Luis Tosar. El rostro de la verdad
Hasta hace nada, Isabel Llin¨¤s, diputada del PP en el Parlamento balear, no pod¨ªa ni ver a Luis Tosar. Le revolv¨ªa las tripas. En 2001, dos meses despu¨¦s de separarse tras a?os de infierno, su ex marido se present¨® en su casa y le asest¨® 15 pu?aladas. Se salv¨® de milagro. En 2003, nombrada directora del Instituto Balear de la Mujer, LLin¨¤s patrocin¨® el estreno de la pel¨ªcula Te doy mis ojos, de Ic¨ªar Bolla¨ªn, en Palma. "Estaba que me mor¨ªa", recuerda. "Luis transmit¨ªa todo el sinvivir de la violencia de g¨¦nero sin dar ni un bofet¨®n. La mirada, los gestos, el tono, los silencios: ¨¦l era ese hombre que dice que te quiere y te machaca a la vez. Tosar era el maltratador. Le cog¨ª tal man¨ªa, que estuve tiempo sin poder ver nada suyo. Luego he visto la pel¨ªcula cientos de veces y a¨²n me da miedo. Eso solo lo consigue un actor extraordinario".
"Toda la informaci¨®n est¨¢ en los ojos. Focalizo mis energ¨ªas en la mirada"
"Uno intenta adaptarse. No ser un ogro ni un tipo herm¨¦tico toda la vida"
"Claro que me apetece hacer una comedia loca, pero no la he encontrado"
"Ser actor consiste en abrir tu propia tumba y ver qu¨¦ encuentras"
Ni alto ni bajo. Ni gordo ni flaco. Ni joven ni viejo. Ni feo ni guapo. En persona, Luis Tosar (Lugo, 1971) no impone especialmente. Uno de tantos tipos con el pelo al uno y la barba al dos con los que te cruzas a diario. Instalado en esa especie de juventud madura o madurez juvenil por la que transitan indefinidamente desde treinta?eros hasta cincuentones. Con una evidente voluntad de estilo concretada en estos vaqueros de este corte y no otro, esta camisa por fuera y no por dentro, y estas zapatillas sin cordones, pero con pinta de llevar muchas millas en las suelas. Podr¨ªa ser un dise?ador gr¨¢fico. O un estibador. O un maestro. O un camionero. O un br¨®ker. El mism¨ªsimo vecino del cuarto.
Pero tambi¨¦n un solter¨®n de pueblo. Un parado de larga duraci¨®n. Un marido maltratador. Un asesino entre rejas. Todo eso lo ha sido ya en algunas de las pel¨ªculas espa?olas m¨¢s emblem¨¢ticas de la ¨²ltima d¨¦cada. Ha encarnado los problemas que m¨¢s preocupan a los ciudadanos. Ha puesto rostro, cuerpo y voz a la soledad ¨ªntima y al amor adulto, a la esperanza y la desesperaci¨®n, al caos emocional y a la violencia pura y dura. Y quien lo ha visto, lo recuerda, como Llin¨¤s. Porque se lo ha cre¨ªdo. Hay int¨¦rpretes que no resisten una segunda mirada. Con ¨¦l sucede al rev¨¦s. Cuando la c¨¢mara se para en esas cejas hom¨¦ricas, esos ojos verdes cuyo brillo ¨¦l modula entre el n¨¢ufrago y el perdonavidas, y esa voz que parece salirle de las tripas, ya no se puede dejar de mirar. Hay algo magn¨¦tico que emana de ¨¦l y lo hace dif¨ªcil de olvidar. Tosar convence. Y ese, el de convicci¨®n, es el poder de este actor que vive, a los 39 reci¨¦n cumplidos, su a?o de gloria.
