"La arquitectura refleja la crisis social"
Adem¨¢s de ser uno de los arquitectos m¨¢s veteranos y en muchos sentidos revolucionario, Antonio Lamela (Madrid, 1926) es un obseso del lenguaje. ?Una casa sostenible? Para ¨¦l, sostenible es que se mantenga en pie. Y eso obviamente debe cumplirlo cualquier edificio. "Querr¨¢ decir bioclim¨¢tica". Y lo define as¨ª: "La cueva de Altamira ya era bioclim¨¢tica porque la utilizaba el hombre para refugiarse y protegerse del exterior, y en su interior no solo cocinaba, sino que disfrutaba con las pinturas rupestres. Eso es bioclimatismo. La arquitectura no necesita apellidos como sostenible, y no digamos ecol¨®gico, que la gente no sabe qu¨¦ es". Autor de las Torres de Col¨®n, la reforma del Bernab¨¦u o la T-4, la Fundaci¨®n COAM, a la que ha donado su legado, dedica hasta el 10 de enero una exposici¨®n a su estudio (con su hijo Carlos al frente) que cumple 45 a?os.
Una exposici¨®n recorre los 45 a?os de trabajo del Estudio Lamela
Pregunta. As¨ª que a sus 84 a?os sigue trabajando...
Respuesta. Es fundamental, el que no est¨¢ en activo acaba muriendo antes de tiempo. Gozo de buena salud, as¨ª que para m¨ª no es m¨¦rito, el d¨ªa que me retiren o me retire estar¨¦ contrariado.
P. ?Y qu¨¦ hace ahora que su hijo Carlos toma las riendas?
R. Nos dividimos el trabajo. Yo m¨¢s en investigaci¨®n, conferencias... Preparo dos tratando de dilucidar c¨®mo se encuentra la sociedad humana y c¨®mo influye en la arquitectura y urbanismo. Desarrollo mi teor¨ªa sobre el geo¨ªsmo, que quiere decir tener una visi¨®n integral del planeta, sin fronteras, que son unas invenciones est¨²pidas.
P. ?Y c¨®mo explica esta teor¨ªa?
R. Tenemos una arquitectura mundializada. Las t¨¦cnicas han superado todos los obst¨¢culos para que la arquitectura fuera funcional. Yo a veces tengo que preguntar para qu¨¦ pa¨ªs hemos hecho un proyecto, si para Suiza o Sud¨¢frica, porque tenemos tantos medios que somos capaces de hacer arquitectura y urbanismo apropiados a cada lugar del mundo.
P. ?Cu¨¢ndo se estren¨® como un revolucionario? ?Con las Torres de Col¨®n?
R. Antes. Con el edificio donde sigo viviendo, que se construy¨® en 1958, en O'Donnell, 33. Es mi obra m¨¢s revolucionaria, hasta el punto de que colegas m¨ªos de todo el mundo la siguen visitando. Ah¨ª empec¨¦ con la arquitectura suspendida, que no empieza a ras de calle, sino a partir de determinado nivel, lo cual da m¨¢s libertad de espacios abajo y una integraci¨®n de vol¨²menes nueva.
P. Pero las Torres de Col¨®n le dieron muchos problemas.
R. Pero no t¨¦cnicos, sino pol¨ªticos. La gente no entend¨ªa ese edificio suspendido, con las cabezas que son la cimentaci¨®n arriba, como si estuviera al rev¨¦s. El entonces alcalde pens¨® que como los edificios ten¨ªan mala prensa si interven¨ªa se apuntaba un tanto. Y con un mensajero nos orden¨® romper las cabezas. La obra se par¨® durante tres a?os. Fui a ver al alcalde, y d¨¦jeme que no le d¨¦ el nombre, y me dijo: "Ya s¨¦ que no tengo razones ni legales ni t¨¦cnicas para hacerlo. Lo paro por mi inter¨¦s pol¨ªtico". Quer¨ªa ganar tiempo con discusiones legales, pero mis clientes decidieron continuar y result¨® que ganamos en primera instancia y al final el alcalde tuvo que negociar.
P. La terminal 4 de Barajas le habr¨¢ dejado buenos recuerdos.
R. Muchos, incluso hoy mismo me he vuelto a sorprender al ver cosas que nos hab¨ªan pasado desapercibidas. Porque en esa obra solo se ve la mitad de lo construido; lo que no se ve, por debajo, es casi m¨¢s importante que lo de fuera. Pero el recuerdo que m¨¢s me agrad¨® fue lo que me dijo la Reina, que es muy sensible, durante una visita antes de inaugurarse. Mientras la contemplaba se volvi¨® y me dijo: "Lamela, esto es de gran belleza y armon¨ªa, pero sobre todo es una arquitectura que emociona".
P. ?Qu¨¦ momento vive la arquitectura?
R. Muy cr¨ªtico. La arquitectura es un reflejo de la sociedad, son obras que hace la humanidad para s¨ª misma, para responder a sus demandas. Y cuando la sociedad est¨¢ en deriva, la arquitectura y el urbanismo as¨ª lo reflejan. Pero son momentos de cambio y el futuro lo veo con optimismo. Lo que hay que hacer es no dejar de batallar con honradez, no tirar nunca la toalla.
Un adelantado
Carlos Lamela entr¨® en el estudio paterno cuando acab¨® la carrera, en 1981. Entonces con 130 empleados y hoy con 70 es probablemente el estudio espa?ol m¨¢s numeroso. "Siempre fue un adelantado", explica el hijo, "y concibi¨® un estudio a la americana, con car¨¢cter empresarial". Ayer, Lamela hijo estaba inmerso en preparar la exposici¨®n en el COAM (Piamonte, 23). "Es el trabajo de 45 a?os, con obras hist¨®ricas, como el conjunto Galaxia o el hotel Meli¨¢, y otras modernas, como el Centro nacional de Alzh¨¦imer", cuenta. Es el legado de 45 a?os que el pasado marzo donaron a la Fundaci¨®n Coam para su consulta. ?Alguna ense?anza? "Que nunca hay que darse por vencido".
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