La vida plena de Casanova
En diciembre de 2009 la editorial Atalanta, de Vila¨¹r, present¨® una estupenda edici¨®n castellana en dos tomos de la extraordinaria Historia de mi vida, del universal aventurero veneciano Giacomo Casanova (1725-1798), traducida por Mauro Armi?o. Comprende las cuatro mil suculentas cuartillas que Casanova redact¨® al final de sus d¨ªas en el castillo bohemio de Dux, ya septuagenario, como bibliotecario del conde de Waldstein. Sus recuerdos, que consolaban y ocupaban el tedio de su vejez, constituyen hoy la autobiograf¨ªa por antonomasia, y un impagable testimonio social y cultural de aquel magn¨ªfico siglo de las Luces en que vivi¨®.
A Casanova se le conoce sobre todo como un gran seductor de mujeres; la imaginaci¨®n popular lo confunde con Don Juan, sin embargo fue var¨®n de temple muy distinto: era un hombre de verdad que se enamoraba del bello sexo sin despreciarlo. Al contrario que para Don Juan, la mujer fue para el veneciano, junto con las ciencias y el conocimiento, la divinidad a la que hay que rendir pleites¨ªa con lo mejor de s¨ª mismo. "Jam¨¢s soport¨¦ ver llorar a una mujer", manifest¨®; de manera que se volcaba en complacerlas. Casanova ca¨ªa prendido tanto de la belleza como de la ternura y el placer, y amando a las mujeres amaba la vida y sus goces. Por eso su pensamiento siempre fue positivo, optimista y confiado: se dej¨® guiar por su buena estrella lo mismo cuando estaba sin blanca que cuando gastaba su oro a manos llenas. Fue apasionado, nunca un convidado de piedra: lo mov¨ªan sentimientos fuertes, y el aburrimiento era el monstruo al que m¨¢s odiaba. Mas no fue s¨®lo un vividor y un seductor: Casanova era un hombre curioso que estuvo al tanto de la cultura y la sabidur¨ªa de su tiempo. No tuvo nada de fatuo incapaz de pensamiento abstracto, y as¨ª lo confirma el volumen que rese?amos. Este libro podr¨ªa ser un hermano menor de Historia de mi vida, dado que compendia lo esencial de la sabidur¨ªa te¨®rica de Casanova, del arte de vivir que lo gui¨® en su azarosa existencia y que naci¨® a ra¨ªz de sus experiencias. Hombre de letras y ciencias, gran conversador, muy atento y avizor a cuanto pasaba en su tiempo, el veneciano lo mismo trataba con Voltaire y Federico el Grande que con el libretista mozartiano Lorenzo Da Ponte, o con embaucadores como Cagliostro. Lo importante para ¨¦l fue mantenerse activo y sentirse vivo. Su persona impon¨ªa por su estatura, pero tambi¨¦n por su galante educaci¨®n, su conversaci¨®n amena, sus atenciones y su aguda sabidur¨ªa, sin que por ello tambi¨¦n se hiciera el charlat¨¢n cuando le conven¨ªa.
M¨¢ximas y an¨¦cdotas
Giacomo Casanova
Edici¨®n de Jaime Rosal
Comanegra. Barcelona, 2010
219 p¨¢ginas. 15 euros
En suma, de su vida plagada de an¨¦cdotas y de espl¨¦ndidas aventuras -como la fuga de la prisi¨®n de Los Plomos, donde lo encerr¨® la Inquisici¨®n, el duelo en Polonia, o sus azarosas estancias en Espa?a, Francia, Alemania- extrajo m¨¢ximas de vida comparables a las de los cl¨¢sicos griegos o los moralistas y libertinos franceses. Son pensamientos y an¨¦cdotas que hoy nos sirven de recreo y reflexi¨®n. L¨¦ase simplemente uno de los m¨¢s citados: "Prefiero la libertad a la vida"; o esta sentencia de corte spinozista: "Si dese¨¢is la salud, deb¨¦is deshaceros de la tristeza"; o aquel otro pensamiento de m¨¢xima actualidad: "En el amor la mera idea de violencia siempre me ha repugnado porque sigo pensando que no puede darse la dicha amorosa si no hay un perfecto acuerdo de confianza y abandono".
Confianza y abandono en el mundo y en sus placeres caracterizaron la vida de Casanova, plena en todos los sentidos: positiva, gozadora, juguetona -aunque no exenta de la melancol¨ªa y las tristezas propias de los seres sensibles- y, finalmente, literaria. Buena traducci¨®n, pero tambi¨¦n alg¨²n leve error de composici¨®n en este libro acertado y tan recomendable.
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