?Para qu¨¦ sirve la OTAN?
Es la alianza militar con m¨¢s ¨¦xito de la historia, de acuerdo. Lo dice su secretario general, Anders Fogh Rasmussen. Tambi¨¦n lo dijo Barack Obama en la cumbre del 60? aniversario de la Alianza en Estrasburgo. Es una de las cantinelas m¨¢s escuchadas de la historia. Pero el lucimiento de los ¨¦xitos pasados, como en los rendimientos de los fondos de inversiones, no garantiza los ¨¦xitos futuros. E incluso cabr¨ªa pensar lo contrario: si se luce tanto de los ¨¦xitos de anta?o es por la inseguridad sobre el presente y el futuro. Las dificultades en el avispero afgano est¨¢n ah¨ª para recordarlo: ante tanta salmodia optimista, los m¨¢s depresivos consideran que el fracaso en Afganist¨¢n, de donde todo el mundo quiere irse cuanto antes, ser¨ªa el final de la Alianza.
Mosc¨² quiere un tratado para la defensa antimisiles euroatl¨¢ntica
Estamos en plena convulsi¨®n geopol¨ªtica, que produce desplazamientos de poder en el mapamundi, pero tambi¨¦n corrimientos de muebles dentro de los pa¨ªses e instituciones como la Uni¨®n Europea. A veces incluso en una misma organizaci¨®n, como es la UE, vemos c¨®mo avanza la capacidad de gobierno econ¨®mico por un lado, impulsada por las exigencias de la crisis financiera, mientras queda pr¨¢cticamente paralizada la acci¨®n pol¨ªtica por el otro. De la comparaci¨®n entre la UE y la Alianza, esta ¨²ltima es la que de momento sale mejor parada, despu¨¦s de unos a?os en que suced¨ªa lo contrario. Tiene en su haber la paz y la seguridad de Europa occidental hasta 1989, la ampliaci¨®n de su n¨²mero de socios y de su per¨ªmetro de acci¨®n y la estabilizaci¨®n del continente en las dos d¨¦cadas posteriores. Pero las dudas sobre su futuro son compartidas, porque a fin de cuentas son dudas europeas, como lo son los 21 socios comunes.
En Lisboa, donde se reunir¨¢ la cumbre de la OTAN el 20 y el 21 de noviembre, empezaremos a salir de este marasmo. All¨ª, su secretario general presentar¨¢ un documento bajo el t¨ªtulo de Nuevo Concepto Estrat¨¦gico, el tercero desde que termin¨® la guerra fr¨ªa, que hoy empezar¨¢n a discutir los ministros de Exteriores y de Defensa en Bruselas. El dato m¨¢s importante es que la OTAN quiere seguir siendo sobre todo una alianza defensiva basada en el famoso art¨ªculo 5: un ataque a un socio es un ataque a todos. Se excluye la idea neocon de una alianza a la que se incorporan aliados occidentales de todo el planeta y que act¨²a como una polic¨ªa mundial, incluso en funciones preventivas. Pero la dificultad del momento y de las nuevas guerras introduce muchos interrogantes. Por ejemplo: ?En qu¨¦ momento se considera que un ciberataque afecta al art¨ªculo 5? ?Servir¨¢ Afganist¨¢n como modelo para futuras intervenciones o ser¨¢ la ¨²ltima misi¨®n de este tipo?
El plato fuerte de Lisboa ser¨¢ la creaci¨®n de un escudo antimisiles euroatl¨¢ntico, en el que la OTAN quisiera incluir a Rusia, algo que Mosc¨² observa con recelo, como todo lo que viene de la Alianza. Aunque Obama retir¨® el escudo antimisiles que Bush quiso desplegar en Polonia y Chequia, sin consultar a los aliados, la actual iniciativa sigue suscitando suspicacias en el Kremlin, donde es dif¨ªcil olvidar que fue la OTAN quien venci¨® en la guerra fr¨ªa, desplaz¨® sus fronteras hacia el Este y sigui¨® presionando hasta 2008 con el apoyo a Georgia, candidato al ingreso, en su guerra con Mosc¨². Amarrar a Rusia a Europa es uno de los objetivos acariciados por Bruselas y Washington: el resetting en las relaciones declarado por Hillary Clinton no ten¨ªa otro objetivo.
La contraoferta de Mosc¨² es un tratado de defensa mutua que incluya un sistema antimisiles com¨²n y englobe y diluya a la OTAN. En Lisboa tambi¨¦n se discutir¨¢ el desmantelamiento de las armas nucleares t¨¢cticas desplegadas en Europa (unas 200), que han dejado de tener sentido tantos a?os despu¨¦s de la guerra fr¨ªa. El Gobierno alem¨¢n de centro-derecha va a bregar por este objetivo, que uno de sus socios llevaba en el programa electoral. Un buen acuerdo con Rusia lo facilitar¨ªa, adem¨¢s de abrir el camino a nuevos pasos en el desarme nuclear entre Mosc¨² y Washington. Seg¨²n Javier Solana, el abrazo de Europa a Rusia bastar¨ªa para dar sentido a la OTAN en la pr¨®xima d¨¦cada. Lisboa suscita en los rusos sus propios interrogantes. ?Somos un socio o una amenaza? ?Por qu¨¦ no quiere la OTAN un tratado legalmente vinculante y se limita a ofrecer la simple cooperaci¨®n entre Bruselas y Mosc¨²? ?Por qu¨¦ se negocia en secreto la elaboraci¨®n del nuevo Concepto Estrat¨¦gico?
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