Sex.com agita el mercado de los dominios de segunda mano

Clover Holdings, una compa?¨ªa establecida en el antiguo para¨ªso fiscal del caribe?o Saint Vicent, ha comprado el dominio sex.com por 13 millones de d¨®lares (9.275.459 euros). ?Lo vale? Carlos Blanco, fundador de Itnet, considera que hay un factor subjetivo que hace dif¨ªcil valorarlo, pero no le resulta una cifra muy extra?a. Juegos.com, el dominio m¨¢s caro en castellano, fue vendido en 2006 por 10 millones de d¨®lares (7,17 millones de euros). El dominio m¨¢s lujoso de la historia es insure.com, por el que se pag¨® el pasado a?o 11,4 millones.

Itnet es una empresa que mantiene sus propios portales en distintos sectores, como juegos, infantil, deportes, pero tambi¨¦n tiene registrados 11.000 dominios de Internet para su venta. El 80% son .com y el resto, .es. Cada mes reciben una cincuentena de ofertas, pero las ventas reales son unas 25 al a?o. En el mercado espa?ol, el precio habitual de compra de un dominio ya existente oscila entre los mil y los 30.000 euros.

Un buen dominio tiene que ser corto, sin n¨²meros y f¨¢cil de recordar

Los 'ciberokupas' extorsionan a la v¨ªctima para que compre su direcci¨®n

El precio del portal es 700.000 euros inferior al que se pag¨® en 2006

En Espa?a es posible registrar un sitio '.es' nuevo desde cinco euros

Blanco explica la evoluci¨®n de este mercado con una comparaci¨®n inmobiliario. "Hace cinco a?os, los principales compradores de dominios eran inversores que los incorporaban a su cartera a la espera, a su vez, de encontrar un comprador. Como el inversor en terrenos cuyo objetivo no era edificar sino revender. Ahora se detecta un incremento de compra por parte de empresas que quieren obtener un dominio atractivo que las identifique en la red. Como el constructor que compra un terreno para levantar un edificio".

Itnet destin¨® entre 2003 y 2008 un mill¨®n de d¨®lares (unos 700.000 euros) para conseguir su actual cartera de 11.000 dominios. Pero al no tratarse de su negocio principal, la venta de los mismos solo la realiza cuando la oferta es realmente interesante. "Si una empresa dedicada a las consolas quiere tener un dominio que incluya este concepto seguramente encontrar¨¢ todas las variantes m¨¢s inteligibles en manos de otros y deber¨¢ comprarlo". Mar¨ªa Garc¨ªa, del registrador espa?ol de dominios Arsys, considera que un buen dominio "tiene que ser corto, sin n¨²meros y f¨¢cil de recordar". Si pertenece a una web activa se valoran las visitas que recibe. Otro atractivo es que no pueda ser sustituido por t¨¦rminos parecidos. "Si el comprador quiere comunicar la idea de 'eterno' y est¨¢ libre el t¨¦rmino 'permanente' seguramente evitar¨¢ comprar el primero y registrar¨¢ el segundo".

La extensi¨®n m¨¢s apreciada en el mercado es la .com (90 millones de dominios frente a los 0,7 .es); tambi¨¦n se valora si, m¨¢s all¨¢ de su idioma, es f¨¢cil de comprender en distintas culturas como, por ejemplo, football.com. Existen sitios que ofrecen valoraciones gratuitas y autom¨¢ticas de nombres de dominio, pero es dif¨ªcil que las mismas coincidan con las del mercado a la hora de comprar o vender. Sedo.com publica informes mensuales sobre los precios.

Cuando un dominio est¨¢ libre, sin propietario, el registro del mismo resulta barato. "Depende de los servicios que pueda a?adir el registrador del mismo, pero en Espa?a es posible registrar un dominio .es por cinco o 25 euros", comenta Garc¨ªa.

La compra de sex.com ha sido larga y compleja. Fue registrado en 1994 por un particular que tuvo que litigar cinco a?os tras su apropiaci¨®n fraudulenta por un tercero, Stephen Cohen, que consigui¨®, mientras lo retuvo, medio mill¨®n de ingresos publicitarios mensuales. Finalmente, fue condenado a pagar 46 millones de euros. Cohen se fug¨® a M¨¦xico, pero fue arrestado y encarcelado.

La hasta ahora propietaria del dominio, Escom, lo adquiri¨® en 2006 por 10 millones de euros. El precio final de la venta de ayer es 700.000 euros menor. Seg¨²n Blanco, los dominios sobre temas er¨®ticos o pornogr¨¢ficos est¨¢n bajando de cotizaci¨®n porque esta industria est¨¢ muy da?ada en Internet por la pirater¨ªa y la abundante oferta de contenidos gratuitos.

La posesi¨®n de dominios no est¨¢ exenta de litigios y fraudes, como el del ciberokupa que obtiene el dominio con el nombre de una marca o con uno que se asocia claramente a la misma. "Una astucia habitual es registrar el dominio con el nombre de la empresa y las tres w delante sin punto. Muchos internautas se confunden al escribir la direcci¨®n y acceden a la web del ciberokupa", comenta Garc¨ªa.

El m¨¦todo m¨¢s frecuentado para forzar la compra por parte de la v¨ªctima es llenar la web con contenidos que puedan perjudicar su imagen de marca. Y esta debe acudir a una instancia de arbitraje para recuperarlo. Si pierde, le queda el largo camino de los tribunales.