Lo empez¨® recogiendo su tercer Goya por su recreaci¨®n de Malamadre, el l¨ªder carcelario de Celda 211, de Daniel Monz¨®n, el papel de su vida, confiesa. Y lo acaba como el protagonista de Tambi¨¦n la lluvia, de Ic¨ªar Bolla¨ªn, la elegida para competir en la carrera hacia los Oscar entre tres pel¨ªculas preseleccionadas. El propio Tosar, en su calidad de mejor actor de 2010, no pudo evitar media sonrisa al abrir el sobre. Su nombre aparece tambi¨¦n en las otras dos cintas de la terna: Lope y Celda 211. Tosar est¨¢ en todo.
-Parece que tiene ojo cl¨ªnico para sus papeles. ?Qu¨¦ le lleva a escogerlos?
-S¨ª, bueno, tengo buen ojo para elegir las historias, y luego tengo la suerte de que alguien piense en ofrec¨¦rmelas. Para aceptar algo me tiene que interesar el personaje, claro. Pero siempre tiene que haber algo en el conjunto de la pel¨ªcula que me interese m¨¢s. Me encantar¨ªa hacer de pirata, pero si me ofrecieran una peli de piratas muy chorra, o muy est¨²pida ?qu¨¦ necesidad tengo? No vale la pena meterte en una pel¨ªcula mala solo por el prurito de hacer un personaje.
-Hablando de ojo, ?es consciente de que su mejor arma son los suyos?
-S¨ª, hace unos a?os tuve una infecci¨®n y me preocup¨¦ mucho (r¨ªe). En cine, toda la informaci¨®n est¨¢ en los ojos. Si algo bueno tengo es mi capacidad de concentraci¨®n, y la focalizo en la mirada. En ella hay algo que puedes controlar y dirigir de manera consciente, y yo intento manejar mis energ¨ªas y colocarlas ah¨ª. Luego, lo del color y las cejas es cuesti¨®n de familia, gracias.
-Est¨¢ en v¨ªsperas de los 40. ?Y la crisis?
-Me encuentro m¨¢s seguro y m¨¢s a gusto en la vida y conmigo mismo. Parece que uno se va calmando y relajando. Estoy bastante orgulloso de haber podido cambiar ciertos aspectos de mi personalidad, cosas que no me gustaban. Siempre me ha costado hablar de lo m¨ªo, verbalizarlo, contarlo, me da pereza. He sido muy receloso de mi mundo, nunca me ha gustado que la gente sepa demasiado sobre m¨ª. Pero uno va buscando e intentando adaptarse a su entorno, no ser un ogro ni un tipo herm¨¦tico toda la vida.
-O sea, que toda su capacidad expresiva la reserva para el trabajo.
-S¨ª, me viene bien ser actor. De hecho, hay manifestaciones que supongo me pertenecen y que solo veo al trabajar, ah¨ª sale todo. Mi pudor est¨¢ en lo cercano. Como actor no soy pudoroso, me expongo much¨ªsimo.
-?C¨®mo lleva estar en la cresta de la ola?
-Estoy en un momento muy dulce-, dice imitando el tonillo afectado de ciertos artistas-. Pero sobre todo, muy tranquilo, muy orgulloso con los trabajos que he hecho, e igual de paranoico. Nunca te acabas de gustar, pero con los a?os te vas acostumbrando a ti mismo. Hay que ahorrar fuerzas y no atormentarse tanto. Lo hecho, hecho est¨¢.
Tiene gracia que mencione sus tormentos porque, poco antes, se ha referido con retranca gallega a la perenne "tormenta interior" que suelen achacarle los cr¨ªticos. Y no solo ellos. Tosar tiene fama de intenso. De ensimismado. De llevar una cruz, un sinvivir, un misterio a cuestas. Quiz¨¢ por los personajes que le han dado la fama. O quiz¨¢ porque ¨¦l tampoco se esfuerza en demostrar lo contrario. Ya lo ha dicho, le da pereza. "Hubo momentos en que me preocupaba todo eso del encasillamiento, pero ya me da un poco igual", dice. "Cada uno se busca la vida y se va haciendo su camino como puede. Todo da tantas vueltas, que es mejor no encabronarse, te hace perder fuerza. Claro que me gustar¨ªa hacer una comedia loca, pero no la he encontrado. Cuando me dicen que a ver cu¨¢ndo hago una, digo, joder, escr¨ªbela t¨²".
