La brecha cultural entre el Norte y el Sur se agranda en la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo

El Mediterr¨¢neo puede ser un mar que una los universos del Norte y del Sur de sus riberas, como pretende la renqueante Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo (UpM), pero la realidad es que los valores entre ambas orillas difieren dr¨¢sticamente, con los pa¨ªses de ra¨ªz isl¨¢mica poniendo un gran ¨¦nfasis en la religi¨®n y en lo innegociable de la verdad mientras que para los europeos la religi¨®n queda superada por la familia y la verdad debe ser analizada a la luz de las circunstancias. A tender un puente entre unos y otros puede contribuir la UpM -que suscita desmesuradas expectativas en el Sur y la presencia de emigrantes en el Norte- gracias a su conocimiento de ambos mundos.

Lo arduo de acercar la secular y rica UE y el creyente y empobrecido Sur queda reflejado en el sondeo Tendencias interculturales euromediterr¨¢neas 2010, primero de lo que se quiere que sea una serie de tomas regulares al pulso de las relaciones entre ambas orillas, un encargo de la Fundaci¨®n Anna Lindh, creada para explorar esa relaci¨®n. Con 13.000 personas consultadas en agosto y septiembre del a?o pasado en 13 pa¨ªses de los 42 que forman la UpM, entre ellos Espa?a, el informe subray¨® la radical fractura en torno a la religi¨®n, enmascarada en la opini¨®n sobre la existencia del valor absoluto de la verdad.

Para el 88% de los marroqu¨ªes y el 71% de los egipcios, la verdad es un valor absoluto, porcentaje que rondan el 20% (por arriba y por abajo) en los pa¨ªses europeos, con Suecia (13%) y Espa?a (15%) entre los m¨¢s relativistas. Turqu¨ªa presenta una cifra (28%) homologable a las de Europa, lo que permite aventurar que el pa¨ªs otomano est¨¢ m¨¢s cerca de la Uni¨®n de lo que se pretende.

Robert Manchin, presidente para Europa de Gallup, autor del sondeo, subray¨® su sorpresa al constatar que el 61% de los turcos tienen alg¨²n familiar o amigo en Europa y que "saben lo que pasa en el continente". El promedio para el conjunto de la regi¨®n sure?a es del 42%, que sube hasta el 58% en el caso de Marruecos. Para la polit¨®loga Sara Silvestri, especialista en di¨¢logo intercultural, semejante penetraci¨®n puede contribuir al acercamiento entre los vecinos de ambas riberas, aunque el mismo sondeo revele que son los pa¨ªses del Norte los que tienen mayor inter¨¦s por la cultura del otro.

Pero lo que desboca las expectativas de los sure?os es la UpM, el proyecto heredero del Proceso de Barcelona que con dos a?os de vida sigue sin ofrecer resultados, hipotecado por la secular crisis palestino-israel¨ª (en la que este primer informe no entra), lo que da la raz¨®n al 73% de europeos y 61% de sure?os que ven a la regi¨®n como fuente de conflicto.