La cacer¨ªa
Uno de los m¨¢s bellos cuentos de Beatrix Potter narra la historia de un pobre sastre que env¨ªa a su gato a comprar comida y una bobina de hilo para confeccionar el traje que le ha encargado el alcalde de Gloucester para su boda al d¨ªa siguiente. El sastre aprovecha la ausencia del gato para liberar a unos ratones que este ha apresado bajo las tazas de t¨¦. Cuando el gato regresa, enfadado, esconde el hilo al sastre y este, cansado y enfermo, se ve incapaz de terminar el traje y se duerme, convencido de que el d¨ªa siguiente significar¨¢ su ruina. Pero, durante la noche, los ratones agradecidos confeccionan un traje maravilloso que el alcalde recibe feliz. No s¨¦ por qu¨¦ pens¨¦ en este hermoso cuento al ver al sastre Jos¨¦ Tom¨¢s sentado en el sof¨¢ azul del programa de Gabilondo en CNN +. ?l explic¨® los pormenores de su traum¨¢tica experiencia como testigo en la trama de corrupci¨®n del caso G¨¹rtel. Lo hizo con la calma del hombre que ha superado la angustia y ahora conf¨ªa en la terca raz¨®n de la justicia. Ayud¨® que Gabilondo se sentara ante ¨¦l sin instinto depredador, sin refocilarse en las v¨ªsceras de un asunto goloso.
El sastre cont¨® c¨®mo un ciudadano sin importancia se convierte en el enemigo p¨²blico cuando los pol¨ªticos quieren salvar su poltrona. No parec¨ªa guardar ning¨²n resquemor a los que le enredaron en la trama ni al presidente Camps, al que tomaba medidas en ratos robados a la agenda en la habitaci¨®n del Ritz, ni tan siquiera cuando le telefone¨® agitado para ver si ca¨ªan del cielo inexistentes facturas a su nombre. Pero s¨ª ense?¨® una cicatriz abierta y enorme contra los que organizaron la cacer¨ªa contra ¨¦l, los que capitaneados por Federico Trillo pusieron a funcionar las aspas medi¨¢ticas para convertir al sastre en escoria humana. Alegra ver a supervivientes de una cacer¨ªa as¨ª, aunque se los vea heridos. Escuch¨¢ndole, pens¨¦ que ¨¦l tambi¨¦n conf¨ªa en que los ratones, agradecidos, terminen la faena. Los ratones son los magistrados, los investigadores, los ciudadanos, que tienen que acabar el trabajo de hacer justicia. Aunque todos sabemos que la vida nunca es tan perfecta como las f¨¢bulas de Beatrix Potter.
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