Comienza la cuenta atr¨¢s para el rescate de los mineros atrapados en Chile
El Gobierno anuncia que la operaci¨®n se pondr¨¢ en marcha a partir de ma?ana
Antes de que la mina San Jos¨¦ (Chile) se derrumbara, hace m¨¢s de dos meses, la mayor¨ªa de los 33 mineros enterrados all¨ª apenas cobraba el equivalente a 900 euros al mes. Ahora, varios canales de televisi¨®n les ofrecen a algunos hasta 4.500 euros por sus declaraciones en exclusiva. Hace apenas tres semanas, hab¨ªa casi 33 tiendas de campa?a al pie de la mina donde les aguardaban sus familias. Ahora, en cuanto un familiar saca una guitarra alrededor de una hoguera o un ni?o empieza a jugar con un payaso, aparecen 10 c¨¢maras alrededor.
El Gobierno de Chile anunci¨® ayer que lo ten¨ªa todo listo para iniciar el rescate a partir de la medianoche del mi¨¦rcoles, cinco de la madrugada en Espa?a. Se hab¨ªa previsto entubar los 100 primeros metros del t¨²nel. Pero el tubo n¨²mero 10 qued¨® trabado y al final el recubrimiento de las paredes se detuvo en los 55 metros. A pesar de eso, las condiciones de seguridad parec¨ªan perfectas. Se hizo una prueba con la c¨¢psula F¨¦lix 1, la m¨¢s voluminosa de las tres disponibles para el ascenso, y el resultado fue satisfactorio.
Las televisiones ofrecen hasta 4.500 euros por entrevistar a los trabajadores
Casi todo est¨¢ listo. Pero el Gobierno teme ahora la invasi¨®n de los medios en la vida de los mineros, sobre todo en las primeras horas tras su salida. El ministro de Miner¨ªa, Laurence Golborne, mostraba su preocupaci¨®n a periodistas de la Televisi¨®n Nacional de Chile por el hecho de que en los primeros momentos de la salida se filmase sus rostros de una forma demasiado invasiva, seg¨²n indicaron fuentes de la cadena.
El inter¨¦s medi¨¢tico es tan abrumador que los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto pasado solicitaron que alguien les preparase para la avalancha period¨ªstica que se les viene encima. Y Alejandro Pino, de 67 a?os, gerente regional de la Asociaci¨®n Chilena de Seguridad, la mayor mutua chilena de seguros, les imparti¨® clases de una hora por videoconferencia a lo largo de una semana. "Me preguntaron", asegur¨® Pino, "qu¨¦ pod¨ªan hacer con las ofertas monetarias que estaban recibiendo. Y yo les dije que buscaran asesoramiento".
Los mineros decidieron solicitar la presencia de un notario en la sala de videoconferencias. Pretend¨ªan crear una asociaci¨®n para gestionar sus apariciones p¨²blicas el resto de sus vidas. "Hab¨ªan pactado entre ellos que cada uno podr¨ªa hablar de s¨ª mismo, pero no de los dem¨¢s", indicaron fuentes pr¨®ximas al rescate. "Ellos saben que tienen un capital en t¨¦rminos econ¨®micos que pueden aprovechar", a?adi¨® Alejandro Pino.
A pesar de que la tentaci¨®n de la fama, los viajes y el dinero es cada vez m¨¢s intensa, no todos ellos parecen tentados. "Les pregunt¨¦ por sus planes de futuro", comenta Alejandro Pino, "y algunos me dijeron que ellos pretenden seguir trabajando en las minas. Dec¨ªan que es la profesi¨®n que conocen, la que han vivido desde peque?os en sus familias, y no pretenden cambiarla por nada".
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