Karzai inicia contactos con los talibanes

Precisamente cuando se entra hoy en el d¨¦cimo a?o de guerra en Afganist¨¢n, Estados Unidos recibe noticias alentadoras sobre el inicio de contactos entre el Gobierno de ese pa¨ªs y representantes de la insurgencia islamista en busca de una soluci¨®n negociada del conflicto. Esas conversaciones, todav¨ªa en una fase tan preliminar que no permite calificarlas a¨²n como proceso de paz, pueden contar con el respaldo pol¨ªtico de la Administraci¨®n norteamericana, crecientemente pesimista sobre la posibilidad de una derrota militar de los talibanes.

A ese pesimismo contribuye cada d¨ªa m¨¢s la falta de colaboraci¨®n del Gobierno de Pakist¨¢n, al que un informe de la Casa Blanca enviado el lunes al Congreso acusa de incumplir con sus compromisos militares y de rehuir los enfrentamientos directos con las fuerzas talibanes que buscan refugio en territorio paquistan¨ª tras atacar en Afganist¨¢n. Pese a que Estados Unidos ha tratado de compensar esa actitud con el incremento considerable de los bombardeos en suelo paquistan¨ª, los responsables norteamericanos consideran imposible conseguir avances significativos en el frente afgano sin la implicaci¨®n a fondo de Pakist¨¢n.

En las reuniones participa el ex embajador talib¨¢n en Islamabad

La soluci¨®n negociada se impone, pues, como la ¨²nica alternativa factible. El jefe de las fuerzas norteamericanas en Afganist¨¢n, general David Petraeus, declar¨® el mes pasado que "el di¨¢logo es la manera de acabar con una insurgencia" y a?adi¨® que se estaban realizando contactos "de alto nivel" con los talibanes para explorar esa salida.

Un alto funcionario afgano confirm¨® ayer a la cadena CNN que se han producido, en efecto, este martes y ayer mismo, conversaciones entre miembros del Gobierno de Hamid Karzai y l¨ªderes pol¨ªticos afganos de la oposici¨®n con intenci¨®n de establecer las bases de una paz futura. Aunque el funcionario -el ministro de Educaci¨®n, Farouq Wardak- no cit¨® los nombres de los participantes en las reuniones, celebradas en el hotel Serena de Kabul, ni aludi¨® a la presencia formal del movimiento talib¨¢n, CNN considera confirmada por otras fuentes la participaci¨®n en esos encuentros de un antiguo dirigente talib¨¢n, Mullah Zaeef, as¨ª como del embajador de los Emiratos ?rabes y del Representante Especial de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, quienes habr¨ªan actuado como observadores y, eventualmente, mediadores.

"Esto es un proceso, un proceso con diferentes etapas. En algunas etapas podemos hablar con individuos de bajo rango entre los talibanes, pero podemos tambi¨¦n acabar hablando con rangos medios o altos", manifest¨® Wardak, quien advirti¨® que una de las dificultades de este di¨¢logo es la de que, en la actualidad, los talibanes son una fuerza desperdigada en la que resulta complicado definir una jerarqu¨ªa. Uno de los posibles participantes en las reuniones del Serena, Zaeef, era embajador de Afganist¨¢n en Pakist¨¢n en el momento de la invasi¨®n norteamericana y estuvo varios a?os preso en Guant¨¢namo.

El diario The Washington Post afirmaba ayer, en una informaci¨®n exclusiva que no identifica las fuentes, que el Gobierno de Karzai estaba negociando con representantes "plenamente autorizados a hablar en nombre de la Quetta Shura, los talibanes afganos basados en Pakist¨¢n, y su l¨ªder, Mohamed Omar".

Se desconoce si esas conversaciones a las que se refiere el peri¨®dico norteamericano son las mismas que confirma el ministro de Educaci¨®n afgano, pero ambas gestiones parecen claramente apuntar hacia el hecho de que la actividad pol¨ªtica y diplom¨¢tica gana espacio frente a la actividad militar.

Aunque en el pasado han existido contactos similares con los insurgentes, todos hab¨ªan fracasado por la exigencia de los talibanes de proceder a una retirada completa de tropas extranjeras de Afganist¨¢n antes del inicio de un proceso de paz. Actualmente, cuando tambi¨¦n los extremistas religiosos parecen haber llegado a la conclusi¨®n de que no podr¨¢n derrotar a la OTAN como derrotaron a Rusia, parece abierta la puerta, seg¨²n la informaci¨®n de The Washington Post, a que el calendario para la salida de las tropas sea fijado en una negociaci¨®n. El presidente Barack Obama ha marcado el mes de julio pr¨®ximo como la fecha para iniciar el repliegue de los soldados norteamericanos.

Ese plazo fue decidido dentro de la estrategia que Obama present¨® en diciembre pasado y que debe de ser revisada al cumplirse un a?o. Aunque en la carta que acompa?a su informe de esta semana al Congreso, el presidente no admite que por el momento sea necesario introducir cambios, esa estrategia incluye un aspecto fundamental, como es el de la colaboraci¨®n de Pakist¨¢n, en el que evidentemente los avances han sido escasos.

"El Ej¨¦rcito de Pakist¨¢n evita la confrontaci¨®n militar directa con las fuerzas del talib¨¢n o de Al Qaeda... Se limita a disgregar y desplazar a los grupos extremistas sin conseguir ¨¦xitos de largo plazo contra la insurgencia", afirma el informe de la Casa Blanca, seg¨²n la versi¨®n que cita el diario The Wall Street Journal.

Los militares paquistan¨ªes incursionan de vez en cuando, seg¨²n la visi¨®n norteamericana, en los focos rebeldes en la regi¨®n de Wazirist¨¢n, pero no conservan esas posiciones ni mantienen tropas en el terreno, por lo que los talibanes regresan en cuanto los soldados han abandonado el lugar.

Frustrado por esa situaci¨®n, Estados Unidos ha multiplicado el uso de aviones sin tripulaci¨®n para atacar los enclaves talibanes, pero eso ha incrementado, a su vez, la tensi¨®n entre Washington y el Gobierno de Islamabad, que cree violada su soberan¨ªa.