Im¨¢genes del silencio

Paco G¨®mez (Pamplona, 1918-Madrid, 1998) es un autor al que se podr¨ªa definir como la figura escondida de la fotograf¨ªa espa?ola de los a?os sesenta y setenta. Aunque es autor de una obra importante, tanto en cantidad como en calidad y singularidad, la difusi¨®n y valoraci¨®n de la misma se ha mantenido en un segundo plano o en un perfil bastante bajo con respecto a la de muchos de sus compa?eros y coet¨¢neos, entre los que se encuentran nombres tan conocidos como Gabriel Cuallad¨® o Ram¨®n Masats. Es muy posible que sean precisamente las coordenadas generacionales, esto es, su pertenencia a los principales grupos y movimientos que protagonizaron la fotograf¨ªa espa?ola en esos a?os, como AFAL, el grupo La Palangana y la Escuela de Madrid, donde se encuentre la raz¨®n ¨²ltima del relativo desconocimiento al que se ha visto sometida su trayectoria.

Siempre se ha se?alado el car¨¢cter diferencial de su trabajo respecto a los intereses y rasgos dominantes del periodo: no es un fot¨®grafo de instant¨¢neas y muestra escasa inclinaci¨®n hacia el documento social o humanista y hacia las actitudes expl¨ªcitamente cr¨ªticas. Sin duda, el relativo alejamiento de la est¨¦tica y los intereses predominantes en el momento, hacen de ¨¦l y de su obra, un caso singular. La circunstancia de que sus fotograf¨ªas se hubieran mostrado a lo largo de su vida casi exclusivamente en contextos generacionales provoc¨® que hubiera que esperar hasta el a?o 1995, cuando se lleva a cabo una rigurosa exposici¨®n monogr¨¢fica en la Fundaci¨®n La Caixa, para tener una imagen algo m¨¢s completa, y sobre todo individual, del trabajo de Paco G¨®mez. Un nuevo cap¨ªtulo dentro de la necesaria revalorizaci¨®n de este autor se pone ahora en marcha con la exposici¨®n titulada Orden y desorden. En la muestra y en su respectivo cat¨¢logo se han reunido 75 fotograf¨ªas que ofrecen un recorrido por las obras escogidas por el propio Paco G¨®mez a trav¨¦s del tiempo. Se tratar¨ªa as¨ª de las im¨¢genes favoritas del propio autor, en copias todas ellas positivadas por ¨¦l mismo o realizadas bajo su supervisi¨®n. Esta iniciativa ha sido posible gracias a que desde 2001 la totalidad del archivo de Paco G¨®mez se encuentra depositado en la Fundaci¨®n Foto Colectania, organizadora de esta exposici¨®n. Se trata de un fondo que agrupa la impresionante cantidad de 25.000 negativos y un millar de copias en papel. La selecci¨®n de estas 75 obras incide fundamentalmente sobre el perfil m¨¢s conocido del fot¨®grafo, un perfil que b¨¢sicamente ya hab¨ªa sido establecido en la primera revisi¨®n seria y sistem¨¢tica llevada a cabo en 1995.

Se acent¨²a ahora, en esta recopilaci¨®n, cierta imagen fija que tiende a hacer de Paco G¨®mez el fot¨®grafo de lo ruinoso y lo decadente, destacando su predilecci¨®n por el registro de muros, medianer¨ªas y fachadas, lugares de donde extrae fragmentos, dibujos, siluetas, marcas o huellas que le permiten llevar a cabo cuidadas composiciones formales siempre abiertas a la interpretaci¨®n simb¨®lica y po¨¦tica.

El gusto por la repetici¨®n o la acumulaci¨®n seriada, as¨ª como por la disposici¨®n geom¨¦trica de objetos y el orden en la arquitectura, completan ese n¨²cleo central que vendr¨ªa a caracterizar su obra. Como aportaci¨®n m¨¢s significativa, esta propuesta expositiva permite acercarse a una peque?a muestra de su producci¨®n en color, perteneciente a los a?os ochenta y pr¨¢cticamente desconocida hasta ahora. Siendo indudablemente fiel al autor la selecci¨®n realizada, o quiz¨¢ por eso, no cabe duda de que el perfil de Paco G¨®mez es algo m¨¢s complejo, variado e interesante de lo que aqu¨ª se muestra.

Quedan por integrar todav¨ªa, en un corpus coherente y completo, su amplia y continuada dedicaci¨®n profesional a la fotograf¨ªa de arquitectura desde 1961 a 1979, los interesantes trabajos realizados en San Sebasti¨¢n e Ibiza durante algunos veranos donde muestra una frescura que matiza la gravedad que se asigna a su obra, su extraordinaria capacidad para la fotograf¨ªa de interiores, su af¨¢n por la composici¨®n tal y como atestiguan las tomas repetidas con ligeras variaciones de algunos motivos y temas, o, finalmente, su espec¨ªfica pr¨¢ctica del retrato en la que desarrolla una constante tensi¨®n entre figura y fondo para desvelar los escenarios y formas que acogen, contienen y encuadran a los personajes.

El silencio es uno de los t¨¦rminos m¨¢s recurrentes y utilizados para intentar describir la atm¨®sfera contenida y expresada en una fotograf¨ªa. Si hay un fot¨®grafo espa?ol al que se pueda aplicar tal expresi¨®n, sin que parezca un t¨®pico, ese es Paco G¨®mez. Probablemente haya sido quien mejor interioriz¨® ese "tiempo de silencio" en el que tanto ¨¦l como sus compa?eros de generaci¨®n tuvieron que trabajar y vivir.