Descarado

El discurso de ayer de Francisco Camps fue largo en el tiempo pero simple y vac¨ªo en su contenido: sencillamente lo de siempre. Lo mismo que venimos escuch¨¢ndole desde el a?o 2003, como si nada pasara. Habl¨® de un enemigo externo, de los lugares comunes de su propaganda y se apropi¨® de lo que no es suyo, sino de todos, la identidad valenciana... Nada de nada. Cualquier cosa con tal de no hablar de los problemas de la Comunitat. Parec¨ªa un mitin para militantes del PP propio de unas elecciones generales. Sobre la Comunidad Valenciana tan s¨®lo planes y planes vac¨ªos de contenidos, la misma pol¨ªtica fracasada de antes de la dura crisis que se inici¨® en 2008.

?ngel Luna puso a Camps ante la realidad que niega tozudamente: la tasa de paro es 4 puntos superior en la Comunitat que en Espa?a, el fracaso escolar valenciano llega al 40%, la Generalitat es el mayor moroso de esta comunidad...

Y demostr¨® sentirse libre, fuerte en sus convicciones, y dispuesto a que ninguna maniobra o campa?a mentirosa y torticera perturbe la verdad de su compromiso con la democracia, con bienes esenciales a los que nunca renunciaremos y su compromiso con los valencianos y valencianas.

La Comunidad Valenciana necesita poner en marcha un amplio saneamiento y reforma de su econom¨ªa, un profundo cambio de objetivos acorde con los nuevos tiempos y un proceso de regeneraci¨®n democr¨¢tica que haga cre¨ªble y viable el nuevo proyecto para volver a crear empleo y hacer m¨¢s competitiva y moderna nuestra econom¨ªa.

Nadie cree ya en los infinitos planes sin cumplir, porque nuestros problemas son mucho m¨¢s graves que uno, o cien planes, escritos en un papel. Necesitamos un gran pacto de estabilidad presupuestario para diez a?os, afrontar los descomunales agujeros de Ciegsa, del grupo Grandes Proyectos Tem¨¢ticos y de RTVV, y desmontar el ingente y multimillonario aparato de m¨¢s de 130 entes aut¨®nomos y fundaciones. Es necesario reducir y cambiar un Gobierno Valenciano que no debe pasar de m¨¢s de siete miembros y un vicepresidente, sobra la ingente maquinaria del PP incrustada en el Gobierno. Sin embargo, lo que no sobra es ni un solo euro para educaci¨®n, sanidad, pol¨ªticas sociales y dependencia. Llevan quince a?os faltando.

Una Generalitat saneada debe concentrar sus esfuerzos en importantes reformas para m¨¢s empleo y competitividad: reindustrializaci¨®n desde la innovaci¨®n, refundaci¨®n de las instituciones econ¨®micas y su papel, un programa inmediato para crear empleo para los j¨®venes, un pacto por el urbanismo basado en la rehabilitaci¨®n y la eficiencia energ¨¦tica. Y la educaci¨®n y la formaci¨®n como piezas claves para salir de la crisis.

Y claro que s¨ª, regeneraci¨®n democr¨¢tica para que existan mecanismos de control sobre el gasto p¨²blico, nuestro dinero -el de los valencianos y las valencianas-, para que existan alternativas, pluralidad informativa para que los ciudadanos que sufren un atropello por el poder p¨²blico puedan expresarse y no ser invisibilizados y, por supuesto, para que volvamos a la senda del di¨¢logo y el acuerdo.

Recuperemos el prestigio perdido. Es cierto que Camps nos ha colocado en el mapa, en el de los esc¨¢ndalos, la corrupci¨®n, el mapa de Fabra y Ripoll. Tambi¨¦n es cierto que es un descarado, tal y como ¨¦l mismo se defini¨® ayer. Transcribo literalmente lo que dice la Real Academia de la Lengua: "Que habla u obra con desverg¨¹enza, sin pudor ni respeto humano".

El debate de ayer certifica la encrucijada ante la que los valencianos y valencianas estaremos el 22 de mayo, os propongo que pasemos p¨¢gina, que no nos resignemos a m¨¢s Camps y PP, y que nuestro futuro sea de m¨¢s democracia, m¨¢s empleo y una prosperidad nueva y para todos y todas.

Jorge Alarte es secretario general del PSPV-PSOE.