Mladic traza la ruta hacia el genocidio
La fiscal¨ªa de La Haya analiza los diarios del general serbobosnio pr¨®fugo tras la matanza de Srebrenica para probar su plan de limpieza ¨¦tnica en los Balcanes
La huida de Ratko Mladic, el fugitivo por excelencia de la justicia internacional por el genocidio de Srebrenica durante la guerra de Bosnia, tiene letra y voz propias. Sus diarios de guerra han sido traducidos despu¨¦s de haber estado ocultos durante 15 a?os, y se?alan un "enemigo com¨²n" en los Balcanes: la poblaci¨®n musulmana. Son 3.500 p¨¢ginas de anotaciones minuciosas que levantan acta de la colaboraci¨®n entre Serbia y el Ej¨¦rcito serbobosnio en la b¨²squeda de una naci¨®n ¨¦tnicamente pura. Al menos eso espera demostrar la fiscal¨ªa del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), que recibi¨® en mayo pasado 18 libros de notas en caracteres cir¨ªlicos, adem¨¢s de 99 cintas con 250 horas de conversaciones. Los jueces de La Haya ya han admitido algunos pasajes para a?adirlos como prueba.
"Nos conviene que los musulmanes se vayan a un cant¨®n", le dice un jefe croata
El militar serbio solo rese?a una vez la situaci¨®n en la zona de Srebrenica
El Tribunal para la ex Yugoslavia ya ha admitido pasajes en el sumario
"No es la confesi¨®n de un crimen; es una prueba para el juicio", alega el fiscal
Con sus escritos, Mladic se convierte en relator de un plan gestado entre pol¨ªticos como el fallecido presidente serbio, Slobodan Milosevic, y el l¨ªder serbobosnio Radovan Karadzic, adem¨¢s de militares y polic¨ªas serbios, serbobosnios y serbocroatas. O bien croatas, sin m¨¢s.
El general pr¨®fugo recoge las palabras de Jadranko Prlic, ex l¨ªder croata procesado por cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, sobre el "enemigo com¨²n musulm¨¢n". Mladic entrecomilla a sus interlocutores, pero no baja la guardia en ning¨²n momento sobre s¨ª mismo. Evita mencionar asaltos como el de Srebrenica, aunque s¨ª rese?a un encuentro en 1993 para hablar de la situaci¨®n humanitaria de los civiles en la ciudad bosnia. "Necesitamos observadores de la ONU para saber qui¨¦n est¨¢ violando el alto el fuego. El general Morillon [jefe de las fuerzas de protecci¨®n de Naciones Unidas en Bosnia-Herzegovina en 1992] estacionar¨¢ una compa?¨ªa canadiense en Srebrenica", dice el texto.
Dos a?os despu¨¦s, solo aparecer¨¢n unas as¨¦pticas l¨ªneas de la peor matanza cometida en Europa despu¨¦s de la II Guerra Mundial. Es el apunte de una reuni¨®n celebrada en Belgrado el 15 de julio de 1995. Ese d¨ªa, oficiales de la OTAN y altos funcionarios de Naciones Unidas "discuten la situaci¨®n de los vecinos de la ciudad bosnia [de Srebrenica]". El genocidio fue perpetrado el 11 de julio. Una entrada de enero de 1995 s¨ª afirma claramente que hay agresores que "han roto Serbia con ayuda de los musulmanes". Muchos a?os despu¨¦s, uno de los cascos azules holandeses encargados de proteger a los civiles en la ciudad bosnia, recordaba as¨ª al general: "Mladic entr¨® sonriendo en la ciudad. Repart¨ªa pan a los ni?os y les dec¨ªa que no se preocuparan, mirando a las c¨¢maras. En cuanto ¨¦stas se retiraban, les quitaba el mendrugo de las manos".