Joder, hostia, co?o, cabronazo, qu¨¦ putada. El discurso de Tosar est¨¢ plagado de tacos. Los suelta sin malicia, como muletillas para apoyar la autenticidad de sus palabras. Dicen sus amigos que Luis siempre pareci¨® 10 a?os mayor de lo que es y, aunque ahora su aspecto y su edad empiezan a ponerse de acuerdo, esta jerga, este modo de vestir y cierto lenguaje corporal delatan su af¨¢n por continuar siendo "el chaval" que, como su amiga Ic¨ªar Bolla¨ªn, ven los suyos en ¨¦l. Sigue llamando a su padre su viejo. Su novia, la actriz Marta Etura, es su chica. Y sus amigos, sus colegas. Con ellos s¨ª se desmelena. Tosar el introspectivo es tambi¨¦n el cantante de The Ellas, un grupo que versiona canciones de mujeres. Verle descoyuntarse con el C¨®mo pudiste hacerme esto a m¨ª, de Alaska, o el I will survive, de Gloria Gaynor, invita a replantearse el clich¨¦. Por no hablar de The Magical Brothers, el tr¨ªo c¨®mico que forma con otros dos compinches y con el que monta n¨²meros de magia por Galicia.
Puede que, de primeras, Tosar no sea la alegr¨ªa de la huerta. Pero de lo que no se le puede acusar -como a otros- es de ir de estrella. El ganador de tres goyas en siete a?os se muestra cordial. Correcto. Profesional. Da todos los saltos de rockero que le pide el fot¨®grafo. Acepta todas las prendas que le propone la estilista: "Sin tanta marca podr¨ªan ser m¨ªas". Y soporta que le arrojen varios cubos de agua para acabar: "Tosar se moja", le jaleamos todos. "Pero no moja", responde ¨¦l al microsegundo. Tiene reflejos. Est¨¢ acostumbrado a meterse en charcos.
Por algo fue miembro de la Plataforma Nunca Mais tras el desastre del Prestige, y del colectivo de actores contra la Guerra de Irak. Tambi¨¦n estuvo en las listas del Bloque Nacionalista Galego "para hacer bulto", y acaba de grabar un v¨ªdeo a favor del uso del gallego. "Siempre estuve en movidas pol¨ªticas y ciudadanas. He hecho sentadas por un tubo. Antes, de forma an¨®nima, que es m¨¢s interesante, porque es estar ah¨ª de verdad. Luego est¨¢s al servicio de lo que eres, y tu misi¨®n es dar voz a foros con los que simpatizas y que no la tienen. Si me llaman, voy".
-Sus papeles m¨¢s c¨¦lebres abordan asuntos sociales. ?Eso tambi¨¦n es activismo?
-Tiene que haber un cine exclusivamente de entretenimiento. Pero tenemos pocas ganas de darnos cuenta de lo que pasa alrededor, y el cine es un veh¨ªculo cojonudo para eso porque entretiene, te cuenta una historia, y da visibilidad a realidades que suceden en el mundo. Adem¨¢s, se gasta demasiada pasta en ello para no tom¨¢rselo en serio.
-Dice de usted que es un "currante normalillo". ?En qu¨¦ consiste su trabajo?
-Un amigo dice que somos desenterradores de tumbas, y lo describe bien. El trabajo de un actor consiste en abrir, sacar tierra de tu interior y ver qu¨¦ co?o encuentras ah¨ª.
-Como un forense de uno mismo.
-S¨ª, tienes que abrir la tumba de tu ser. Ir a territorios desconocidos. A veces tienes que hacer recorridos que no son agradables.
-Ya, el famoso sufrimiento del actor.
-Pues s¨ª. Si intentas e intentas, y no encuentras, y sale mal, es horrible. Pero si sufres, pero llegas a algo, es el subid¨®n, un disfrute maravilloso. Se trata de gestionarlo con la mayor cordura posible para no volverte majara. Esto no puede ser solo una tortura, uno tiene que disfrutar de lo que hace.
