Mayor¨ªa de edad

Impera, en primer lugar, un sentimiento de gratitud desde el espectador y, desde luego, desde este cr¨ªtico. En 15 a?os Xavier G¨¹ell con la ayuda de Rebeca Largo y Ra¨²l Arbeloa han posibilitado que Madrid, desde una organizaci¨®n privada, tenga una programaci¨®n contempor¨¢nea a la altura del tiempo en que vivimos. Y as¨ª los madrile?os -los espa?oles- han tenido acceso a Prometeo, de Luigi Nono; Neither, de Morton Feldman, o a La cerillera, de Helmuth Lachenmann, al lado de ciclos dedicados a Scelsi o Ustv¨®lskaya o a conciertos monogr¨¢ficos en torno a Sciarrino, Harvey, Ligeti, Gubaidulina o Xenakis, sin olvidar a esa generaci¨®n espa?ola de los Camarero, S¨¢nchez-Verd¨², Posadas, Mendoza, Sotelo y tantos otros. Con todo ello nos hemos enriquecido musicalmente. Los organizadores han arriesgado lo suyo. Para beneficio de la sociedad y de la cultura.

El concierto aniversario ha reunido obras de Lachenmann y Sotelo. Un acierto. La l¨ªnea Nono-Lachenmann es el foco de inspiraci¨®n fundamental de Sotelo. A ello une el compositor madrile?o la influencia del flamenco, en un intento de integraci¨®n, o de convivencia, que algunos llaman espectral, aunque les confieso que no s¨¦ muy bien por qu¨¦. En Arde el alba, estrenada hace a?o y medio, Sotelo cuenta con una soprano de corte cl¨¢sico y un cantaor que a ritmo de buler¨ªas o grana¨ªnas, pongamos por caso, va imponiendo un discurso mel¨®dico lleno de sugerencias en correspondencia con los ecos de la soprano y con la integraci¨®n de una orquesta llamada a elevar la riqueza conceptual, t¨ªmbrica y arm¨®nica desde el acompa?amiento instrumental. Arc¨¢ngel est¨¢ sublime en su cometido y Milagros Poblador no se queda atr¨¢s. Lachenmann estaba realmente sorprendido de esta m¨²sica tan "diferente", en sus propias palabras, a todo lo que se est¨¢ haciendo en la actualidad por esos mundos.

De Helmuth Lachenmann se estren¨® en Espa?a Ausklang, una obra de unos 50 minutos, compuesta en 1984-85, alrededor de todas las posibilidades del piano, tanto en la exploraci¨®n de sus sonoridades m¨¢s ocultas como en el di¨¢logo de esos sonidos con una orquesta que se multiplica a cada momento en una org¨ªa de fantas¨ªa t¨ªmbrica realmente deslumbrante. Yukiko Sugawara es una pianista de enorme experiencia en este repertorio y sabe perfectamente lo que se trae entre manos. Ni una indecisi¨®n, ni un fallo. La ONE respondi¨® con una entrega y una profesionalidad a la altura de las circunstancias. El concierto fue magn¨ªfico y sirvi¨® para ratificar la mayor¨ªa de edad de musicadhoy, una organizaci¨®n sencillamente ejemplar.