Mussolini secreto. Los diarios de Claretta Petacci. 1932-1938

Diarios. Era conocida la faceta de Benito Mussolini como obseso sexual, un aut¨¦ntico ninf¨®mano, si se permite la inversi¨®n propuesta por Jos¨¦ Luis Sampedro para el lesbianismo. Su erotismo desenfrenado s¨®lo tuvo por l¨ªmite la brevedad de sus tiempos de consumaci¨®n. Varias obras recientes insisten en ello, tanto desde la imprenta como en el cinemat¨®grafo. As¨ª Marco Bellocchio ha relatado en Vincere! la tr¨¢gica peripecia de Ida Dalser y de su hijo Benito, que se atrevieron a amenazar los intereses del dictador, un verdadero stupratore de las mujeres y de la convivencia pol¨ªtica. Con una orientaci¨®n bien distinta, la mujer que tal vez influy¨® m¨¢s en su carrera, la experta en arte y jud¨ªa Margherita Sarfatti, estuvo asimismo presente en otro filme, The Cradle Will Rock, de Tim Robbins, interpretada por Susan Sarandon. De ella contamos adem¨¢s desde hace unos meses con una minuciosa biograf¨ªa por Fran?oise Liffran, a¨²n no traducida: Margherita Sarfatti. L'¨¦gerie du Duce. Si la vida sexual de Mussolini cuenta a la hora de entender su comportamiento pol¨ªtico, a modo de enlace con su recepci¨®n de las concepciones de Sorel y de Pareto, en el sentido que hubiera propuesto Wilhelm Reich, la relaci¨®n con las principales amantes ofrece numerosas claves para reconstruir su evoluci¨®n ideol¨®gica antes y despu¨¦s del fascismo. Mussolini habla con ellas y exhibe los planteamientos m¨¢s duros de su ideario. Tal es el caso de Claretta Petacci, la joven que desde 1936 hasta la ejecuci¨®n de ambos en 1945 es lo que llamar¨ªamos la primera concubina del Duce, recluida en una clausura por los celos de ¨¦l, lo cual le permite contar con el tiempo necesario para redactar miles de p¨¢ginas de diarios para conocer la vida del opresor consciente: la fascinaci¨®n que ejerce sobre ella, y para percibir la zafiedad de sus opiniones pol¨ªticas, dominadas por la egolatr¨ªa, la exaltaci¨®n de la violencia y un temprano racismo. Iniciado de veras en octubre de 1937, el diario de la Petacci nos llega ahora en un resumen de casi 500 p¨¢ginas sobre un original de 1.800, s¨®lo para 1938. De forma inexplicable, los a?os posteriores han seguido fuera de consulta. Cabe suscribir el juicio que hiciera el archivero Emilio Re en 1950: en ellos "el dictador vuelve a ser un hombre y se revela sin trucos ni artificios: de ah¨ª la importancia extraordinaria y excepcional que revisten".