-?Y eso no lo puede hacer cualquiera?
-No, lo tiene que hacer un actor o una actriz.
-?Hay que tener un gen, o se aprende?
-Creo que hay algo de nacimiento. Algo natural, una predisposici¨®n, una aptitud. Hacer una pel¨ªcula no es tan complicado, lo de ser naturalito y tal. Pero no puedes ser naturalito toda tu vida. Uno tiene que investigar y encarnar personajes que no tienen nada que ver entre ellos ni con uno mismo, y ah¨ª es donde se ve si un tipo es actor o no.
Luis Tosar -Toxi o Luisto para los colegas- era el gracioso del instituto Nosa Se?ora dos Ollos Grandes de Lugo. Montaba el espect¨¢culo. Las chicas le hac¨ªan corro en sus exhibiciones de break-dance. Daba la nota. Tanto, que Mavisa, la profesora de literatura, "harta de que le revolucionara el gallinero", lo puso a cantar los textos en clase. "Poes¨ªa, narrativa, teatro, me hizo leerlo todo". A Luis siempre le gust¨® tener auditorio. Ya en el colegio -"de curas"- era el encargado de las lecturas de misa. Se hart¨® de clamar los Evangelios, pero no recuerda un vers¨ªculo". "Tengo memoria de pez", arguye. "Me pasa con los papeles. Chapo y olvido. F¨ªjate que de Malamadre solo se me ha quedado el 'se hace lo que se puede". El peque?o Luis tambi¨¦n hac¨ªa lo que pod¨ªa.
Hijo menor de un sastre al que la confecci¨®n mand¨® al paro y tuvo que reconvertirse en agente comercial pasados los 40 -"un dram¨®n familiar del cop¨®n"-, Luis es cin¨¦filo desde que recuerda. El padrino y Scarface le noquearon de adolescente. "Recuerdo el careto de Pacino mir¨¢ndome desde los cartelones del Gran Teatro de Lugo, un edificio d¨¦co acojonante. A?os despu¨¦s, Jorge y yo montamos una movida para que no lo derribaran para hacer pisos. Lo tiraron, claro. Igual hoy hubi¨¦ramos hecho m¨¢s fuerza". Jorge es Jorge Coira. El director gallego fue el primero que vio a Luis Tosar. Lo ten¨ªa en el pupitre de al lado en segundo de BUP. Coira era "un loco del cine"; Tosar, "un payaso", seg¨²n definici¨®n mutua. El flechazo estaba cantado. "?ramos pareja de hecho", dice Coira. "Nos hicimos fuertes en la clase de v¨ªdeo", explica Tosar, "gast¨¢bamos el presupuesto en nuestras paridas". Noctifer, un corto en VHS sobre un vampiro enamorado de una tal Gertrudis en medio de una invasi¨®n extraterrestre, fue la primera cinta dirigida por Coira y protagonizada por Tosar.
"A Luis le quedan muchas pelis por hacer, pero ya entonces era muy bueno", dice Coira, que acaba de dirigir 18 comidas, producida por Tosar. "Tiene una vis c¨®mica demencial, pero en el cine casi siempre ha hecho de agobiado, y est¨¢ tan brutal que parece que el agobiado es ¨¦l. No es sencillito, ni superficial, pero tampoco un intenso. No exterioriza sus sentimientos, pero en p¨²blico se crece. Le cost¨® asimilar su popularidad, pero ahora la gestiona maravillosamente. Es muy grande, pero sigue siendo el mismo".
