Demasiadas fuentes an¨®nimas
DEFENSORA DEL LECTOR. El periodismo de investigaci¨®n exige a veces proteger la identidad de los informantes. Pero el uso injustificado de fuentes ocultas da?a la credibilidad de la informaci¨®n.
Las fuentes an¨®nimas son imprescindibles en periodismo. De hecho, es imposible hacer buen periodismo de investigaci¨®n sin tener que recurrir en ocasiones a fuentes que exigen permanecer en el anonimato. De la existencia de esas fuentes depende que los lectores puedan llegar a conocer la verdad sobre asuntos que poderosas fuerzas pretenden mantener ocultos, y protegerlas es un deber inexcusable, pues de ello puede llegar a depender incluso la vida de la fuente o de terceras personas. Estamos hablando, como comprender¨¢n, de un asunto muy serio y por esa raz¨®n, los periodistas no est¨¢n obligados en ning¨²n caso a revelar sus fuentes.
Pero al lado de cr¨®nicas y trabajos de investigaci¨®n en los que el anonimato de la fuente est¨¢ plenamente justificado, podemos encontrar tambi¨¦n en las p¨¢ginas de EL PA?S, con m¨¢s frecuencia de lo deseable, cr¨®nicas y reportajes basados en fuentes an¨®nimas cuya ocultaci¨®n no est¨¢ en absoluto justificada. Ya en enero de 2007, el entonces Defensor del Lector trat¨® este asunto despu¨¦s de que el Comit¨¦ Profesional expresara a la Direcci¨®n su preocupaci¨®n por el aumento del uso de fuentes an¨®nimas. Creo que la tendencia no solo no se ha corregido, sino que se ha acentuado. Una parte del aumento puede explicarse por el esfuerzo que EL PA?S hace para ofrecer a sus lectores un periodismo de investigaci¨®n en asuntos tan controvertidos como las tramas de corrupci¨®n. Pero otra parte, precisamente la m¨¢s problem¨¢tica, se debe en mi opini¨®n a la creciente tolerancia hacia unas rutinas que deber¨ªamos revisar porque el uso injustificado de fuentes an¨®nimas afecta a la credibilidad de la informaci¨®n. Y disgusta a los lectores.
El control pol¨ªtico de la informaci¨®n obliga a veces a no citar fuentes
Armando Segovia me escribe desde la capital de M¨¦xico para quejarse por la cr¨®nica M¨¦xico da el primer gran golpe contra el cartel de Sinaloa, publicada el 31 de julio, en la que se hacen valoraciones y se construyen vaticinios sobre la ¨²nica base de lo que opinan "algunos analistas" y "expertos". "No es la primera vez que leo art¨ªculos de EL PA?S en los que se citan expertos y analistas an¨®nimos y nos niegan a los lectores la posibilidad de evaluar la calidad de tales voces. Esto solo contribuye a la sospecha, y no a la buena informaci¨®n que uno espera de EL PA?S", advierte el lector.
Esta era tambi¨¦n una de las causas por las que Rafael Jim¨¦nez Fern¨¢ndez se quej¨® a la Defensora en relaci¨®n con el art¨ªculo El aborto, amenazado en el Constitucional, publicado el 22 de agosto. En ese texto, los autores exponen el temor del PSOE a que el PP bloquee la ley del aborto y anticipan el posible sentido del voto de los miembros del Tribunal Constitucional seg¨²n su presunta adscripci¨®n ideol¨®gica.El lector se queja de que los autores, Fernando Garea y Julio M. L¨¢zaro, incurran en "conjeturas" y no aporten "ni una sola fuente consultada". Fernando Garea considera que "no se debe abusar de las fuentes an¨®nimas", pero en este caso cree que estaban justificadas. "Los acontecimientos han demostrado que eran absolutamente fiables, porque distintos portavoces del PSOE, empezando por Jos¨¦ Antonio Alonso, mostraron luego p¨²blicamente su temor a que el PP bloqueara la renovaci¨®n del tribunal para anular la ley del aborto". Julio M. L¨¢zaro a?ade que se consultaron tambi¨¦n fuentes jur¨ªdicas, pero "en asuntos internos de los tribunales no queda m¨¢s remedio que utilizar fuentes innominadas".
Para muchos lectores, la fuente es un dato fundamental a la hora de valorar la solvencia de una informaci¨®n. El Libro de estilo establece que se respetar¨¢ el anonimato cuando la fuente lo exija, pero se har¨¢ constar la raz¨®n. Los asuntos que requieren fuentes an¨®nimas son muy variados, pero las causas no tanto: la mayor¨ªa de las veces se hace para proteger a los informantes de posibles represalias. Voy a exponerles tres ejemplos de un solo d¨ªa, el mi¨¦rcoles pasado, que ilustran sobre esta problem¨¢tica y la deriva que est¨¢ tomando.
