La NASA se posa en la mina San Jos¨¦

El psic¨®logo Alberto Iturra Benavides vive desde hace 11 a?os en Caldera, el pueblo m¨¢s pr¨®ximo a la mina San Jos¨¦, a solo 35 kil¨®metros del yacimiento. Fue reclamado por el Gobierno para atender a las familias desde el 8 de agosto, apenas tres d¨ªas despu¨¦s del derrumbe. Cada tarde a las tres, nueve de la noche en la Espa?a peninsular, charla con ellos por espacio de una hora.

Tiene 60 a?os y no disimula el buen ¨¢nimo cuando se dirige a cualquiera de los 33 hombres que llevan cerca de un mes sepultados a 700 metros bajo tierra. Con ellos procura medir mucho sus palabras. "Si me preguntan que c¨®mo estoy, siempre les digo que estupendamente. Si insisten en saber por qu¨¦, les respondo que es porque ya falta un d¨ªa menos para el abrazo. De modo que nunca les doy fecha concreta, pero ellos se mentalizan de que esto va para largo".

"No saldr¨¢ el mismo minero que entr¨®", dice Alberto Iturra

"He pedido a sus mujeres que se pongan feas en las videoconferencias"

El experto ha enviado libros de autoayuda a los 33 hombres

Unas luces especiales crear¨¢n las condiciones del d¨ªa y la noche

Todas las cartas que escriben los familiares son supervisadas por un equipo de apoyo a las familias que se coordina con Iturra. "La supervisi¨®n del contenido es innegociable. Yo no puedo permitir, que aunque sea de broma, uno de arriba le mande un mensaje a otro de abajo que pueda generar enfrentamientos y mal ambiente", se?ala.

Iturra reconoce que en los dos d¨ªas que ha trabajado junto al psic¨®logo de la NASA que lleg¨® el mi¨¦rcoles a la mina junto a otros tres miembros de la agencia espacial, ha aprendido mucho. "Especialmente, acerca de los ritmos circadianos o biol¨®gicos. Hay como 20 sistemas del cuerpo condicionados por la forma en que se ordena nuestra vida a trav¨¦s de la luz del d¨ªa y de la noche. De esto me acabo de enterar esta ma?ana. La conclusi¨®n es que puedes evitar muchos estados de ¨¢nimo negativos si sabes regular bien esos ambientes. Vamos a encargar unas luces especiales, que seguramente se fabricar¨¢n en Estados Unidos, para crear las condiciones ambientales".

Lo primero que han preguntado los expertos de la NASA a Iturra es si alguno de los 33 est¨¢ deprimido. "No ha habido ninguna depresi¨®n. Solo momentos mejores y peores. Antes se alegraban con cualquier medida de agua que les llegaba. Y ahora que tienen camas, piden cobijas; es l¨®gico".

El psic¨®logo envi¨® a los mineros algunos libros de autoayuda (Tus zonas err¨®neas y C¨®mo superar la timidez) que extrajo de su propia biblioteca. "En estos momentos vivimos una especie de luna de miel. Todos est¨¢n contentos. Esa situaci¨®n se prolongar¨¢, probablemente, a lo largo de este mes, pero en octubre llegar¨¢ la etapa m¨¢s dif¨ªcil. Mi misi¨®n es adelantarme a ella. Les vamos a impartir unos cursos de enfermer¨ªa de choque o de combate que les puede venir muy bien en caso de emergencia. Y cursos de oratoria para que sepan manejarse con las entrevistas que tendr¨¢n que afrontar cuando salgan afuera".

El problema para Iturra es que debe acoplar su trabajo a los distintos planes de rescate que se pondr¨¢n en marcha. "Ahora hay un plan A y un plan B. Pronto vendr¨¢n el C y el D. Y cada uno de ellos contempla un tiempo de salida distinto. A¨²n no se sabe exactamente cu¨¢ndo saldr¨¢n. As¨ª que habr¨¢ que ir improvisando sobre la marcha. Pero a veces, las mejores medidas psicol¨®gicas son las m¨¢s sencillas. Un d¨ªa me encontr¨¦ muy preocupado a un minero porque no pod¨ªa hablar con su mujer. As¨ª que consegu¨ª otro tel¨¦fono, conect¨¦ una especie de altavoz y los puse en comunicaci¨®n. ?Ya est¨¢!".

Los expertos de la NASA han aconsejado a Iturra prevenir el posible desencuentro que se producir¨¢ entre los familiares y los mineros cuando salgan a la superficie. "La experiencia de los gringos les dice que la persona que ha vivido aislada maneja unos tiempos vitales distintos a su familia. Ya no va a salir el mismo minero que entr¨®. Saldr¨¢ una persona distinta, para bien o para mal".

Respecto al alcohol y a los fastos del bicentenario que se celebran en el pa¨ªs el pr¨®ximo 18 de septiembre, Iturra lo tiene claro: "No habr¨¢ copita de vino. S¨¦ que no habr¨ªa ning¨²n problema si cada uno bebiera su copa. Pero no me puedo arriesgar a que haya apuestas entre ellos y alguno se beba su parte y la de otros".

A trav¨¦s de Internet Iturra ha recibido la asesor¨ªa t¨¦cnica de unos 90 psic¨®logos. "Para m¨ª supone mucha satisfacci¨®n el hecho de que la gente de la NASA nos diga que los pasos que hemos ido dando hasta ahora han sido muy atinados". Iturra se ha esforzado en evitar el aislamiento de cualquiera de los 33. Por eso los dividi¨® en grupos de tres. Y por eso, los reproductores de m¨²sica que les env¨ªa van sin auriculares.

En cuanto a la posible abstinencia sexual de los mineros, Iturra le quita importancia. "Todos hemos atravesado la adolescencia... Dentro de pocos d¨ªas podr¨¢n conversar en videoconferencias con sus esposas. Les he pedido a ellas que procuren ponerse lo m¨¢s feas posible. Y conforme se vaya acercando la fecha de salida, que se arreglen bien y se pongan guapas. Se lo digo en broma, pero tambi¨¦n en serio".