Tosar se hizo famoso a los 28 a?os. Un lunes de enero de 1999. La emisi¨®n del primer episodio de Mareas vivas lo lanz¨® al estrellato regional. Ni todos sus bolos como Lucas Mapache -"un payaso de cumplea?os con el que gan¨¦ bastante pasta"-, ni todo su prestigio de actor del Centro Dram¨¢tico Galego -"entr¨¦ con 23 a?os, era el m¨¢s joven de la compa?¨ªa"- pudieron con el tir¨®n del abogado Andr¨¦s Dom¨ªnguez, su personaje en esta serie creada por Ant¨®n Reixa para la Televisi¨®n de Galicia. Reixa, sant¨®n de la movida gallega de los ochenta, hab¨ªa estado en el instituto de Tosar dando un recital. Pasado el tiempo, el recital se lo dio Tosar a ¨¦l.
"Vino al casting, pero yo no lo ve¨ªa para el personaje. Luis era entonces un grunge, con vaqueros ce?idos rollo Nirvana. Yo quer¨ªa que hiciera de un yuppi de 40 a?os que se retira a un pueblo a ser juez de paz. Lo clav¨®. Me qued¨¦ maravillado. Yo era un director novato, y Luis ha sido desde entonces mi gu¨ªa y referencia en materia de actores. Eso nos uni¨® para siempre", dice Reixa, que despu¨¦s ha dirigido a Tosar en El l¨¢piz del carpintero y Hotel T¨ªvoli. "Luis es muy duro consigo mismo, se autocritica a lo bestia. Castro Zaera, otro amigo actor, y yo le llamamos Do?a Perfecta porque es eso: asquerosamente perfecto. Entre nosotros hay una especie de c¨®digo de rigor: me da mucho respeto ofrecerle un papel. Estoy convencido de que el mejor Luis est¨¢ por llegar".
Fue grabando 'Mareas vivas' cuando Tosar recibi¨® la llamada que le cambi¨® la vida. Ic¨ªar Bolla¨ªn quer¨ªa verle para interpretar al aldeano castellano de Flores de otro mundo. "No te voy a valer, tengo acento gallego", le solt¨® ¨¦l a ella a la primera. Pero vali¨®. Luego vinieron Los lunes al sol, de Fernando Le¨®n. La estrella gallega entra en las agendas de los grandes directores nacionales. Quien trabaja con ¨¦l, repite. Bolla¨ªn, la que m¨¢s. "?Que si Luis es mi muso?", dice la primera directora espa?ola prenominada para los Oscar, "digamos que es mi c¨®mplice. Con ¨¦l siempre tengo la sensaci¨®n de que vamos juntos del brazo buscando algo, ¨¦l se tira a la piscina sin saber si hay agua, y la encuentra. Hasta grad¨²a si es guapo o feo. La belleza o la fealdad le sale de dentro afuera. En Te doy mis ojos est¨¢ horrible, porque su personaje lo es. Y en Tambi¨¦n la lluvia est¨¢ atractivo, porque su personaje acaba si¨¦ndolo. Luis tiene t¨¦cnica, el andamio de su formaci¨®n teatral. Pero tambi¨¦n coraz¨®n. Es exacto, pero capaz de emocionarse. Nos tiene que hacer re¨ªr en una comedia. Le veo en una de los Coen. ?l puede. Y me gusta m¨¢s que John Wayne, ?qu¨¦ pasa?"
Se refiere Bolla¨ªn a la pol¨¦mica que suscit¨® la encuesta que El Pa¨ªs Semanal public¨® este verano. Se preguntaba a 100 cineastas iberoamericanos por sus 100 actores preferidos. Luis Tosar qued¨® en el puesto 28?. El cuarto entre los espa?oles, por detr¨¢s de Javier Bardem (el 10?), Fernando Fern¨¢n-G¨®mez (11?) y Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez (24?). Poco despu¨¦s, el escritor Javier Mar¨ªas ironizaba sobre el supuesto chovinismo de los encuestados. Daniel Monz¨®n puso a Tosar el tercero de su lista, detr¨¢s de Pepe Isbert y Michael Caine. Monz¨®n, director de Celda 211, "adora" a Tosar desde que le vio en pantalla. "Nunca pens¨¦ en otro para ser Malamadre. En el rodaje me sent¨ª un privilegiado. Era como ver pintar a Van Gogh. Cualquier toma era magn¨ªfica. Y luego, sus careos con Alberto Amman. Esa forma de mirar y escuchar al otro, con los sentidos alerta, buscando la verdad con las tripas. Est¨¢ a la altura de De Niro, absolutamente. Y sobre lo de hacernos re¨ªr estoy a ver si le l¨ªo. Aunque fuera de mujeres, le pondr¨ªa una peluca con tal de que estuviera en mi pr¨®xima pel¨ªcula".
