"Soy due?o de mis discos y pacto su distribuci¨®n"
La noticia escueta dice as¨ª: Kiko Veneno tiene nuevo disco, distribuido por Warner. Pero aqu¨ª hay elementos novedosos. Diez a?os atr¨¢s, Kiko se rebel¨® contra la gran industria musical y cre¨® su propio sello, Ele M¨²sica: "Soy due?o de mis discos y pacto su distribuci¨®n con quien se interesa". El anterior, El hombre invisible, sali¨® en 2005 y el periodo de elaboraci¨®n de Dice la gente, "lento, incluso para m¨ª", obedece a asuntos enojosos.
Primero, Kiko sufre la enfermedad de Raynaud, que convierte tocar la guitarra en un sufrimiento: "No me quejo, aunque el home¨®pata me haya quitado todo lo que me gusta". Hubo adem¨¢s un falso comienzo, con su viejo compadre Raimundo Amador. "No hubo entendimiento y no dir¨¦ m¨¢s. Pase lo que pase, ¨¦l me hizo artista. Yo compuse un par de cosillas y Raimundo meti¨® su guitarra. Fue un deslumbramiento total: aquello pod¨ªa ser arte, si le echaba trabajo. Su ejemplo mismo me transform¨®: alguien que dominaba los c¨®digos flamencos pero, tras escuchar a Hendrix, buscaba una expresi¨®n personal".
"Con mi mayor ¨¦xito, comprend¨ª que nunca iba a ser popular"
"Yo soy de la generaci¨®n del LSD; te inicia en los misterios de la vida"
"Si pudiera me ir¨ªa a la costa a comer lo que pesco y lo que cultivo"
Con Raimundo y Rafael Amador, Kiko debut¨® en 1977 con Veneno. Treinta a?os despu¨¦s, se congratula al comprobar que prospera un rock genuinamente venenoso, de esp¨ªritu transgresor y lenguaje directo: "Cuando escuch¨¦ a Los Delinq¨¹entes, se me erizaron los pelos del alma. Lleg¨® luego Jairo Muchachito y mi alegr¨ªa fue completa. Cuando nos juntamos, siento que todo ha valido la pena".
Conviene recordar que, durante los ochenta, Kiko malvi-vi¨® de la m¨²sica y sac¨® adelante a su familia trabajando de funcionario. "Mi m¨¢ximo vendedor fue ?chate un cantecito, en 1992. Actuamos mucho y esperaba un buen pellizco de la SGAE. Me dieron 40 millones de pesetas. Luego habl¨¦ con Pascual Gonz¨¢lez, de Cantores de H¨ªspalis. ?l se llev¨® 100 millones y ah¨ª entend¨ª que, incluso con mis canciones m¨¢s accesibles, yo nunca iba a ser lo que se dice popular".
No hay acierto sin castigo. Kiko invirti¨® parte de lo ganado en comprarse una parcela en Valencina (Sevilla), y construirse una casa. "Aquello se convirti¨® en una urbanizaci¨®n y nos encontramos conviviendo con gente maja pero, tambi¨¦n, con insignes representantes de la era del pelotazo. Un d¨ªa te despiertas y descubres que el enemigo te ha rodeado. Nada bueno si tu alimento es la cultura callejera. ?Ahora? Si pudiera, me ir¨ªa a la costa, adonde pudiera comer lo que pesco y lo que cultivo".
S¨ª, tambi¨¦n cultivar¨ªa marihuana. El nuevo disco incluye La rama de Barcelona, una rumba dedicada al movimiento del autoabastecimiento. "Creo en el consumo responsable; el cultivo propio echa fuera a las mafias. Detesto la coca¨ªna, que tanto ha da?ado a la m¨²sica. No solo te fastidia las cuerdas vocales, te convence de que lo trivial es genial. Hasta le tengo m¨¢s consideraci¨®n a la hero¨ªna: hay docenas de jazzmen -y algunos flamencos- que han demostrado que se puede crear con los opi¨¢ceos. Yo soy de la generaci¨®n del LSD, que usas en una ¨¦poca y te proporciona grandes ense?anzas, es una iniciaci¨®n a los misterios de la vida".
Dice la gente es una autoproducci¨®n de Kiko: "La primera vez que dirijo un disco m¨ªo. Tampoco hay tanto misterio: desde que grabamos Veneno s¨¦ c¨®mo debo tratar mi voz. Luego, debes tener un equipo humano peque?o y un estudio que suene bien". No se lo pierdan: junto a la joya que le da t¨ªtulo, aparece una ins¨®lita adaptaci¨®n de Leonard Cohen y una de sus celebradas "canciones c¨ªvicas", Andaluc¨ªa. "Adem¨¢s, hay bastante aire africano. Mi mayor frustraci¨®n ha sido no poder pasar una temporada en Bamako: con los secuestros, te disuaden de ir a Mal¨ª".
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