La sociedad civil desaf¨ªa a los se?ores feudales

Anunciaron la creaci¨®n de su partido, Gorran (Cambio, en kurdo), dos meses antes de las elecciones de agosto de 2009, y sus resultados fueron espectaculares para un estreno: 25 esca?os de los 111 del Parlamento. Y dicen muchas lenguas en Erbil que los dos partidos hegem¨®nicos -el Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n (PDK) y la Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n (UPK)- emplearon todo tipo de artima?as posibles el d¨ªa de los comicios para no salir derrotados.

Nada puede hacerse en la regi¨®n sin el visto bueno de los clanes dominantes: los Barzani -omnipresentes las fotograf¨ªas de la saga en las provincias de Erbil y Dohuk-, y los Talabani, el se?or de Suleimaniya y presidente de Irak. Desde 2003, sus relaciones son afables, aunque cada uno mantiene en armas a su milicia. Porque, fieles a su tradici¨®n guerrera, se zurraron de lo lindo entre 1994 y 1998 en su lucha por el poder. Masud Barzani lleg¨® a pedir la ayuda al odiado de Sadam Husein en 1997 para expulsar de su feudo de Erbil a Talabani.

Contra ese estado de cosas -una aut¨¦ntica cleptocracia, seg¨²n muchos kurdos-, se rebel¨® Gorran. La queja se escucha con frecuencia, pese al temor a la represalia. "Para ser funcionario o decano de una facultad, tienes que presentar el carn¨¦ de uno de los partidos", apunta Saber Omar Mamajeni, dirigente de Gorran, desgajado de la UPK. Mamajeni enfatiza que "se est¨¢ vendiendo petr¨®leo a Ir¨¢n, pero el dinero va al bolsillo de los dirigentes". "Hay muchas denuncias de corrupci¨®n", contin¨²a, "pero la justicia no hace nada. Y es verdad que hay alguna inversi¨®n, pero tambi¨¦n un saqueo de los recursos p¨²blicos". Mamajeni advierte contra el intento de aprobar una Constituci¨®n "que pretende dejar todo el poder en manos del presidente" y segar en el texto legal la independencia del poder judicial. El Parlamento, aunque sus diputados se embolsen 5.500 euros mensuales -el salario medio en el Kurdist¨¢n es de unos 350 euros-, no parece lugar para el debate. "No se tramita ninguna propuesta que presenta Gorran", concluye el dirigente.

"Sin ser afiliado a uno de estos grupos", afirma el ingeniero Mohamed Husein Rasul, "solo puedes aspirar a empleos mediocres y salarios bajos. Exigen lealtad ciega". "Tenemos agua, petr¨®leo y muy malos dirigentes", sentencia otro kurdo que prefiere omitir su identidad.