El genocidio de Srebrenica no consta, pero de la lectura de los diarios emerge la ruta que conducir¨ªa a la tragedia. En 1993, por ejemplo, Karadzic ya mencionaba la necesidad de "ayudar a los croatas para que fuercen a los musulmanes a que acepten la divisi¨®n de Bosnia". En la misma reuni¨®n, Slobodan Praljak, ex general del Consejo de Defensa croata juzgado hoy por cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, expuso sus intereses de forma cruda. "Nos conviene que tengan [los musulmanes] su propio cant¨®n para que se vayan all¨ª". Un a?o despu¨¦s, Praljak dir¨ªa algo sobrecogedor. "Matar a 50.000 musulmanes m¨¢s no conduce a nada; enseguida se recuperan. Hay que intercambiar a la poblaci¨®n". Mladic cita m¨¢s adelante a Milosevic con una frase reveladora del control de la causa nacionalista serbia que le mov¨ªa. "Estados Unidos flirtea con los musulmanes porque tiene intereses en Oriente Pr¨®ximo y debe hacerles concesiones a costa nuestra. Seremos fuertes si estamos unidos en torno a un mando supremo ¨²nico", dijo.
A Mladic, el ex presidente serbio le advirti¨® de las ansias de poder de Karadzic. "No puedes dejar que haga lo que quiera. Tienes que dictarles las prioridades". El propio general serbobosnio abandona su labor de escribano de la guerra balc¨¢nica para transcribir ¨ªntegro un discurso suyo pronunciado ante unos cadetes en 1993. Empieza diciendo que los Balcanes "se han convertido en el escenario de la lucha entre las fuerzas que quieren germanizar e islamizar Europa". Sigue con una cr¨ªtica a la comunidad internacional, "que nos ha declarado la guerra, de forma individual y como coalici¨®n, aunque no han vencido". "Han escogido la f¨®rmula del avance indirecto para convertir a los serbios y a otros pueblos de los Balcanes en hordas de vagabundos, en campos y monta?as, de acuerdo con la f¨®rmula democr¨¢tica vista en Somalia". La arenga termina alabando el resultado de la guerra defensiva de Serbia, con la formaci¨®n de la Rep¨²blica de los Serbios de Krajina (en Croacia) y la Rep¨²blica Srpska (en Bosnia). "Ambas le mostrar¨¢n que nos seguiremos adiestrando, no para conquistar, sino para defender nuestra tierra del agresor".
Serge Brammertz, fiscal jefe del TPIY, considera los libros de notas como "una de las pruebas m¨¢s importantes recibida por el Tribunal relativa a uno de sus mayores acusados". En su opini¨®n, no solo no hay nada parecido en los dem¨¢s sumarios. "Ser¨¢ relevante tambi¨¦n para los historiadores que analicen el conflicto". Con dos d¨¦cadas de profesi¨®n a sus espaldas, tiene clara la val¨ªa del material. "No es la confesi¨®n de un crimen. Es la prueba de lo que sospech¨¢bamos, que hubo reuniones [entre Belgrado y los dem¨¢s l¨ªderes del entorno serbio] que podr¨¢n ser usadas en otros procesos. S¨¦ que la justicia es lenta y lo ocurrido en los Balcanes hace 15 a?os puede parecer lejano. Para las v¨ªctimas, sin embargo, sigue en el centro de sus vidas. Por eso hay que encontrar y detener a Mladic", subraya.
El verdugo de los bosnios musulmanes
- El fin de un pa¨ªs. En junio de 1991 Eslovenia y Croacia declaran la independencia de Yugoslavia. Es el comienzo de la disoluci¨®n del pa¨ªs. El Ej¨¦rcito federal, bajo el mando del Slobodan Milosevic, ataca Eslovenia pero se retira 10 d¨ªas despu¨¦s bajo la presi¨®n de la comunidad internacional. En cambio, la independencia de Croacia abre un conflicto que, tras cuatro meses de violentos combates, no acabar¨¢ hasta 1995. Ratko Mladic recibe el mando del IX Cuerpo de las fuerzas yugoslavas en Knin, capital de la autoproclamada Rep¨²blica Serbia de Krajina.