Puesto en el brete, Tosar elude comentar semejantes elogios. "Podr¨ªa decir lo mismo de todos. Son amigos, excelentes personas y magn¨ªficos profesionales. Noto c¨®mo crezco cuando trabajo con ellos". ?Y Ricardo Dar¨ªn, que le considera el s¨¦ptimo mejor actor del mundo? "Dar¨ªn es Dios", zanja. Tampoco peca de falsa modestia. Si su colega y amigo ¨ªntimo -se dice que Tosar fue uno de los pocos que estuvieron en su boda con Pen¨¦lope Cruz- Javier Bardem fue nominado al Oscar por una pel¨ªcula peque?a como Antes de que anochezca, ?por qu¨¦ no podr¨ªa serlo ¨¦l por Tambi¨¦n la lluvia? "Ser¨ªa maravilloso. Me da perez¨®n pensarlo, pero s¨ª, estar¨ªa dispuesto a meterme en el embolado de la promoci¨®n. En este momento, s¨ª". Bardem tambi¨¦n lo tiene claro: "Luis es un actor valiente", opina. Tiene una intuici¨®n extraordinaria y una humildad muy aleccionadora. Hay una frase de Stanislavski que nos gusta mucho: ama el arte en ti y no a ti en el arte. Luis es as¨ª".
Entonces, ?por qu¨¦ guarda todo lo que se escribe sobre ¨¦l? "O¨ª una canci¨®n de los Manic Street Preachers sobre un se?or que miraba recortes de cuando hab¨ªa sido alguien en la vida. Me produjo tanta ternura, que dije, hostias, si un d¨ªa quiero recordarlo ser¨ªa una putada no tenerlo. Es una especie de tesoro ¨ªntimo". Entre esos recortes estar¨¢ la entrevista que una revista dirigida al p¨²blico homosexual le ha hecho estos d¨ªas.
-?Sab¨ªa que es un icono gay?
-Parece que s¨ª. Ya hace a?os que me llegaban cosas as¨ª. Me parece cojonudo, estoy orgulloso. Me da la impresi¨®n de que los hombres saben ver mejor mi atractivo (r¨ªe).
-Hay quien dice que encarna un nuevo tipo de masculinidad, fuerte y vulnerable.
-Nos ha tocado una ¨¦poca de despiste. La identidad de la mujer cambi¨® en el ¨²ltimo cuarto del siglo XX, a mi generaci¨®n nos ha pillado en medio y tenemos que adaptarnos. Hay que cambiar el chip y no es f¨¢cil, lo de atr¨¢s tira much¨ªsimo. El machismo est¨¢ ah¨ª.
Su papel en Te doy mis ojos habla solo. "Ic¨ªar y yo hablamos con mujeres maltratadas. Le¨ª libros. Luego empec¨¦ a indagar: si yo fuera ese tipo, de d¨®nde saldr¨ªa esa violencia, d¨®nde est¨¢n los resortes. Alguna vez se me ha podido ir la pinza y agarrarme un enfado del cop¨®n muy r¨¢pido, pero no tengo eso de encenderme por nada. Fue lo que m¨¢s me cost¨® encontrar".
Parece que lo hall¨®. Isabel Llin¨¤s, entonces directora del Instituto Balear de la Mujer, invit¨® al estreno de Te doy mis ojos a los mandos policiales de las islas. Al acabar, el coronel de la Guardia Civil se le cuadr¨® y le dijo: "A sus ¨®rdenes, se?ora". ?l tambi¨¦n vio la cara del maltratador en el rostro de Tosar.
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