser¨¢ estable"
Por el resquicio de dos muros de cemento se entra a las oficinas del ex primer ministro iraqu¨ª Iyad Alaui, en Bagdad. Mientras los 50.000 soldados estadounidenses se han replegado a sus cuarteles , el primer ministro en funciones, Nuri al Maliki, y el propio Alaui, abanderado del laicismo y de la lucha contra el sectarismo confesional y ¨¦tnico, pugnan a brazo partido por la jefatura del Gobierno .
Miembro del Partido Baaz en sus or¨ªgenes (y, de regreso a Irak, implicado en el traum¨¢tico proceso de desbaazificaci¨®n del pa¨ªs), pronto se enfrent¨® a Sadam Husein y se exili¨® durante tres d¨¦cadas en Reino Unido. Nunca ces¨® de conspirar para derrocar al tirano, sufri¨® varios intentos de asesinato y, aupado por Washington -estuvo vinculado a los informes de inteligencia que aseguraban que Sadam Husein pod¨ªa desplegar armas de destrucci¨®n masiva en 45 minutos-, accedi¨® al cargo de primer ministro, durante nueve meses, a partir de junio de 2004, cuando el diplom¨¢tico estadounidense Paul Bremer cedi¨® una porci¨®n del poder a este pol¨ªtico chi¨ª, pero laico.
"El r¨¦gimen de Sadam convirti¨® a los iraqu¨ªes en sectarios"
"Si Irak no se estabiliza, todo Oriente Medio se ver¨¢ afectado"
"Detr¨¢s de los atentados hay una organizaci¨®n, no un grupo peque?o"
"EE UU no ten¨ªa ninguna pol¨ªtica para despu¨¦s del conflicto"
Durante su mandato, su Gobierno fue denunciado por un desfalco masivo en varios ministerios: 1.600 millones de euros desaparecieron sin dejar rastro.
Serio a la par que afable, elude temas espinosos que le afectan personalmente, f¨ªa demasiadas cosas a la buena voluntad de los l¨ªderes pol¨ªticos locales y for¨¢neos, se esfuerza por no molestar a ning¨²n Estado vecino -especialmente a Ir¨¢n- y desea proyectar optimismo al tiempo que esboza un panorama desolador de un pa¨ªs plagado de dirigentes corruptos. "Irak", afirma, "a¨²n no se sostiene sobre sus pies".
Pregunta. La situaci¨®n pol¨ªtica es altamente inestable.
Respuesta. ?Ha sido estable alguna vez en los ¨²ltimos a?os?
P. ?Cree que se formar¨¢ Gobierno a corto plazo?
R. Solo Dios lo sabe.
P. ?Cree en el ¨¦xito de un partido multiconfesional cuando el sectarismo tiene tanta fuerza en Irak?
R. El pueblo en Irak no es sectario. Al principio del siglo pasado hubo una revuelta contra los brit¨¢nicos que fue dirigida por los chi¨ªes, y los brit¨¢nicos aceptaron una transferencia de soberan¨ªa. La delegaci¨®n chi¨ª viaj¨® al Hijaz [regi¨®n de Arabia Saud¨ª] y eligieron a un sun¨ª, que no era iraqu¨ª, como rey de Irak. Esto indica que el pueblo iraqu¨ª realmente no es sectario. Se convirtieron en sectarios por el comportamiento del r¨¦gimen de Sadam, y eso tiene su incidencia despu¨¦s de la ocupaci¨®n. Son los pol¨ªticos quienes lo crearon. Muchos iraqu¨ªes est¨¢n virando en nuestra direcci¨®n a pesar de que son presionados en sentido contrario. El sectarismo no es el asunto fundamental en Irak.