- La guerra de Bosnia. Bosnia-Herzegovina, donde la poblaci¨®n musulmana es mayor¨ªa, se declara independiente en febrero de 1992. Los serbios que viven en su territorio se oponen y reciben al apoyo del Ej¨¦rcito federal. En mayo crean su propio ej¨¦rcito. El comandante es Mladic.
- El cerco de Sarajevo. Mladic es considerado uno de los responsables del cerco de la capital del nuevo Estado. A partir del 5 de abril de 1992, y durante 44 meses, las tropas serbias sitiaron Sarajevo. Los combates dejan al menos 10.000 v¨ªctimas, entre ellas 1.500 ni?os, y miles de desplazados. En Foca, cerca de Sarajevo, miles de mujeres sufren violaciones.
- La matanza de Srebrenica. El nombre de Mladic, junto al de Radovan Karadzic, est¨¢ vinculado a la peor masacre de civiles vivida en Europa tras la II Guerra Mundial. El 11 de julio de 1995 las tropas serbias entran en el enclave de Srebrenica, entonces bajo la protecci¨®n de los cascos azules de la ONU. Los serbios separan a las mujeres y los ni?os de los hombres, para interrogarles. En los cinco d¨ªas siguientes las fuerzas serbias matan a 8.000 hombres y j¨®venes musulmanes de entre 12 y 77 a?os. Mladic y Karadzic est¨¢n acusados de haber ordenado la matanza.
- Regreso a Belgrado. Tras la firma de los Acuerdos de Dayton, en 1995, termina la guerra de Bosnia-Herzegovina. Ratko Mladic vuelve en 1996 a Belgrado, donde vive bajo la protecci¨®n de los servicios militares y de Slobodan Mil¨®sevic, quien negocia la paz en nombre de los serbobosnios.
- Cr¨ªmenes de guerra. El Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia acusa a Mladic y Karadzic de los delitos de cr¨ªmenes de guerra y genocidio. En 1999, durante la guerra de Kosovo, La Haya acusa tambi¨¦n a Mil¨®sevic, considerado el cerebro detr¨¢s de la limpieza ¨¦tnica en los Balcanes. El ex presidente muere en 2006 en prisi¨®n. Karadzic es detenido en 2008. Mladic sigue pr¨®fugo.
Extractos del texto
- "Matar a 50.000 musulmanes m¨¢s no conduce a nada, enseguida se recuperan. Hay que intercambiar a la poblaci¨®n", dijo el ex general croata Slobodan Praljak, acusado de cr¨ªmenes de guerra, seg¨²n cuenta Mladic en su diario.
- "Los musulmanes son nuestro enemigo com¨²n", anota Mladic en 1994, citando al antiguo l¨ªder croata Jadranko Prlic.
- "Hay que ayudar a los croatas para que fuercen
a los musulmanes a que acepten la divisi¨®n de Bosnia", dice Radovan Karadzic en 1993 en una reuni¨®n en la que estuvo presente Slobodan Milosevic.
- "Nos conviene que tengan [los musulmanes] su propio cant¨®n para que se vayan all¨ª", dice Praljak.
- Milosevic dijo en una reuni¨®n: "EE UU flirtea con los musulmanes porque tiene intereses en Oriente Pr¨®ximo y ha de hacerles concesiones. Seremos fuertes si estamos unidos en torno a un mando supremo ¨²nico".
- Mladic, en 1993: "Los Balcanes se han convertido en el escenario de la lucha entre las fuerzas que quieren germanizar y las que quieren islamizar Europa".
- Mladic: "[La coalici¨®n occidental] ha escogido la f¨®rmula del avance indirecto para convertir a los serbios
y a otros pueblos de los Balcanes en hordas de vagabundos".
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