El lodo del pensamiento

Poeta de aparici¨®n tard¨ªa, Antonio Cabrera (Medina Sidonia, C¨¢diz, 1958) public¨® en el a?o 2000 su primer libro, En la estaci¨®n perpetua, con el que se situ¨® enseguida entre los autores m¨¢s intensos de su generaci¨®n hist¨®rica. Antes de dar a la luz Con el aire (2004), nos entreg¨® en 2001 Tierra en el cielo, una excelente colecci¨®n de haikus que era tambi¨¦n una relaci¨®n po¨¦tica de aves, como corresponde al escritor espa?ol m¨¢s pr¨®ximo, en su profundo conocimiento de los p¨¢jaros, al nightingale de Keats, al passero solitario de Leopardi o al gorri¨®n de Claudio Rodr¨ªguez. En estrecha coherencia con sus libros anteriores, respecto de los que ha afinado su voz sin alejarse del universo all¨ª referido, nos ofrece ahora Piedras al agua. En el poema que da t¨ªtulo al conjunto se condensa una actitud que, unamunianamente, hace sentir al pensamiento y pensar al sentimiento: ante un estanque en cuya superficie dormida se dibujan, est¨¢ticos y exentos, los objetos del mundo, el poeta se dispone a tirar guijarros para remover "este cieno exterior / de las cosas visibles". Especialmente dotado para la contemplaci¨®n de lo fenom¨¦nico, Antonio Cabrera no se conforma, sin embargo, con la claridad ¨¢tica de lo aparente, y sacude lo que nos viene dado sensorialmente "bajo la vanidad del mediod¨ªa", en un proceso de indagaci¨®n cognoscitiva. Su poes¨ªa recorre los diferentes ¨¢mbitos de la naturaleza; pero, frente a lo que pod¨ªa entenderse en la literatura dieciochesca como una poes¨ªa de la naturaleza en funci¨®n de sus temas, la de este autor importa menos por los motivos que por mostrarnos con asombrosa precisi¨®n el hilo de la reflexi¨®n horadando la realidad. Al cabo, sus poemas presentan una sucesi¨®n de escorzos del razonamiento que no siempre concluyen en un corolario l¨®gico. El resultado de esta escritura es un libro de hondo calado meditativo, emoci¨®n contenida y un tratamiento ajustado en el vuelo de las im¨¢genes. He aqu¨ª, en suma, una poes¨ªa para leer y releer, como un manadero de belleza que no se agota nunca y que abre un par¨¦ntesis de armon¨ªa en el ruido del mundo.