P. ?Cu¨¢l es entonces el principal problema que afronta su pa¨ªs en el futuro m¨¢s cercano?
R. Construir la reconciliaci¨®n nacional. Si no nos libramos del sectarismo, si no construimos instituciones profesionales basadas en la eficiencia, en la honestidad, la situaci¨®n no se estabilizar¨¢. Y lo que produce miedo es que si Irak no es estable, todo Oriente Medio se ver¨¢ afectado. Si no conseguimos un Gobierno de coalici¨®n con una clara hoja de ruta, el futuro de este pa¨ªs estar¨¢ en peligro, porque Irak todav¨ªa no se sostiene sobre sus pies. Incluso si consideras los atentados terroristas cometidos hace una semana, 13 explosiones a lo largo de todo el pa¨ªs, ello refleja que hay una organizaci¨®n. No es un grupo peque?o. Si despu¨¦s de ocho a?os una organizaci¨®n es capaz de perpetrar esos atentados, ello plantea muchas preguntas sobre la estabilidad del pa¨ªs y debe empujar a los pol¨ªticos a formar un Gobierno s¨®lido. Tenemos que abordar asuntos centrales como la reconciliaci¨®n, el sectarismo, la pol¨ªtica exterior, la pol¨ªtica de defensa y la econ¨®mica. Hay que construir las instituciones, empezando por el sistema judicial.
P. Los pol¨ªticos iraqu¨ªes son los primeros en violar las leyes: raro es que aprueben una ley en los plazos fijados.
R. La situaci¨®n ahora ha cambiado con la retirada estadounidense. Si la clase pol¨ªtica se aferra a sus viejos h¨¢bitos, el futuro ser¨¢ muy sombr¨ªo. El pa¨ªs est¨¢ en la casilla de salida. No sabemos hacia d¨®nde va.
P. En Irak permanecen unos 50.000 norteamericanos y la influencia de Ir¨¢n en los asuntos pol¨ªticos tambi¨¦n es notoria.
R. Creo que es un fen¨®meno natural. Cuando el r¨¦gimen de Sadam cay¨®, se cre¨® un vac¨ªo pol¨ªtico. Todas las instituciones fueron desmanteladas. Entonces comenz¨® el proceso de desbaazificaci¨®n e Irak, desafortunadamente, fue empujado a la v¨ªa del sectarismo cuando el Consejo de Gobierno fue creado en 2004. Este vac¨ªo invit¨® a otros a intervenir, por ejemplo en Ir¨¢n, porque tem¨ªan por su seguridad. Otros elementos tambi¨¦n creyeron que deber¨ªan ejercer cierto poder en Irak.
P. ?C¨®mo van a solucionar las reivindicaciones territoriales y pol¨ªticas del Kurdist¨¢n? ?Hay riesgo de que el pa¨ªs se desintegre?
R. Puede solucionarse. No creo que haya problema sin soluci¨®n, si existe buena voluntad. Tenemos que dialogar entre todos como iraqu¨ªes, pero los kurdos est¨¢n atemorizados porque han sido sometidos a muchas atrocidades, y eso les provoca la sensaci¨®n de estar oprimidos. Quieren defenderse.
P. ?Cu¨¢l fue el motivo principal de la invasi¨®n de EE UU?
R. No s¨¦ por qu¨¦ invadieron Irak. Pero, definitivamente, la oposici¨®n iraqu¨ª liber¨® al pa¨ªs de la tiran¨ªa de Sadam. ?Por qu¨¦ invadieron y por qu¨¦ lo hicieron como lo hicieron? No lo s¨¦. Pero lo m¨¢s desafortunado que ocurri¨® es que EE UU no ten¨ªa ninguna pol¨ªtica para despu¨¦s del conflicto. ?Puede imaginarse un pa¨ªs como Irak sin Ej¨¦rcito, sin polic¨ªa, sin servicios de inteligencia? Es imposible.
P. Hay quien sostiene que se trataba de desmembrar el pa¨ªs. El hoy vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, abog¨® antes de la guerra por la divisi¨®n de Irak en tres regiones.
R. No lo s¨¦. La ministra de Exteriores espa?ola en aquellos a?os, Ana Palacio, tampoco ten¨ªa una explicaci¨®n. Lo mismo sucedi¨® a otros pa¨ªses que fueron sus aliados en la guerra.
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