Erwin Schrott, la voz en la cabeza
El bajo-bar¨ªtono uruguayo debuta hoy en el Liceo con la 'Carmen' de Bieito
"En este oficio lo m¨¢s dif¨ªcil de aprender es a decir que no. A m¨ª me ense?¨® Mirella Freni. Dar un no razonado, sin ofender". No a demasiadas actuaciones al a?o, no a papeles para los cuales la voz todav¨ªa no est¨¢ preparada. Erwin Schrott (Montevideo, Uruguay, 1972) no culpa ni a agentes ni a directores de teatro o de orquesta cuando no se sabe dar la negativa a tiempo, sino a no haber escuchado "tu propia voz interior". "Si no lo haces, esa voz se cansa y, al final, se calla".
Sabe de qu¨¦ habla. En 1998 gan¨® el Premio Operalia y su carrera conoci¨® un s¨²bito cambio de escala, un aceler¨®n que le abri¨® las puertas de los teatros m¨¢s importantes: Metropolitan, Washington, Covent Garden, La Scala, ?pera de Viena y Salzburgo, donde este verano ha cantado el Leporello del Don Giovanni y el que viene har¨¢ doblete con el mismo personaje m¨¢s el de F¨ªgaro. Ha sido dirigido por Mehta, Muti, Pappano y Pl¨¢cido Domingo, entre otros. Especialista en papeles mozartianos, prepara ahora el conde Almaviva de Las bodas de F¨ªgaro, que incorporar¨¢ el pr¨®ximo enero en Viena ("ser¨¢ un conde pat¨¦tico, no rid¨ªculo", apunta).
"Pl¨¢cido Domingo es el ejemplo a no imitar. Es como intentar ser Dios"
Pero no tiene prisa. Tras el Escamillo lice¨ªsta se tomar¨¢ un descanso hasta la cita vienesa. En medio, solo alg¨²n recital, y acabar de pulir en Nueva York un disco de tangos que saldr¨¢ a mediados del a?o que viene. "Llevo el freno de mano echado". Por eso dice que esperar¨¢ al menos cinco a?os para afrontar el Scarpia, de Tosca, o el Jack Rance, de La fanciulla del West. Para Rigoletto a¨²n no tiene fecha: "Eso es el s¨¦ptimo grado". En cambio, s¨ª la tiene, aunque no la dice, para Bor¨ªs Godunov: "Muy pronto", se limita a se?alar. "Estudio ruso desde hace tiempo
[est¨¢ casado con la soprano rusa Anna Netrebko, tienen un hijo de dos a?os], pero no por la ¨®pera, sino por Mija¨ªl Bulgakov. El maestro y Margarita y Coraz¨®n de perro son mis dos libros de cabecera".
Ahora bien, por m¨¢s que abra el repertorio, al menos una vez al a?o piensa regresar a Mozart "para limpiar la casa". "Mozart y Da Ponte son dos genios con los cuales siempre s¨¦ que me pierdo algo. Por ejemplo, ?qui¨¦n es don Juan? Un tipo que no siente nada, est¨¢ solo y quiere acabar con su vida. Solamente descubre el miedo, es decir, siente algo, en presencia del Comendador".
?Y Leporello, su criado? "Es el ser humano. Cuando canta el aria del cat¨¢logo, m¨¢s que convertirse en aprendiz de don Juan, lo que pretende es despertar a do?a Elvira, advertirla del peligro que corre con el seductor. Para m¨ª, andados los a?os, Cherubino [Bodas de F¨ªgaro] se convierte en don Juan y Leporello, en don Alfonso , un tipo desenga?ado que abre una agencia matrimonial". No tardar¨¢ en encarnar a este personaje, que a¨²n no ha cantado. En cuanto a don Juan, querr¨ªa volver a interpretarlo en la versi¨®n de Bieito, que lo convierte en un politoxic¨®mano adicto a la comida basura. Admira a este director, la Carmen que se estrenar¨¢ hoy en Barcelona le parece muy bella.
Vuelve, para acabar, a lo de la voz interior. "Pl¨¢cido Domingo es el ejemplo a no imitar. Es como intentar ser Dios: no llegar¨¢s nunca. El ejemplo a seguir es Alfredo Kraus: una cabeza que gu¨ªa a una voz, y no al rev¨¦s. El 80% de una carrera l¨ªrica es la cabeza, solo despu¨¦s vienen el talento o el carisma".
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