En un t¨ªtulo a cuatro columnas se le¨ªa que De la Vega forz¨® a la ex presidenta del CIS a retrasar un sondeo pol¨ªtico. La informaci¨®n era de la m¨¢xima relevancia y contradec¨ªa la versi¨®n oficial del cese de Bel¨¦n Barreiro, ocurrida unos d¨ªas antes. Todas las fuentes que se citaban eran gen¨¦ricas y adem¨¢s la informaci¨®n no iba firmada, con lo que tampoco ten¨ªa un garante identificado. No ser¨ªa la primera vez que se deja de firmar una noticia para proteger a una fuente, pero no era este el caso. "No se firm¨® porque era una informaci¨®n en la que hab¨ªan trabajado hasta ocho periodistas", explica Javier Casqueiro, redactor jefe de Espa?a. En cuanto a las fuentes, Casqueiro se?ala que era una noticia "compleja y delicada de manejar, tanto externa como internamente, y algunas fuentes pod¨ªan encontrarse en una situaci¨®n delicada si aparec¨ªan con nombres y apellidos".
En el segundo ejemplo tampoco figuraban fuentes identificadas, pero en este caso no se trataba solo de protegerlas de posibles represalias pol¨ªticas, sino de ser acusadas de vulnerar un imperativo legal. Como ustedes saben, las deliberaciones del Consejo de Ministros son secretas y sus miembros tienen el deber de no revelar su contenido. La discusi¨®n sobre la ubicaci¨®n del almac¨¦n temporal de residuos nucleares era, sin duda, un asunto del m¨¢ximo inter¨¦s period¨ªstico. El Gobierno fren¨® la ATC porque Sebasti¨¢n no ten¨ªa el s¨ª de Camps, titulaba EL PA?S en la apertura de Sociedad. Por la cuenta que le trae, cualquier periodista que se atreva a reproducir tantos detalles y hasta frases textuales de una reuni¨®n secreta, ha tenido que contrastar muy bien lo que publica. Pero incluso si incurriera en error, estar¨ªa obligado a rectificar, pero no a revelar la fuente.
En el tercer caso tambi¨¦n se trataba de proteger a las fuentes de posibles represalias, pero por otras razones. Lo considero especialmente significativo porque revela una de las causas que m¨¢s est¨¢ contribuyendo al aumento de las fuentes an¨®nimas: el control pol¨ªtico de la informaci¨®n por parte de quienes la administran. El Plan de Austeridad embarranca era el titular de una investigaci¨®n publicada en la secci¨®n de Catalu?a por Clara Blanchar y Miquel Noguer. En ella se explicaba que la Generalitat solo hab¨ªa eliminado 15 de las 63 empresas p¨²blicas que deb¨ªa suprimir de acuerdo con el Plan de Austeridad. Sorprend¨ªa que unos datos que deber¨ªan ser p¨²blicos aparecieran atribuidos a fuentes an¨®nimas y tambi¨¦n frases como "es un proceso largo que comporta repartir bienes, cerrar balances y vender patrimonio". ?En qu¨¦ pod¨ªa perjudicar eso a una fuente?
Los autores explican el trasfondo: "La informaci¨®n se elabor¨® con gran dificultad pues, aunque al iniciar consultas simult¨¢neas en diversos departamentos se nos facilitaron algunos datos, a los pocos d¨ªas dejaron de hacerlo y nos remitieron al Departamento de Presidencia alegando que se les hab¨ªa prohibido dar informaci¨®n sobre este asunto. Pero los datos que facilitaba Presidencia eran incompletos y no concordaban adem¨¢s con los que ya hab¨ªamos obtenido, por lo que optamos por publicar estos ¨²ltimos, aunque sin identificar la fuente para evitar represalias a quienes nos los hab¨ªan facilitado". Blanchar y Noguer resaltan de este caso dos elementos m¨¢s: "Al menos en dos ocasiones nos mintieron (sobre el n¨²mero de altos cargos cesados y sobre el n¨²mero de empresas realmente cerradas). Y el argumento con que Presidencia se resist¨ªa a facilitar informaci¨®n era que preparaba una rueda de prensa para m¨¢s adelante".
Podr¨ªa citarles muchos otros ejemplos en los que el uso de fuentes an¨®nimas obedece a los efectos perversos del control que ejercen los organismos p¨²blicos sobre la informaci¨®n y las relaciones de sometimiento que se derivan de ese control. Sometimiento del periodista de fuente (que trabaja en un gabinete de prensa) a sus superiores pol¨ªticos, y del periodista de medio (que trabaja en una Redacci¨®n) a quien posee la llave de futuras informaciones.
Sobre esta y otras cuestiones relativas al uso y abuso de fuentes an¨®nimas ahondar¨¦ en el pr¨®ximo art¨ªculo.
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